Blaise Pascal - Libro - Pensamientos: Sección IX 213’) - TopicsExpress



          

Blaise Pascal - Libro - Pensamientos: Sección IX 213’) 589 Sobre el hecho de que la religión cristiana no es única. - No es esto una razón que haga creer que ella no es la verdadera, sino, muy por el contrario, es lo que señala que ella lo es. Copia 257) 590 En cuanto a las religiones, hay que ser sincero: paganos verdaderos, judíos verdaderos, cristianos verdaderos. 113) 591 Paganos --- J.C. --- Mahoma Ignorancia de Dios 467) 592 Falsedad de las otras religiones. Carecen de testigos. Éstos a los tienen. Dios desafía a las otras religiones a que produzcan tales señales: Isaías, XLIII, 9; XLIV, 8. 159) 593 Historia de China. - Sólo creo en las historias cuyos testigos se dejarían matar. /¿Cuál de los dos es más creíble: Moisés o China?/ No se trata de considerar esto al por mayor. Os digo que hay en esto cosas que enceguecen y cosas que iluminan. Con esta sola palabra derribo todos vuestros razonamientos. “Pero China confunde”, decís; y yo respondo: “China confunde, pero se puede encontrar una luz; buscadla.” Así, todo cuanto decís sirve para uno de los designios, y nada contra el otro. Así, esto sirve, y no daña. Por lo tanto, hay que ver esto en detalle, hay que poner los papeles sobre la mesa b. Copia 257) 594 Contra la historia de China. Los historiadores de Méjico, de los cinco soles, de los cuales el último data sólo de hace ochocientos años. Diferencia de un libro recibido por un pueblo, o que forma a un pueblo. 467) 595 Mahoma, sin autoridad. Sería necesario, pues, que sus razones fuesen muy poderosas, puesto que sólo tienen su propia fuerza. ¿Pues qué dice? Que hay que creerlo. 27) 596 Los salmos cantados por toda la tierra. ¿Quién atestigua por Mahoma? Él mismo. Jesucristo quiere que su testimonio no valga nada. La calidad de testigos exige que estén siempre y en todas partes, y, desdichado, él está solo. 457) 597 Contra Mahoma. El Corán es tanto de Mahoma como el Evangelio de San Mateo, pues lo citan varios autores siglo tras siglo, y los mismos enemigos, Celso y Porfirio, nunca lo han desconocido. El Corán dice que san Mateo era hombre de bien. Por lo tanto, era falso profeta, o porque llamaba hombres de bien a los malos, o porque no estaba de acuerdo con lo que ellos han dicho acerca de Jesucristo. 465) 598 No quiero que se juzgue acerca de Mahoma por lo que en él hay de oscuro, y que se puede hacer pasar por sentido misterioso a, sino por lo que en él hay de claro, por su paraíso y por lo demás; en esto, es ridículo. Y por ello no es justo tomar sus oscuridades por misterios, ya que sus claridades son ridículas. No ocurre lo mismo con las Escrituras. Admito que hay en ellas oscuridades que son tan extrañas como las de Mahoma; pero hay claridades admirables, y profecías manifiestas que se han cumplido. Por lo tanto, la partida no es igual. No hay que confundir e igualar las cosas que sólo se parecen por la oscuridad y no por la claridad, la cual justifica que se reverencien las oscuridades. 457) 599 Diferencia entre Jesucristo y Mahoma. Mahoma, no predicho; Jesucristo, predicho. Mahoma, matando; Jesucristo, haciendo matar a los suyos. Mahoma, prohibiendo leer; los apóstoles, ordenando leer. Por último, todo esto es tan opuesto que, si Mahoma eligió el camino de tener éxito humanamente, Jesucristo eligió el de perecer humanamente; y que, en lugar de sacar la conclusión de que, puesto que Mahoma tuvo éxito, Jesuscristo lo pudo tener, hay que decir que, puesto que Mahoma tuvo éxito, Jesucristo debía perecer. 57) 600 Cualquier hombre a puede hacer lo que Mahoma hizo; en efecto, no llevó a cabo milagros, no fue predicho. Nadie puede hacer lo que hizo Jesucristo. 