CAPITULO 151 En el despacho Lucía: Sinceramente no sé de - TopicsExpress



          

CAPITULO 151 En el despacho Lucía: Sinceramente no sé de qué quieres hablarme (da un giro para mirarlo de frente y se cruza de brazos). Todo está más que claro. Emiliano: Te equivocas. Cometí un error y debo disculparme contigo. Lucía: ¡Cuanta madurez! ¡Demasiada para las escenas que tuve que presenciar esta noche! (visiblemente molesta) Emiliano: Estuve mal al no decirte que Melissa seguía en la casa. Pero no quiero que pienses que sigo junto a ella, Lucía: ¿Ah no? Pues a mí me pareció todo lo contrario. ¿Entonces como se explica que ella esté aquí? Emiliano: Es que cuando decidimos separarnos, Melissa me pidió que le permitiera quedarse. Ella no tiene familia aquí en México y... Lucía: ¡Por Dios Emiliano! ¡Con la fortuna que recibirá por el divorcio podrá vivir como le plazca! ¡¿Vas a decirme que tú no podías ubicarla en otro sitio?! Emiliano: (nervioso, movía las manos) Entiéndeme Lucía me suplicó... la vi tan débil, recién repuesta de su enfermedad... Lucía: ¿Sabes que me molesta? ¡Que en algunos casos te conviertas en el hombre más ingenuo sobre la tierra! Por Dios Emiliano, ¡tú no eres así! ¿O acaso te dio algo a cambio? Emiliano: ¿Qué estás diciendo, Lucía? ¡Mi relación con Melissa está terminada! Lucía: (camina alrededor del despacho) A ver... Y dime tú, ¿cómo quieres que reaccione? (lo mira) ¿Cómo te sentirías tú si yo continuara viviendo con Andrés? Emiliano: Lo sé, lo sé... Y no estoy diciendo que no estés en lo cierto. Solo te estoy pidiendo que entiendas mis motivos (se acerca a ella y la toma por los brazos). Lucía: (da unos pasos hacia atrás) Pues, lo siento, pero no los entiendo. Como tampoco comprendo cómo puedes continuar conviviendo con ella sabiendo que quiere retenerte a su lado. Con solo ver cómo se comporta, cualquiera puede darse cuenta de la forma en que te seduce. Emiliano: Pero yo no siento nada por ella. Por eso para mí no es una tentación. Lucía: ¡Por favor Emiliano! ¡Calla mejor! Tú eres hombre, han sido una pareja... Y déjame decirte, ella sabe muy bien como buscarte... Emiliano: Mi amor... Ya pronto se irá de la casa. No tienes razones para estar celosa. Lucía: ¡No son solo celos Emiliano! Me molesta que me lo hayas ocultado y me molesta que esa mujer siga ocupando un lugar que según me dijiste hace unos días, ya no era suyo. Emiliano: (la toma por el rostro) Perdóname. Debí habértelo dicho antes. Lucía: (quita las manos de él sobre su rostro) Perdóname tú, pero para mí no es tan fácil, y sinceramente, no tengo ganas de seguir hablando contigo. Así, Lucía salió rápidamente del despacho y dejó en él a un Emiliano aturdido que reconocía su error pero no sabía cómo remediarlo. Ya de regreso en la fiesta, Lucía conversó un rato con Fernando cerca del recibidor para distenderse y dar lugar a la calma. Emiliano se sirvió un scotch y permaneció a solas al costado de la escalera. Desde allí, no dejó de observarla ni un momento. Ella captó sus miradas, las cuales expresaban un deseo inmenso de besarla pero un anhelo aún más grande de ser perdonado por su tonta falta. Ya se había hecho tarde. Muchos de los invitados habían partido y solo algunas parejas bailaban en el centro. Victoria le había indicado al disc jockey que pusiera algunos lentos para bailar junto a Gabriel. Carolina hacia lo mismo, e incluso Iñaki había invitado a Andrea a la pista con la excusa de llegar a conocerla un poco más. La presencia de Alejandro ya no podía salvar a Lucía, porque se había retirado hace rato. Ella había pensado hacer lo mismo, pero Victoria la había convencido de quedarse ya que quería irse con ella para pasar la noche en su apartamento. Según la muchacha, para disfrutar un poco de su mamá sin la presencia de sus pesados hermanos. Melissa buscaba conversación en Emiliano, quien solo por cortesía le respondía. Lucía permanecía todavía cerca de la salida. Fue como respuesta a un impulso que el guapo de ojos verdes se excusó con Melissa y fue hacia Lucía una vez más... La tomó de la mano y la llevó a bailar con él. Ella balbuceó un “¿Qué haces?” que él simuló no escuchar pero luego se entregó a sus brazos. Ante la atenta mirada de los presentes, Emiliano aferró a Lucía a su cuerpo agarrando su cintura con ambas manos y le dijo... Emiliano: Solo baila conmigo. Ella suspiró, cerró sus ojos, pero cedió. Tomó a Emiliano por el cuello y se dejó llevar por la música de Phil Collins. La mayor parte del tiempo ella evitaba sus ojos, pero Emiliano la provocaba oliendo su cabello, apretándola más contra sí, y mirándola con deseo. Es que necesitaba hacerle saber que más allá de su error, la amaba y ansiaba que nada cambiara entre ellos. Lucía: Sinceramente no sé qué quieres lograr con esto. Emiliano: (a su oído) Quiero que los demás sepan que a pesar de las apariencias, tú y yo estamos juntos. Lucía: Nosotros no estaremos juntos hasta que tú tomes las riendas de tu vida. Buenas noches.
Posted on: Thu, 28 Nov 2013 01:15:14 +0000

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