CANCER, EL CANGREJO No será fácil para el estudiante común - TopicsExpress



          

CANCER, EL CANGREJO No será fácil para el estudiante común comprender este signo porque es el polo opuesto -sicológicamente hablando- del estado de conciencia grupal hacia el cual tiende hoy la humanidad. Resulta difícil diferenciar con exactitud la conciencia de la masa y la conciencia grupal. Los seres humanos están ya en el punto medio, generalmente hablando, entre dos estados mentales, aunque quizás sería más correcto decir que una minoría está llegando a ser consciente del grupo, mientras que la mayoría está saliendo de la etapa de conciencia de la masa, convirtiéndose en individuos autoconscientes. Esto explica gran parte de la actual dificultad mundial y el choque de idealismos. Ambos grupos proporcionan un acercamiento distinto a los problemas mundiales existentes. Este signo constituye una de las dos puertas del zoodíaco, porque a través de él pasan las almas a la manifestación externa, a la apropiación de la forma y a la consiguiente identificación con ella, durante largos ciclos. Es “la puerta que está ampliamente abierta, ancha y fácil de atravesar, que conduce, sin embargo, al lugar de la muerte y a ese largo período de aprisionamiento que precede a la rebelión final”. Existen dos palabras que imparten el propósito y la intención de expresarse en la vida misma. Esto explica la razón por la cual las dos “Puertas del Zoodíaco” se abren ampliamente al impulso y demanda del Espíritu divino. Una es la palabra AUTOCONSERVACION, que produce el impulso de encarnar en Cáncer, puerta que lleva a la expresión del espíritu al plano físico. Cuando la forma constituye el objeto principal de la atención del alma y aquello con lo que especialmente se identifica, este impulso produce la etapa de concreción estática en el signo terrestre de Capricornio. La otra palabra es INMORTALIDAD, el aspecto divino de la autoconservación y principal factor condicionante del proceso creador, que conduce a la total revelación de la vida en la forma. Cáncer y Escorpio son dos signos de naturaleza acuosa. Tenemos en consecuencia, el Cangrejo, el Escorpión con el aguijón en su cola. El Cangrejo, de movimiento lento, identificado con la morada que lleva a cuestas, vive en la tierra (vida del plano físico) y también en el mar (plano de las emociones); el Escorpión, de movimiento rápido, de efecto mortífero para los hombres que lo rodean, es una criatura de la tierra y también el símbolo del Cangrejo transformado, resultado del procedimiento evolutivo, indicando la naturaleza peligrosa del hombre que no se ha transformado, y es, por lo tanto, dañino y peligroso para los demás. El tercer signo de agua es Piscis, que en la antigua Lemuria era representado por una mujer con cola de pez, y el recuerdo de este símbolo es la legendaria sirena. Los peces representan al hombre a quien se lo ha desposeído de la mitad de su signo original por habérsele quitado el símbolo del materialismo, lo cual indica que se ha liberado de la materia. Los tres signos de agua proporcionan una breve y simbólica historia del crecimiento del hombre y del verdadero desarrollo de la personalidad, cuadro que representa la Ley de Causa y Efecto. La conciencia humana es sólo embrionaria en Cáncer, porque predomina la mente de la masa, no la mente individual. En el sendero del discipulado y en todo el desenvolvimiento esotérico, una de las mayores dificultades y el mayor problema del discípulo, es su extrema sensibilidad a los impactos que le llegan de todas partes y su rápida habilidad para responder a los contactos que vienen de “todos los puntos cardinales, y de cada ángulo de la rueda zodiacal, de lo externo y de lo interno, de arriba y de abajo y de todas partes”, según el Antiguo Comentario. Es muy difícil y penoso para el estudiante común de los tiempos modernos captar en Cáncer la conciencia de la masa, pero también le será igualmente dificultoso captar la percepción grupal de la conciencia universal de Acuario. Cuando un hombre es un iniciado, no reacciona a la emoción y al sentimiento, comunes o a las relaciones de la personalidad que se expresan por el placer o el dolor. Todas son vencidas, superadas y oportunamente, la vida acuosa de las reacciones emocionales es sustituida por la vida del amor verdadero e incluyente. Esotéricamente, el control egoico “hace desaparecer” todo vestigio de la vida emocional. Ahora consideraremos brevemente el efecto que producen las influencias de rayo en el hombre nacido bajo el signo de Cáncer. Aquí hallarán ciertas indicaciones básicas sobre la naturaleza y los procesos de la Ley de Renacimiento. Se suele decir que si no se ha alcanzado la perfección, el alma debe retornar y continuar el proceso de perfeccionamiento en La Tierra. Se dice, además, que el deseo insatisfecho constituye el impulso que predispone al ego a tal actividad. Ambas afirmaciones son parcialmente verídicas y genéricas en su efecto, pero sólo verdades parciales