«Buscando la palabra conveniente, los escritores y artistas - TopicsExpress



          

«Buscando la palabra conveniente, los escritores y artistas renacentistas trataron de formular ese sentimiento. Probaron diferentes palabras, pero todavía no «creación». El filósofo Ficino dijo que el artista «inventa» (excogitatio) sus obras; el teórico de la arquitectura y de la pintura Alberti, que establece de antemano (preordinazione); Rafael, que conforma la imagen según su idea (idea); Leonardo, que emplea formas que no hay en la Naturaleza (forme che non sono in natura); Miguel Angel, que el artista más bien realiza su visión que imita la Naturaleza; Vasari, que la Naturaleza es vencida por el arte (natura vinta dall’arte); el teórico veneciano del arte Paolo Pino, que la pintura es «invención de lo que no hay»; Paolo Veronese, que los pintores disfrutan de las mismas libertades que los poetas y los locos; Zuccaro, que el artista forma un nuevo mundo, nuevos paraísos (il nuovo mundo, nuovi paradisi); C. Cesariano, que los arquitectos son semidioses (semi-dei). De manera semejante se expresaron los teóricos de la música: Tinctoris (Diffinitorium musicae, alrededor de 1470) exigía la novedad en lo que hace el compositor, definía al compositor como aquel que produce nuevos cantos (novi cantus editor). Aún más claramente se expresaban los que escribían sobre la poesía: G. P. Capriano (Della vera poetica, 1555) afirmó que la invención del poeta nace «de la nada». F. Patrizi (Della poetica, 1586) veía en la poesía una «invención» (finzione), una conformación (formatura), una transformación (transfigurazione). Sin embargo, ni siquiera ellos se atrevieron a usar la palabra «creador». Hasta que finalmente se halló quien lo hiciera: fue un polaco del siglo XVII: un poeta y teórico de la poesía, Kazimierz Maciej Sarbiewski. Escribió no sólo que el poeta «inventa» (confingit), «de cierta manera construye» (quodammodo condit), sino que también, usando al fin ese giro, dijo que «crea de nuevo» (de novo creat), (De perfecta poësi, I. 1). Fue el que se atrevió a usar esa palabra. Incluso agregó que el poeta crea a semejanza de Dios (instar Dei). (...) Consideramos creadores a aquellos cuyas obras no sólo son nuevas, sino que también constituyen una manifestación de una particular capacidad, tensión, energía intelectual, talento, genio. La energía intelectual gastada en la producción de una cosa nueva es la medida de la creación en no menor medida que la propia novedad de esa cosa. Es, en verdad, otra medida de la creación, junto a la novedad. La creación tiene, pues, dos criterios, dos medidas. Pero ambas —la energía intelectual al igual que la novedad— no se pueden medir, únicamente pueden ser evaluadas de manera intuitiva. Es por eso que la creación no es un concepto con el que se pueda operar de manera exacta.» Creación: historia del concepto. Criterios, nº 30, julio-diciembre 1993, pp. 238-257. Wladyslaw Tatarkiewicz
Posted on: Sat, 24 Aug 2013 23:07:21 +0000

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