55) 601 La religión pagana carece de fundamento /ahora. Se dice que otrora lo tuvo mediante los oráculos que han hablado. Pero, ¿qué libros nos lo aseguran? ¿Son tan dignos de confianza por la virtud de sus autores? ¿Han sido conservados con tanto cuidado que se pueda asegurar que no están corrompidos?/ La religión mahometana tiene su fundamento en el Corán y Mahoma. ¿Pero este profeta, que debía ser la última espera del mundo, ha sido predicho? ¿Qué señal tiene que no tenga también todo hombre que quiera decirse profeta? ¿Cuáles son los milagros que dice haber llevado a cabo él mismo? Según su misma tradición, ¿qué misterios ha enseñado? ¿Qué moral y qué felicidad? La religión judía debe ser considerada de manera diferente en la tradición de los Libros Sagrados y en la tradición del pueblo. La moral y la felicidad de ella es ridícula en la tradición del pueblo, pero es admirable en la /de los Libros/ Sagrados. (Y lo mismo ocurre con toda religión: pues la cristiana es muy diferente en los Libros Sagrados y en los casuistas.) Su fundamento es admirable: se trata del libro más antiguo del mundo y del más auténtico; y, mientras que Mahoma, para que el suyo subsistiera, prohibió leerlo, Moisés, para que subsistiera el suyo, ordenó que todo el mundo lo leyera a. Nuestra religión es tan divina, que otra religión divina sólo tiene su fundamento. 27) 602 Orden. Ver, en todo el estado de los judíos, lo que haya de claro y de incontestable. Apéndice al fragmento 602) 603 La religión judía es totalmente divina, en su autoridad, en su duración, en su perpetuidad, en su moral, en su doctrina ,en sus efectos a. 7) 604 La única ciencia contra el sentido común y la naturaleza de los hombres es la única que siempre ha subsistido entre los hombres. 265) 605 La única religión contra la naturaleza, contra el sentido común, contra, los placeres, es la única que siempre ha sido. 8) 606 A no ser la nuestra, ninguna religión enseñó que el hombre nace en pecado; ninguna secta de filósofos lo ha dicho: por lo tanto, ninguna ha dicho la verdad. Ninguna secta o religión ha existido siempre sobre la tierra, a no ser la religión cristiana. 151) 607 Quien juzgue acerca de la religión de los judíos a través de los palurdos, la conocerá mal. Ella es visible en los Libros Sagrados y en la tradición de los profetas, los cuales han dado a entender bastante que no entendían la ley al pie de la letra. Así, nuestra religión es divina en el Evangelio, los apóstoles y la tradición; en cambio, es ridícula en quienes la tratan mal. El Mesías, según los judíos carnales, debe ser un gran príncipe temporal Jesucristo, según los cristianos carnales a, ha venido para dispensarnos de amar a Dios y darnos sacramentos que lo operan todo sin nosotros. La religión cristiana no es ni una cosa ni la otra, y tampoco la judía. Los verdaderos judíos y los verdaderos cristianos han esperado siempre a un Mesías que les hiciera amar a Dios y, mediante este amor, triunfar de sus enemigos. 255) 608 Los judíos carnales ocupan el término medio entre los cristianos y los paganos. Los paganos no conocen a Dios y sólo aman la tierra. Los judíos conocen al verdadero Dios y sólo aman la tierra. Los cristianos conocen al verdadero Dios y no aman la tierra. Los judíos y los paganos aman los mismos bienes. Los judíos y los cristianos conocen al mismo Dios. Los judíos se dividían en dos clases: unos sólo tenían los sentimientos paganos, los otros tenían los sentimientos cristianos. 