e incidentales a otras verdades mayores. Fudamentalmente, no es el deseo el que impulsa el retorno, sino la voluntad y el crecimiento del plan. Tampoco es la necesidad de lograr la perfección final lo que impele al ego a adquirir experiencia en la forma, porque el ego, o yo, ya es perfecto. El incentivo principal es sacrificio y servicio para esas vidas menores que dependen de la inspiración superior (que puede dar el alma espiritual) y la determinación de que ellas pueden, además, alcanzar estados planetarios equivalentes al del alma sacrificada. Con el fin de negar oportunamente el concepto tiempo-espacio y demostrarlo como una ilusión, en Cáncer se abrirá la puerta al alma sacrificada y servidora. Los términos renacimiento y reencarnación son engañosos; “impulso cíclico”, “repetición inteligente, plena de propósito” y “consciente inhalación y exhalación”, describirían con más exactitud este proceso cósmico. Esotéricamente hablando, el punto de mayor interés reside en el hecho de que el renacimiento grupal tiene lugar en todo momento, y la encarnación del individuo es incidental a este gran acontecimiento. Esto ha sido en gran parte ignorado u olvidado, debido al intenso y egoísta interés en la vida y experiencia personales, evidenciado en las detalladas conjeturas sobre el retorno del individuo, expuesto en los libros seudo ocultistas, siendo la mayoría inexacta y ciertamente sin importancia. Es necesario comprender inteligentemente el Plan antes de que pueda surgir con claridad, en la conciencia pública, la verdad real, respecto a la reencarnación. Los grupos de almas vienen cíclicamente y al mismo tiempo a la encarnación, a fin de desarrollar el Plan y permitir que continúe esa interacción entre el espíritu y la materia, la cual hace posible la manifestación y amplía el desarrollo de las ideas divinas, tal como existen en la Mente de Dios. Cuando los objetivos y métodos de actuación del Plan (tal como la Jerarquía lo comprende) sean más familiares en el plano externo de la vida, veremos un cambio total en la presentación de la enseñanza respecto a la Ley de Renacimiento. El renacimiento es, en verdad, una interacción mágica y magnética entre el aspecto forma de la vida y la vida misma. El alma lleva a cabo conscientemente esa interacción, producto de ambos factores relacionados. Esta afirmación es en sí compleja y difícil y está muy lejos de poderse captar. Sugeriría a los investigadores que el tema del “impulso cíclico” sea encarado desde el ángulo del grupo, olvidando, al hacerlo, el espejismo de la impresión personal. Cuando los principales grupos reencarnantes sean así diferenciados y su trabajo, en muchos sectores del cuarto reino sea visto con más claridad, entonces se comprenderá mejor el tema, evocando la actitud de la intuición. Esto demuestra un segundo hecho importante, es decir, que en este tiempo será únicamente posible trazar el progreso de las almas evolucionadas que han encarnado y no la aparición cíclica de las no evolucionadas. Estos “entes materiales” deben ser salvados por las más avanzadas. El tema del servicio y del sacrificio aparece irreconocido a través de la historia. La clave para comprender estos factores salvadores reside en la venidera capacidad intuitiva para reconocer a los grupos reencarnantes, como grupos y no como individuos, mediante sus cualidades de rayo. Los grupos son regidos por los signos astrológicos y por los rayos, así como lo son los individuos, y estos rayos los afectan por medio de los planetas regentes. La historia futura será la de los Planes de Dios en evolución, cuando se desarrollan por medio de los grupos de almas servidoras que vendrán a la encarnación física influidos por la “dualidad divina”, para llevar adelante el desarrollo de las vidas que constituyen las formas, a través de las cuales trata de expresarse plenamente la divinidad. La relación que existe entre el cuarto rayo y el cuarto reino de la naturaleza es, hasta la fecha, una influencia predeterminante de todos los conflictos mundiales y las causas de las guerras y conflictos a través de las edades. El tema de este rayo es “Armonía a través del Conflicto”, y el aspecto inferior de la energía del rayo que produce conflicto ha controlado hasta ahora, y culmina actualmente debido al ímpetu de la entrante nueva fuerza de Shamballa. A medida que se agota (y esto acontece rápidamente), habrá un cambio de orientación hacia ese rayo mayor -el segundo rayo de Amor-Sabiduría- del cual el cuarto rayo es un aspecto. Esta energía de segundo rayo está muy potentemente enfocada a través de la constelación de Géminis, vía Júpiter. Entonces se inaugurará un extenso ciclo de desarrollo benéfico, donde el conflicto esencial para la interacción de las dualidades será estabilizado en el plano mental y cambiará totalmente la civilización del mundo, bajo la influencia de las almas servidoras y salvadoras del quinto reino. También es importante recordar que al estudiar la fuerza de los rayos y sus efectos