Beijing, 27 de julio de 2013 Si bien es sábado y madrugar no - TopicsExpress



          

Beijing, 27 de julio de 2013 Si bien es sábado y madrugar no cuesta tanto porque se tiene el ritmo de la semana, estando de vacaciones y desorientado en la semana cuesta un tanto, nuestra idea era salir a las 6:30 am pero por a,b,c razón salimos a las 7am directo en un metro lleno rumbo a la plaza de Tiananmen porque queríamos conocer el interior de tan apoteósico mausoleo de don Mao, tan grande es que parece un edificio más de los que están alrededor, a la misma altura del museo nacional de China de unos 30 metros de alto y 40x40 de base, con grandes columnas y más imponente que hasta el propio Partenón de Atenas. Aquí vamos los dos de turistas, la vez pasada poco me interesó en visitarlo, pero después del mausoleo de Lenin, vale la pena conocer la adoración de estos países que pueden tener por una persona, de hecho nos pareció insólito que siendo tan temprano la gente ya de forma eufórica estaba yendo a hacer la fila que tenía sus 200 metros, nosotros nos sumamos y aquí comenzó un verdadero corralito de ovejas para entrar a la zona de seguridad donde a uno mostraba una identificación, pasaba por el detector de metales y con la expresa indicación de no sacar fotos ni videos, quedando prohibido el ingreso de bolsos o carteras, flores y otros regalos que se quiera llevar. Claro que estos compañeros comunistas negados al libre comercio y capitalismo saben hacer negocio, ya que venden una única flor tipo clavel adentro por solo 500 pesos y la gente lo compra como pan caliente cinco hasta diez unidades, tal vez es una buena excusa para acercarse más al cuerpo de Mao. Al entrar a gigante edificio y subir la escalera con una alfombra roja lo sufrientemente gorda como para sentir que uno estaba caminando sobre una cama, se llega a un hall donde de muchas plantas con una gran estatua blanca de Mao sentado y a sus pies es donde la gente se acerca para depositar las flores… flores que de seguro después se reciclan y van a parar nuevamente a las tiendas de venta de flores, estos compañeros comunistas realmente saben hacer negocio, definitivamente es muy rentable los mausoleos y embalsamar a las personas y no me extrañaría que después la gente compre todo el merchandising de Mao. Bueno, nosotros seguimos caminando en una fila que en ningún momento para, después de pasar el hall se pasa por un pasillo que fuera un túnel de viento que expulsa aire, las luces van bajando y en absoluto silencio se ve una luz en fondo, no es que estemos muriéndonos ahora, pero así era la escena. Al llegar al pasillo final se ve una gran caja de vidrio antibalas donde en su interior existe un ataúd de vidrio donde finalmente se puede ver a don Mao descansar…. o con dolores de estómago al ver el medio negocio que hacen con su cuerpo muerto, todo el sector es custodiado por chorrocientas cámaras y chorrocientos sensores de humo, temperatura, ruido, movimientos violentos, etc, etc, una gran aventura y una gran veta comercial que debería desarrollarse en Chile con mayor solemnidad y parafernalia, total eso es lo que vende y llama la atención. A la salida, era no esperar menos de encontrar muchas tiendas que vendían como pan caliente desde llaveros, fotos y cuanta chichería hasta biografías de varios tomos de la vida de Mao. Después de esta espiritual y religiosa experiencia que deja al mausoleo de Lenin en un chicle pegado en la muela, nos fuimos al hostel a preparar las cosas para partir a Shanghái, en principio partiríamos a las 2pm ya que mi padre (de 65 años, ojo!) insistía que quería ir al zoológico pero cuando notó que era sábado y que estaría bastante colapsado el acceso desistió a si que nos programamos para salir un poco antes para tratar de tomar el tren de las 11am. De Beijing a Shanghái hay unos 1000km, una distancia similar a de Santiago a Osorno que en tren súper rápido que alcanzan los 300km/h se puede llegar en cuatro horas y media, estos trenes tienen bastantes frecuencias ya que están enfocados a descongestionar el aeropuerto con vuelos de Beijing a Shanghái que pueden tomar 45 minutos, pero entre la hora antes de estar en el aeropuerto, más el desplazamiento hacia y desde que en total toma dos horas y eso sin considerar retrasos del vuelo, la gente prefiere tomar este súper tren que el valor de ticket es de $48.000.