277) 609 Dos clases de hombres en cada religión: entre los paganos, los adoradores de las bestias, y los otros, los adoradores de un solo Dios en la religión natural; entre los judíos, los carnales, y los espirituales que eran los cristianos de la antigua ley; entre los cristianos, los palurdos que son los judíos de la nueva ley. Los judíos carnales esperaban un Mesías carnal; los cristianos groseros creen que el Mesías los ha dispensado de amar a Dios; los verdaderos judíos y los verdaderos cristianos adoran a un Mesías que los hace amar a Dios. 239) 610 Para mostrar que los verdaderos judíos y los verdaderos cristianos sólo tienen una misma religión. La religión de los judíos parecía consistir esencialmente en la paternidad de Abrahán, en la circuncisión, en los sacrificios, en las ceremonias, en el arca, en el templo, en Jerusalén y, por último, en la ley y en la alianza de Moisés. Digo: Que ella no consistía en nada de eso, sino solamente en el amor de Dios, y que Dios reprobaba todo lo demás. Que Dios no aceptaba la posteridad de Abrahán. Que los judíos serán castigados por Dios como los extranjeros, si lo ofenden. Deut., VIII, 19: “Si olvidáis a Dios y adoráis dioses foráneos, os predigo que pereceréis como las naciones que Dios ha exterminado delante de vosotros.” Que los extranjeros serán recibidos por Dios como los judíos, si lo aman. Js., LVI, 3: “No diga el extranjero: ¿El Señor no me recibirá? Los extranjeros que se entreguen a Dios estarán para servirlo y amarlo: yo los llevaré a mi montaña santa y recibiré de ellos sacrificios, pues mi casa es la casa de la oración. Que los verdaderos judíos sólo estimaban su mérito con respecto a Dios, y no a causa de Abrahán. Is., LXIII, 16: Tú eres en verdad nuestro padre, y Abrahán no nos ha conocido, e Israel no nos ha conocido; pero tú eres nuestro padre y nuestro redentor. El mismo Moisés les dijo que Dios no aceptaría a las personas; Deut., X, 17: Dios, dice, no acepta las personas ni los sacrificios. El sábado no era más que un signo; Ex.,XXXI, 13; y en recuerdo de la salida de Egipto, Deut., V, 19. Por lo tanto, ya no es necesario, puesto que hay que olvidar a Egipto. La circuncisión no era más que un signo; Gén., XVII, II. Y por ello, cuando estaban en el desierto, no fueron circuncidados, porque no podían confundirse con los otros pueblos; y por ello, después que Jesucristo ha venido, ella ya no es necesaria. Que la circuncisión del corazón está ordenada. Deut,. X, 16; Jerem., IV, 4: Sed circuncisos de corazón, y no impenitentes; pues vuestro Dios es un Dios grande, poderoso y terrible, que no acepta a las personas. Que Dios dijo que lo haría un día. Deut., XXX, 6: “Dios te circuncidará el corazón a ti y a tus hijos, para que tú lo ames con todo tu corazón”.- Que los incircuncisos de corazón serán juzgados. Jer., IX, 26: pues Dios juzgará a los pueblos incircuncisos y a todo el pueblo de Israel, porque está “incircunciso de corazón. Que lo exterior nada sirve sin lo interior. Joel., II, 13: Scindite corda vestra, etc. a Is., LVIII, 3, 4, etc. El amor de Dios se recomienda en todo el Deuteronomio. Deut., XXX, 19: “Tomo al cielo y a la tierra como testigos de que yo he puesto delante de vosotros la muerte y la vida, para que vosotros elijáis la vida, y para que améis a Dios y le obedezcáis, pues Dios es vuestra vida. Que los judíos, por falta de ese amor, serán reprobados a causa de sus crímenes, y los paganos elegidos en su lugar. Os., 1, 10; Deut., XXXII, 20: «Yo me esconderé de ellos, a la vista de sus últimos crímenes, pues es un pueblo malo e infiel. Me han encolerizado por cosas que no son de los dioses, y yo provocaré sus celos por un pueblo que no es mi pueblo y por una nación sin ciencia y sin inteligencia. Is., LXV, I. Que los bienes temporales son falsos, y que el verdadero bien consiste en estar unido a Dios. Salmos, CXLIII, 15. Que sus fiestas disgustan a Dios. Amós, V, 21. Que los sacrificios de los judíos no placen a Dios b. Is., LXVI, 1-3; I, II. Jerem., VI, 20. David, Miserere c.