Brecha 13/09/13 El Miedo a la Muerte “No teman a los que quieren - TopicsExpress



          

Brecha 13/09/13 El Miedo a la Muerte “No teman a los que quieren matarles el cuerpo, no pueden tocar el alma. Teman solo a Dios, quien puede destruir tanto el alma como el cuerpo en el infierno.” (Mt 10:28) El Señor conoce el miedo en el corazón irredento de la humanidad. Pero conoce además el miedo en el corazón de muchos de sus seguidores cristianos. En especial el miedo a la muerte física de sus enviados a predicar el evangelio del Reino de Jesús. ¡Claro! ¿A quién en su sano juicio le gusta el sufrimiento o la muerte? ¡Pienso que a nadie! Pero el Señor nos conoce mejor que nosotros mismos, y sabe que el temor al rechazo y a la muerte es algo muy natural en todos nosotros. Lo que no podemos permitir es que el miedo nos domine o neutralice. Porque no somos llamados a contemporizar con el engaño y la mentira; sino a disipar las tinieblas y a traer la luz del Evangelio de la Gracia (misericordia) de Dios. ‘Para anunciar las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable.” (1 Pedro 2:9b) “Lo que os digo en tinieblas, decidlo en la luz; y lo que oís al oído, proclamadlo desde las azoteas. (Mt 10:27) Por eso el Espíritu de Dios dice: “Por lo cual te aconsejo que avives el fuego del don que hay en ti, por la imposición de mis manos. Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y dominio propio.” (2 Timoteo 1:6-7) “Esforzaos y cobrad animo; no temáis, ni tengáis miedo de ellos, porque el Señor tu Dios es el que va contigo, no te dejará, ni te desamparará.” (Dt 31:6) “De manera que podemos decir confiadamente: El Señor es mi ayudador; no temeré lo que me pueda hacer el hombre.” (Hebreos 13:6) “El Señor va delante de ti; él estará contigo, no te dejará, ni te desamparará; no temas ni te intimides.” (Dt 31:8) Por eso es aconsejable orar sin cesar, para que lo cojo no se salga del camino. La Escritura dice: Examinaos a vosotros mismos si estáis en la fe; probaos a vosotros mismos. ¿O no os conocéis a vosotros mismos, que Jesucristo está en vosotros, a menos que estéis reprobados?” (2 Cor 13:5) Los cristianos que deseamos vehementemente la paz de Israel estamos en la obligación de orar a Dios y predicar la verdad del Evangelio y las epístolas del Espíritu Santo. Las Escrituras son la palabra más segura e inspirada por el Espíritu de Dios a los escritores bíblicos. Dice el Señor: “Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones; entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura jamás surgió de la interpretación personal de los profetas ni por iniciativa humana ni por interpretación privada. Al contrario, fue el Espíritu Santo quien impulsó a los profetas y ellos hablaron de parte de Dios.” (2 Pedro 1:19-21) Pero si uno cree a “la pluma mentirosa de los escribas” ortodoxos (Jer 8:8) y no cree a Dios, tiene un grave problema. Durante los pasados dos siglos una de las actividades principales del Sanedrín en Jerusalén, ha sido mentir para negar la Deidad de Jesucristo. Han dicho públicamente que el evangelio fue escrito por la iglesia romana. Que los apóstoles traicionaron al nacionalismo judío. Que San Pablo y los escritores de las epístolas traicionaron a Israel etc. Por esa razón y por miedo, muchos cristianos que llegan a Israel se cambian a la religión muerta de los judíos. Dejan de creer a Dios y se regresan a las fábulas judaicas. El Espíritu de Dios los llama insensatos: “¡Oh gálatas insensatos! ¿Quién os fascinó para no obedecer la verdad, a vosotros ante cuyos ojos Jesucristo fue ya presentado claramente entre vosotros como crucificado? Esto solo quiero saber de vosotros; recibisteis el Espíritu por las obras de la ley, o por el oír con fe. ¿Tan necios sois? ¿Habiendo comenzado por el Espíritu; ahora vas acabar por la carne? ¿Tantas cosas habéis padecido en vano. Aquél, pues, que os suministra el Espíritu, y hace maravillas entre vosotros, ¿lo hace por las obras de la ley, o por el oír con fe?” (Gal 3:1-5) Todo el que ora por la paz de Israel, está obligado cristiana y moralmente a predicar el Poderoso nombre de Jesucristo, el Nuevo Pacto y el Evangelio del Reino de Dios. Si se niega a hacerlo deja ver que es solo un hipócrita más. Pues saben que Dios se personó en Emmanuel. (Isaías 7:14) Para contestar esa oración por la Paz vino en Cristo y el pueblo judío lo rechazó y lo condenó a muerte. Asesinando así al Autor de la vida y príncipe de paz. (Isaías 9:6 y Hechos 3:15) Jesús dijo: “guardaos de la levadura de los fariseos, que es la hipocresía. Porque nada hay encubierto que no haya de descubrirse; ni oculto que no haya de saberse. Por lo tanto, todo lo que habéis dicho en tinieblas, a la luz se oirá; y lo que habéis hablado al oído en los aposentos (habitaciones) se gritará desde las azoteas.” (Lc 12:1-3) Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios; por la hipocresía de mentirosos que teniendo cauterizada la conciencia engañarán a muchos. “Y vendrá el Señor de aquel siervo en día que éste no espera, y a la hora que no sabe, y lo castigara duramente, y pondrá su parte con los hipócritas; allí será el lloro y el crujir de dientes. (Lc 24:50-51) ¿Por qué tanto miedo a sufrir con él y a la muerte” “Si sufrimos con él, también reinamos con él.” (2 Tim 2:12) Si morimos con él; resucitamos y recibimos un cuerpo semejante al suyo. La Escritura dice: “Nosotros somos ciudadanos del cielo, donde vive el Señor Jesucristo; y esperamos con mucho anhelo que él regrese como nuestro Salvador. El tomará nuestro débil cuerpo mortal y lo transformará en un cuerpo glorioso, igual al de él. Lo hará valiéndose del mismo poder con el que pondrá todas las cosas bajo su dominio. Por lo tanto, mis amados hermanos, manténganse fieles al Señor. Estén siempre llenos de alegría en el Señor. Lo repito, ¡alégrense! Que todo el mundo vea que son considerados en todo lo que hacen. Recuerden que el Señor vuelve pronto.” (Fl 3:20-21) ¡Examinen vuestra fe! Amén.
Posted on: Fri, 13 Sep 2013 07:18:55 +0000

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