- Nos fuimos al metro despidiendo de todos los personajes del hostel, del mercado y del hutong, mi padre con sus dos maletas se sentía cómo por ahora camino al metro, en mi caso a una de las ruedas de la maleta se le salió y opté por llevarla abrazada, total el peso no es tan grave de 10 kilos. Llegamos al metro y a la primera escalera mi padre comenzó a cambiar de colores bajando todos sus cachureos a la vez, lamentablemente esta no era una sola escalera y tampoco hay ascensores, por lo que está al menos haciendo un gran deporte de levantamiento de maletas. En la estación de trenes estaba bastante caótica la cosa, no podía comprar en las máquinas automáticas porque mi pasaporte no lo logra leer el sistema y en la boletería no aceptan tarjetas para comprar, por lo que tuve que salir a buscar un cajero lo cual no fue tan simple ya que no todos operan con cirrus o plus. Cuando logré sacar dinero, hice la larga fila hasta esperar mi turno, a Sancho para que no entrara en colapso lo dejé cuidando los caballos, y mientras esperaba miraba en la pantalla electrónica como se iban agostando los asientos y la disponibilidad de los próximos trenes, a fin de cuentas tuve que comprar para el de 11:05am y no 11am, la diferencia de uno con otro, es que el primero demoraba una hora más tener más paradas, algo que no estaría mal si en Shanghái nos esperaban 38 grados. También aproveché de comprar los ticket para Shanghái-Cantón para el próximo lunes, tal es la demanda o el negocio de las agencias de viajes que prefieren pagar la reserva para tener la opción de hacer una reventa, que había solo ticket para irse de pie, uno pensaría que sería de locos hacer un viaje así si son 15 horas, pero una vez que parte el tren está la opción de hacer un upgrade al pasaje en la medida que ya se sabe que las reservas al final no se concretaron en pasajes o que los pasajeros con ticket finalmente no llegaron. Fui a buscar a mi padre que por todo el tiempo que había pasado estaba preocupado, fuimos directamente a la zona de embarque, revisé en pantalla la puerta de salida y comenzamos a caminar y caminar, mi padre que tenía la imagen de las otras estaciones de Europa, Rusia, Mongolia y hasta de la humilde Estación Central, quedaba impresionado de estos chinos de cómo una estación de trenes por la inmensidad y cantidad de usuarios hace sentirse a uno de estar en un aeropuerto, y en realidad lo es porque uno debe tomar “gate” y están las personas haciendo check-in. Al subirnos al tren, tratamos de buscar asientos disponibles pero se veía todo lleno, pasamos de un vagón a otro y me acordé que los asientos eran enumerados y del vagón 11 debimos regresar al 8, imagínese aquí mi padre con sus dos maletas chocando con cada asiento del pasillo. Nuestros asientos estaban bien, yo me acomodé, mi padre se sentó y de repente de un salto mi padre se levantó y me dice que el tren había partido. Claro, la verdad que no es como los trenes tradicionales que da un golpe y chasconea a la gente, acá es otra cosa y son trenes modernos, buen diseño y más cómodos que un avión. Por ejemplo el coche comedor tiene una serie de curvas que dan la impresión de tener más amplitud, lo mismo los baños que tienen puertas curvas, un gran espejo y todo es con sensores para activación del lavamanos y wc. Así de cómodos nos fuimos en este tren, claro que yo no quise comer nada por lo caro que era en comparación con los trenes normales de China. Mi padre por su parte en que dormía y a veces veía las gigantes construcciones de los pueblos por donde parábamos o lo otro atractivo era ver la temperatura que afuera había donde el termómetro llegó a marcar 40 grados!!! Obviamente el tren iba con gigantesco aire acondicionado y el público que viaja es bien “lorocita”. Al llegar a Shanghái mi padre fue a sacarse foto con la “locomotora” y al volver pasamos a un restorán a almorzar, el menú chino para él era de wuácale1 o wuácale2 no logrando convencerse por ninguno de los dos, yo era feliz comiendo