en Cáncer, debemos hacerlo desde el ángulo de la mentalidad y reacción de la masa, y no del individuo. Este es uno de los signos de síntesis y de fusión relativa que se produce en el nivel inferior de la espiral y significa la fusión del cuerpo físico con el alma, pero sólo en las etapas embrionaria y síquica, aún no individualizadas. Esta es la etapa de la reacción de la masa para los entrantes Hijos de la Luz. Todo el tema del zodíaco puede encararse desde el ángulo de la luz, su desarrollo y acrecentada irradiación y la gradual demostración de lo que llamamos “la Gloria del Uno”. El modo de desarrollar esta luz interna y su exteriorización, permanecerá siendo, durante mucho tiempo –desde el punto de vista de sus efectos cósmicos- uno de los secretos de la iniciación. Los seres humanos que no poseen visión iniciática tienden a interpretar todos los signos y sus efectos en términos del hombre individual, mientras que el propósito de su influencia coordinada es tanto planetario, como solar y cósmico. El iniciado que ha recibido las tres iniciaciones inferiores se ocupa de allí en adelante de los efectos que producen las energías cósmicas en el planeta, e incidentalmente en el cuarto reino de la naturaleza; y del estudio mental superior de sus efectos, a medida que producen cambios básicos y fundamentales en la vida del sistema, que a su vez afectan a nuestro planeta, a los reinos de la naturaleza e, incidentalmente, a los seres humanos. Podrá observarse, por lo tanto, que a medida que se producen los cambios evolutivos y se desarrolla progresivamente la conciencia humana, la planetaria y la solar, las influencias que afluyen desde las constelaciones, vía sus intermediarios, los planetas, producirán cambios muy diversos y acontecimientos significativos, a los cuales responderá el hombre, consciente o inconscientemente, según su grado de desarrollo. La respuesta del individuo de Cáncer, sujeta a las influencias entrantes y a su medio ambiente, será distinta de las del discípulo y del iniciado y las de éstos diferirán en cada signo, completando así el desarrollo humano. En relación al estudio astrológico, es esencial para su debida comprensión que el astrólogo sepa si el sujeto es poco evolucionado, si es evolucionado, o si se halla en alguna de las etapas del Sendero. Hay mucho que tener en cuenta en la nueva astrología esotérica –predicción, interpretación desde el punto de vista de la personalidad y del alma, indicaciones del carácter, así como también un detenido estudio de la Ley de Renacimiento, a la que se puede llegar por la comprensión de las influencias de Cáncer. Toda la historia de la astrología en realidad se basa en la interacción mágica y magnética para producir la exteriorización de la realidad interna. La energía enfocada en Cáncer se convierte en un punto focal magnético que conduce al proceso de la encarnación. A través de la puerta de Cáncer corre “ la luz mágica y magnética que guía al alma al oscuro lugar de la experiencia”. Similarmente, la atracción mágica de la energía de Capricornio en la rueda de retorno de la manifestación o del discipulado, invariablemente aparta al alma constantemente, de la vida de la experiencia y la forma y constituye “la luz radiante que guía al alma sin peligro hacia la cumbre de la montaña”. El reconocimiento de esto dilucida el hecho de que, en tiempo y espacio, el factor controlador y la condición determinante lo constituye la sensibilidad hacia la vida de la forma que posee el alma encarnada y que la lleva a la encarnación a través de la puerta de Cáncer, o la vida del alma, conduciéndola a la iniciación a través de la puerta de Capricornio. Cuando las energías que afluyen a los signos del zodíaco y a través de ellos son atraídas hacia la expresión de la forma, el resultado de la interacción entre los signos opuestos, conduce a un especto definido de la manifestación de la personalidad, determinado en gran parte por el rayo de la personalidad. Cuando la tendencia de la vida está en proceso de ser extraída de la forma y el alma se halla en proceso de revelarse, entonces tenemos el énfasis egoico, lo cual ha sido determinado por la naturaleza del rayo egoico o del alma. Aquí se conocerá la necesidad de conocer el grado de evolución del individuo cuyo horóscopo está en consideración. Quisiera indicar que al estudiar cualquiera de los signos será conveniente considerar al mismo tiempo su signo opuesto o de culminación. PLANETAS REGENTES La Luna, gobernante exotérico y Neptuno, gobernante esotérico, transmitiendo las energías de la naturaleza síquica inferior y de la forma, más la tendencia a realizar por medio del conflicto, rigen a Cáncer directa o indirectamente en forma muy potente. Controlan la forma y la naturaleza síquica inferior y producen el campo de batalla donde ambos “enfrentan el conflicto final”, siendo su analogía superior, el alma y el espíritu, porque la materia es espíritu en su grado inferior y el espíritu es materia en su grado superior. En estas palabras tenemos la verdadera clave de la relación Cáncer-Capricornio. Así queda preparado el escenario para la aparición del alma en la forma. Es un estudio interesante comparar los efectos de las influencias de rayo cuando encuentran su expresión final en Cáncer y observar: 1. El hombre no evolucionado, a medida que expresa el control que ejerce la forma. 