Buscando la fecalidad - Antonin artaud Allí donde huele a - TopicsExpress



          

Buscando la fecalidad - Antonin artaud Allí donde huele a excremento huele a ser. El hombre podría haberse abstenido de cagar, mantener cerrado el bolsillo anal, pero eligió cagar como eligió vivir en vez de consentir en vivir muerto. Para no defecar debería haber aceptado no ser, pero no aceptó perder el ser, es decir, a morir viviendo. En la existencia hay una cosa especialmente tentadora para el hombre y esa cosas es LA CACA (aquí estruendo) Para existir alcanza con dejarse ser, pero hay que ser alguien para vivir se debe tener un HUESO, no tener miedo de enseñar el hueso y dejar de lado el alimento. El hombre eligió la carne y no la tierra de los huesos. Porque sólo había tierra y madera ósea, y tuvo que ganarse su alimento, no encontró mierda, nada más que hierro y fuego, y el hombre no quiso perder la mierda, o mejor dicho deseo la mierda, y con ese fin sacrificó la sangre. Para conservar la mierda, es decir, la carne, allí donde no había más que sangre y desperdicios de huesos, allí donde tenía poco que ganar, y mucho que perder: la vida. o reche modo to edire de za tau dari do padera coco El hombre, entonces, se ensimismó y huyó. Lo tragaron los gusanos. No consistió en una violación. Fue dócil al lascivo banquete. Lo encontró gustoso, aprendió a hacerse el tonto por sus propios medios y a comer carroña sin miramientos. Pero, ¿de dónde proviene esa execrable bajeza? ¿De que el mundo todavía no está en orden, o de que el hombre tiene apenas una ínfima idea del mundo y la quiere preservar al infinito? Procede de que el hombre, un buen día detuvo la noción del mundo. Se le ofrecían dos caminos: el exterior infinito, el mínimo interior. Se decidió por el mínimo interior. donde alcanza con apretar la lengua el bazo el ano o el glande. Y fue dios, dios mismo quien apuró el movimiento. Y si dios es un ser, es la mierda. Si no lo es no existe. O solamente tiene existencia como el vacío que crece con todas sus figuras y cuya representación más certera es el avance de un grupo innumerable de ladillas. "¿Usted ha enloquecido, señor Artaud? ¿y la misa?" Reniego del bautismo y de la misa. En la dimensión erótico interna no hay acto humano más nocivo que el descenso del presunto Jesucristo a los altares. Descreerán de lo que digo, y puedo observar desde cómo el público se encoge de hombros, pero el denominado cristo es quien ante la ladilla-dios consintió en vivir sin cuerpo mientras una manada de hombres, bajando de la cruz en la que dios creía mantenerlos clavados, se sublevó y ahora esos mismos hombres bien provistos de hierro, sangre, fuego y esqueletos, se adelantan, denostando al Invisible para acabar al fin con el JUICIO DE DIOS.
Posted on: Mon, 07 Oct 2013 00:36:08 +0000

Trending Topics



Recently Viewed Topics




© 2015