- Aun de parte de los buenos: Exspectavi d. Salmos, XLIX, 8, 9, 10, 11, 12, 13 Y 14- Que él no los estableció sino a causa de la dureza de ellos. Miqueas, admirablemente, VI, I R e, XV, 22; Oseas, VI, 6. Que los sacrificios de los paganos serán aceptados por Dios y que Dios retirará su voluntad de los sacrificios de los judíos. Malaqu., I, II. Que Dios celebrará una nueva alianza mediante el Mesías, y que la antigua será rechazada. Jerem., XXXI, 31. Mandata non bona f. Ezequ. Que las antiguas cosas serán olvidadas. Is., III, 15, 16. Que ya no se recordará el arca. Jer., III, 15, 16. Que el templo será rechazado. Jer., VII, 12, 13, 14- Que los sacrificios serán rechazados, y otros sacrificios puros establecidos. Malaqu., I, II. Que el orden de la sactificatura de Aarón sería reprobado, y el de Melquisedec: introducido por el Mesías. Salmo Dixit Dominus g. Que esa sacrificatura sería eterna. Ibid. Que Jerusalén sería reprobada, y Roma admitida. Salmo Dixit Dominus. Que el nombre de los judíos sería reprobado y se daría un nuevo nombre. Is., LXV, 15. Que ese último nombre sería mejor que el de judíos, y eterno. Is., LVI, 5. Que los judíos carecerían de profetas (Amós), de rey, de príncipes, de sacrificio, de ídolo. Que, sin embargo, los judíos subsistirían siempre como pueblo. Jer., XXXI, 36. 265) 611 República. - La república cristiana, y aun la judaica, tuvo como dueño sólo a Dios, como lo señala Filón judío, De la monarquía. Cuando ellos combatían, sólo lo hacían por Dios; no confiaban principalmente sino en Dios; consideraban que sus ciudades eran sólo de Dios, y las conservaban para Dios. I Paralip., XIX, 13. 39) 612 Gén., XVII, 7. Statuam pactum meum inter me et te foedere sempiterno ut sim Deus Tuus a. 9. Et tu ergo custodies pactum meum. 218) 613 Perpetuidad a. Esta religión, que consiste en creer que el hombre ha caído de un estado de gloria y de comunicación con Dios en un estado de tristeza, de penitencia y de alejamiento de Dios, pero que, después de esta vida, seremos restablecidos por un Mesías que debía venir, siempre existió sobre la tierra. Todas las cosas han pasado, y aquélla ha subsistido, y por ella existen todas las cosas. Los hombres, en la primera edad del mundo, fueron arrastrados a desórdenes de toda especie, y, sin embargo, había santos, como Enoc, Lamec y otros, que esperaban pacientemente al Cristo prometido desde el comienzo del mundo. Noé vio la maldad de los hombres en su más alto grado, y mereció salvar el mundo en su persona por la esperanza del Mesías cuya figura fue. Abrahán estaba rodeado de idólatras cuando Dios le hizo conocer el misterio del Mesías, que él saludó desde lejos b. En tiempos de Isaac y de Jacob, la abominación se había expandido sobre toda la tierra, pero esos santos vivían en la fe; y Jacob, al morir bendiciendo a sus hijos, exclama, en un rapto que lo obliga a interrumpir su discurso: Espero, oh Dios mío, al Salvador que habéis prometido: Salutare tuum exspectabo, Domine.e Los egipcios estaban infectados de idolatría y de magia; el mismo pueblo de Dios era arrastrado por sus ejemplos; pero, sin embargo, Moisés y otros creían en aquel al que no veían d, y lo adoraban considerando los dones eternos que él les preparaba. Los griegos, y luego los latinos, hicieron reinar las falsas deidades; los poetas crearon cien teologías diversas; los filósofos se dividieron en mil sectas diferentes; y, sin embargo, había siempre, en el corazón de Judea, hombres elegidos que predecían la venida de ese Mesías, que