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Buenos días mis amigos. Me desperté con esta frase retumbando en mi cabeza: “Papi, que difícil es ser buen ciudadano en nuestro país”, me lo dijo Nico hace un tiempo, después de unos días de trámites en oficinas públicas. Desde los cargados pantanos del sur, muchísima agua, les sugiero la lectura del editorial de abc Color. Para meditar sobre el nivel de responsabilidad del funcionario que es el que indica con poco margen de error la calidad de la burocracia estatal. Mientras tengamos operadores políticos con cargos públicos y no funcionarios estatales al servicio de la ciudadanía nuestra vida cotidiana será difícil y nuestras expectativas de buenos ciudadanos, frustradas. El operador sabe que su cargo depende de la protección y no de su dedicación y eficiencia. Entonces, le importa un coco la institución. Los verdaderos funcionarios estatales son discriminados y no pueden más que rumiar su frustración al ver y sentir en carne propia tantas injusticias. Es que el sistema premia al badulaque y priva a la administración pública de su mejor gente. Delictual y perverso y en consecuencia imperdonable. Tan imperdonable como nuestra actitud de seguir tolerando estas prácticas clientelistas y prebendarías ejercidas por gente que nosotros votamos, elegimos e inclusive defendemos como correlí. Inexplicable. 06 de Noviembre de 2013 La ley despareja El Ministerio de Hacienda exige que Guillermina Arce de Miranda, de 81 años, indigente e iletrada, devuelva en el plazo de diez días la suma de 2.487.348 guaraníes, que cobró en concepto de pensión alimentaria durante seis meses, debido a que nació en Argentina y la norma legal respectiva dispone que los beneficiarios de la pensión deben tener nacionalidad paraguaya natural. El caso sirve para ilustrar la ineficiencia de la administración pública y su irritante discriminación. Es claro que se debe cumplir la ley y que el dinero percibido indebidamente debe ser restituido. Lo que resulta indignante es que la ley rija para una pobre anciana indigente iletrada, que no podía leer la solicitud que firmó, pero no para los corruptos de saco y corbata que saquean al fisco ante la inacción cómplice de los organismos competentes. Que la ley se aplique al débil, pero no al fuerte, viola el más elemental sentido de justicia. abc.py/edicion-impresa/editorial/la-ley-despareja-636398.html
Posted on: Wed, 06 Nov 2013 08:25:41 +0000

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