a si que esta vez le tocó quedar mirando. Aproveché de indicarle como era la forma de llegar al hostel para que evitara preguntarme a mitad de camino “¿cuándo falta?” y que se hiciera la idea que serían muchas las escaleras de subida y bajada que le esperan, además de largos desplazamientos y todo a 38 grados que reinan por ahora, de solo pensarlo fue al baño y con varios kilos de menos partimos a tomar el metro. Afortunadamente no se requiere hacer combinación de línea, pero si nos tocó hacer todo el trayecto del metro de unos 50 minutos a pie, con todo eso y más lo tortuoso que es salir a la calle Nanjing donde al ser extranjero se te acerca un montón de gentes para ofrecerte “watches, rolex, all original and massages”, mi padre que nada entendía y desorientado estaba, andaba de todos los colores y con la polera mojada más que esponja. Con todo eso, a las pocas cuadras ya comenzó a preguntar cuanto faltaba… En el hostel mi padre dejó sus cosas, se fue a la ducha y después a la recepción para conectarse a internet, al menos acá estaba más a gusto porque la habitación también tenía aire acondicionado y en la ducha salía agua en abundancia. Yo por mi parte me quedé descansando en la habitación y viendo algunas cosas en internet cuando a eso de las 8pm me manda un whatsapp Juanito para que bajara a recepción pues habían llegado. ¿Quién es Juanito?, en realidad se llama Johannes Reichter alias Juanito, alemán quién estuvo de intercambio en la Santa María y ahora está trabajando para la Bosch en Changzhou a unos 200km de Shanghai. Juanito es compadre de Phillips Andreé quién me visitó en Klagenfurt y a quién había ido a su matrimonio en Hamburgo. Bueno, había quedado con Juanito y su señora la Natalie de juntarnos en Shanghai, no fui al matrimonio de Juanito porque fue algo express y con solo dos meses de preparación antes de venirse a China, pero igual ya conocía a Natalie de otras veces que nos habíamos juntado. Ahora ellos también estaban alojados en el mismo hostel y por tanto estaríamos con más tiempo para compartir, así nos fuimos a cenar y Natalie tenía la misión de escoger el restorán, como buena anfitriona me preguntó que cosas no comía, pero para no complicarla le dije que simplemente no picante, ella hizo las averiguaciones de rigor mientras caminábamos al rio Huangpu para ver la gran postal de edificios iluminados. Como toda junta de excompañeros pasamos lista a todos los conocidos, si alguien sintió las orejas rojas no fue intensión pelar, pero la tentación igual es grande. También Juanito me contó como ha cambiado su vida acá y porqué aceptó el puesto por dos años, ya que sería una buena oportunidad de conocer Asia. Natalie por su parte encontró trabajo hace poco y comienza en Octubre a trabajar en Shanghái por lo que ahora les quedará la tarea de juntarse los fines de semana. La calidad de vida han sentido que la han perdido en parte, no es posible para ellos salir a correr o ir a un parque, ya que las áreas verdes son muy limitadas, también por contrato Juanito no puede manejar en China, ya que un seguro para el trabajador que lo incluya sube exponencialmente y quedan expuestos a que el trabajador pase los dos años de su pasantía en salas de recuperación que trabajando, el tema de la conducción igual es delicado, los chinos tienen su forma de manejar con una lógica igual que su idioma, que solo ellos entienden. Mientras conversábamos, Natalie ya había hecho reserva en el restorán y cuando llegamos la mesa estaba lista, era un restorán bastante apoteósico y dedicado al turista porque toda la gente vestía atuendos especiales y la decoración era similar a los tiempos imperiales. Pedimos varios platos para compartir y los fueron trayendo de a poco, muchos parecían comida China de la vendida en Chile, tal vez asimilando los sabores que a los turistas, pero lo que no se logró cumplir es que la comida no fuera picante, a si que terminamos mojados de sudor no por el calor. De regreso en el hostel terminamos el día viendo fotos de años y terminando la botella de snap que andaba trayendo. Emilio Becker
Posted on: Sat, 03 Aug 2013 10:37:37 +0000

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