sólo era conocido por ellos. Vino, por fin, en la consumación de los tiempos; y, a partir de entonces, se vieron nacer tantos cismas y herejías, derrumbarse tantos Estados, tantos cambios en todas las cosas; y esa Iglesia, que adora a Aquel que siempre ha sido adorado, subsistió sin interrupción. Y hay algo admirable, incomparable y completamente divino: que esa religión, que ha durado siempre, siempre ha sido combatida. Mil veces estuvo a punto de una destrucción universal; y cuantas veces ella se encontró en ese estado, Dios la restableció mediante manifestaciones extraordinarias de su poder. Esto es asombroso, y también el hecho de que se haya mantenido sin plegarse y doblegarse a la voluntad de los tiranos. Pues no es extraño que un Estado subsista, cuando a veces sus leyes se han visto obligadas a ceder a la necesidad, pero que... (Véase el círculo en Montaigne.) e 283) 614 Los Estados perecerían, si sus leyes no se plegaran a menudo a la necesidad. Pero nunca la religión permitió esto,ni lo empleó. Pues se necesitan esos arreglos, o milagros. No es extraño que se conserven plegándose, y esto no es en verdad mantenerse; y, sin embargo, terminan por perecer enteramente: no hay ninguno que haya durado mil años. Pero es divino que esa religión se haya mantenido siempre, e inflexible. 41) 615 En vano se habla. Hay que confesar que la religión cristiana tiene algo asombroso. Dirán: “Porque habéis nacido en ella.” No, por mucho; hasta me empecino en contra, por esa misma razón, por miedo a que esa prevención no me soborne; pero, aunque haya nacido en ella, no dejo de encontrar que es así. 237) 616 Perpetuidad. - Siempre se creyó en el Mesías. La tradición de Adán era todavía nueva en Noé y en Moisés. Después, los profetas lo predijeron, al predecir también otras cosas, cuyos acontecimientos, que aparecían de tiempo en tiempo a la vista de los hombres, señalaban la verdad de su misión y, por consiguiente, la de sus promesas acerca del Mesías. Jesucristo llevó a cabo milagros, y también los apóstoles, que han convertido a todos los paganos; y, de ese modo, habiéndose cumplido todas las profecías, el Mesías ha quedado probado para siempre. 77) 617 Perpetuidad.- Considérese que, desde el comienzo del mundo, la espera o la adoración del Mesías subsiste sin interrupción; que hubo hombres a que dijeron que Dios les había revelado que debía nacer un Redentor que salvaría a su pueblo; que Abrahán vino luego y dijo que éste nacería de él por un hijo que él tendría; que Jacob declaró que, de entre sus doce hijos, nacería de Judá; que Moisés y los profetas declararon luego el tiempo y el modo de su venida; que dijeron que la ley que ellos tenían valía sólo en la espera de la ley del Mesías; que, hasta entonces, ella sería perpetua, pero que la otra duraría eternamente; que, de este modo, su ley, o la del Mesías, de la cual aquélla era la promesa, existiría siempre sobre la tierra; que, en efecto, ella ha durado siempre; que, por fin, ha venido Jesucristo de acuerdo con todas las circunstancias predichas. Esto es admirable. 24) 618 Esto es efectivo a. Mientras todos los filósofos se separan en diferentes sectas, hay, en un lugar del mundo, personas que son las más antiguas del mundo, que declaran que todo el mundo está en el error, que Dios les ha revelado la verdad, que ésta siempre existirá sobre la tierra. En efecto, todas las otras sectas cesan, ésta dura siempre b y desde hace 4000 años. Declaran que saben por sus antepasados que el hombre está privado de la comunicación con Dios, en un entero alejamiento de Dios, pero que éste ha prometido redimirlos; que esta doctrina siempre existiría sobre la tierra; que la fe de ellos tiene doble sentido; que, durante 1600 años, han tenido personas a las que ellos han creído profetas, los cuales han predicho el tiempo y la manera; que 400 años después han sido dispersados por todas partes, porque Jesucristo debía ser anunciado por todas partes; que Jesucristo vino de la manera y en el tiempo predichos; que, a partir de entonces, los judíos están dispersos por todas partes, como maldición, y que, sin embargo, subsisten. 