2. El hombre evolucionado, el iniciado y el Salvador, a medida que demuestran el control que ejerce el alma. Las fuerzas que controlaron al alma mientras había estado dominada por la forma, se convirtieron en instrumento para el servicio mundial. Sólo es posible dar unas pocas indicaciones. Dos planetas están exaltados en este signo: Júpiter y Neptuno. Como es un signo de renacimiento, ambos planetas indican el desenvolvimiento afortunado, el oportuno empleo del aspecto forma y el desarrollo de la sensibilidad síquica superior o inferior. Estos son desarrollos muy importantes para el alma que ha elegido encarnar. La construcción de las formas adecuadas y el empleo y el control de la forma son esenciales si se quiere colaborar correcta e inteligentemente con el Plan de Dios. Júpiter garantiza esto en Cáncer desde la etapa inicial del nacimiento. El amor como relación con la divinidad, y la sabiduría como relación con la forma, residen detrás de los propósitos del alma. En tiempo y espacio, durante largos eones, la forma controla y oculta al alma. Esto también es verdad respecto a la fluida naturaleza síquica. Ambos (aspecto forma y naturaleza síquica) alcanzan oportunamente una perfección concreta en Capricornio, para llegar a ser otra vez en Cáncer el instrumento perfecto de servicio que el iniciado maneja cuando trata de prestarlo a la masa, en vez de estar envuelto y perdido en las masas. El poder de Saturno en este signo lleva a cabo los fines y propósitos de las energías gobernantes, o rayos de Armonía a través de los conflictos (la Luna y Mercurio) y de Neptuno, porque en Cáncer, Saturno está en su lugar de detrimento, trayendo situaciones y condiciones difíciles que llevarán a la necesaria lucha. Esto convierte a Cáncer en una prisión simbólica y acentúa los sufrimientos y penas de una orientación errónea. El conflicto del alma con su medio ambiente -llevado a cabo consciente o inconscientemente- conduce a las penalidades de la encarnación y provoca esas condiciones de sufrimiento que el alma voluntariamente ha emprendido cuando –con los ojos abiertos y la clara visión- eligió el sendero de la vida terrena con sus consiguientes sacrificios y dolores, a fin de salvar las vidas con las cuales tuvo afinidad. La mente, el empleo del conflicto y la vida de la forma, son los factores que contribuyen a conducir al alma por el camino de la encarnación. El instrumento que trae la liberación es, en último análisis, el empleo y control correctos del órgano de iluminación, la mente. De allí el necesario énfasis puesto siempre sobre la meditación cuando el aspirante despierta a la oportunidad espiritual. La fuerza que se genera a través del conflicto y la constante lucha, acrecientan constantemente la reserva de fuerza y poder que permite al aspirante pasar las pruebas finales del discipulado en Escorpio y enfrentar valerosamente en Capricornio las experiencias de la iniciación y la ruptura de todas las ataduras forjadas en los procesos de la encarnación. En las palabras, el Verbo del alma, se indica el objetivo de la existencia en Cáncer y el propósito por el cual ha encarnado: “Construyo una casa iluminada y moro en ella”: El método temporario que ha de seguir la personalidad también se expone con claridad cuando se nos dice que el Verbo pronunciado por el alma al encarnar es: “Que el aislamiento sea la regla y sin embargo la multitud exista”. Este signo puede tener para todos un profundo significado. Ahora bien, al estar en proceso de encarnación siguen al camino que han elegido. ¿Está aún iluminada la casa que están construyendo? ¿Es una morada iluminada o una oscura prisión? Si es una morada iluminada su luz atraerá y dará calor a quienes están a su alrededor, y la atracción magnética del alma, cuya naturaleza es luz y amor, salvará a muchos. Si todavía son almas aisladas, tendrán que pasar por los horrores del aislamiento y la soledad más absoluta, recorriendo solos el oscuro camino del alma. No obstante, este aislamiento, soledad y separación, en la oscura noche, son parte de la Gran Ilusión. Es una ilusión en la cual toda la humanidad está sumergida como preparación para la unidad, libertad y liberación. Algunos se pierden en la ilusión sin saber qué es la realidad y la verdad. Otros caminan libremente por el camino de la ilusión con el propósito de salvar y elevar a sus hermanos. Si ustedes no pueden hacerlo, tendrán que aprender a caminar. Extractado de: ASTROLOGÍA ESORTERICA – Alice A. Bailey.- (TRATADO SOBRE LOS SIETE RAYOS - TOMO III ).-
Posted on: Wed, 19 Jun 2013 13:30:42 +0000

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