335) 619 Advierto que la religión cristiana está fundada sobre una religión precedente, y lo que sigue es lo que encuentro que sea efectivo. No hablo aquí de los milagros de Moisés, de Jesucristo y de los apóstoles, porque de entrada no parecen convincentes, siendo mi único propósito ahora poner en evidencia todos los fundamentos de esa religión cristiana que sean indudables y que no puedan ser puestos en duda por nadie. Es verdad que vemos, en varios lugares del mundo, un pueblo particular, separado de todos los otros pueblos del mundo, y ese pueblo se llama el pueblo judío. Veo además hacedores de religiones en muchos lugares del mundo y en todas las épocas, pero esas religiones no tienen la moral que puede gustarme ni las pruebas a que pueden detenerme, y por ello habría rechazado igualmente la religión de Mahoma y la de China y la de los antiguos romanos y la de los egipcios, por esta única razón: puesto que ninguna de ellas ofrece mayor número /de/ señales de verdad que las otras ni nada que determine necesariamente, la razón no puede inclinarse por una en desmedro de las otras. Pero, considerando así esa inconstante y extraña variedad de costumbres y de creencias en las diversas épocas, encuentro, en un lugar del mundo, a un pueblo particular, separado de todos los otros pueblos de la tierra, el más antiguo de todos, y cuyas historias preceden de varios siglos a las más antiguas historias que poseamos. Así pues, encuentro a ese pueblo grande y numeroso, surgido de un solo hombre, que adora a un solo Dios, y que se conduce de acuerdo con una ley que ellos dicen que proviene de la mano de este Dios. Sostienen que ellos son los únicos en el mundo a los cuales Dios ha revelado sus misterios, que todos los hombres están corrompidos y en la desgracia de Dios, que todos los hombres están abandonados a su propio sentir y a su propio espíritu, y que de esto provienen los extraños extravíos y los cambios continuos que entre ellos se producen, tanto de religiones como de costumbres, y que ellos, en cambio, permanecen inconmovibles en su conducta, pero que Dios no dejará, eternamente a los otros pueblos en esas tinieblas, que para todos vendrá un liberador, que ellos están en el mundo para anunciarlo a los hombres, que han sido creados expresamente para ser la vanguardia y los heraldos de tal advenimiento, y para llamar a todos los pueblos a que se unan a ellos en la espera de ese liberador. 339) El hallazgo de ese pueblo me asombra, y me parece digno de atención. Considero la ley que ellos pretenden haber recibido de Dios, y la hallo admirable. Es de todas la primera ley, y tanto que, aun antes que la palabra ley fuera usada por los griegos, hacía cerca de mil años que ellos la habían recibido y observado sin interrupción. Así, considero extraño que la primera ley del mundo resulte también la más perfecta, a tal punto que los más grandes legisladores se han inspirado en ella para las suyas, como parece ocurrir con la ley de las Doce Tablas de Atenas b, que luego fue aceptada por los romanos; todo esto sería fácil de demostrar, si Josefo y otros no hubieran tratado bastante acerca de este Punto.
Posted on: Mon, 11 Nov 2013 13:51:12 +0000

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