CAPÍTULO XXII – NOVEDADES EN EL FRENTE Tras haber retornado a - TopicsExpress



          

CAPÍTULO XXII – NOVEDADES EN EL FRENTE Tras haber retornado a su casa, Diego daría inicio a su rehabilitación. Sus ánimos estaban bien en alto y se encontraba muy motivado, ya que aquella desgracia con suerte le permitiría promover dos situaciones que lo llenaron de alegría: En primer lugar, el regreso de su padre a casa y el reencuentro entre Hugo y Gin, lo que hacía que Diego se ponga muy feliz de ver la reafirmación del amor entre sus padres. Pero en segundo lugar y lo que más llenaba su alma de felicidad, era aquella declaración que Perla le hiciese cuando fue a verlo durante su internación. Esas situaciones, llenaban su alma y su espíritu de felicidad, lo que le permitiría avanzar enormemente en la rehabilitación, al punto tal de que en una semana ya poseía fuerza suficiente como para trasladar determinados objetos. Todavía debía trabajar fuertemente en la parte motriz, ya que la lesión recibida en la columna vertebral era muy complicada, por lo que resultaba muy difícil que se largue a caminar en corto plazo. A todo esto, nunca estaba solo, ya que sus amigos solían ir a visitarlo, pero quien vivía todo el tiempo al lado de él, era su prima Valeria, quien se había convertido en su asistente personal. Una tarde, Bosco fue a visitar a Diego con una noticia muy importante para darle. Al verlo sentado en su silla de ruedas, con la pose de uno de esos patriarcas poderosos que manejan sus negociados desde las sombras, se impresionó mucho y exclamó: - ¡Virgen María, mira lo que te hiciste cabrón! - Me vas a decir que no te lo han comentado ¿no? - Me lo han comentado, pero no imaginé que iba a ser tanto. - Es que ha sido demasiado. Casi pierdo todos mis órganos a causa de ese accidente. - Pero lo importante es que sigues con vida. - Eso sí que es importante – dijo Diego y apuntó hacia el tema que quería hablarle Bosco – A propósito, ¿Qué era eso tan importante que tenías para decirme? - Tengo una muy buena noticia para ti. Vuelves a correr. – dijo Bosco celebrando - Bosco, ¿es una broma de mal gusto, no? – respondió Diego con cara de pocos amigos. - Para nada. El equipo tiene pensado desarrollar una unidad experimental para discapacitados motrices. ¿Y a que no sabes quien fue elegido para la prueba? ¡Tú mi amigo! ¿No te pone contento? Diego al escuchar estas palabras de parte de Bosco se sintió muy molesto y le contestó: - ¿Acaso crees que tengo "Ténganme Lástima" escrito en la frente? ¿Qué se piensan estos desgraciados del equipo? ¿Estuvieron esperando a que tenga esta desgracia para que me vuelvan a convocar, como diciendo "Oh, qué lástima, levantemos su ánimo"? Cuando estaba entero me botaron sin motivo ni razón valedera ¿y ahora quieren que vuelva? Hasta el día de hoy no recibí un formal pedido de disculpas. Que se guarden su proyecto donde más les guste. O me convocan entero, con un pedido formal de disculpas mediante, o que se olviden de mí. - ¿Terminaste? – preguntó Bosco con cierta ironía - No… Tengo aun muchos cartuchos para descargárselos a esos desgraciados. - Diego, cálmate. ¿Sabes quién fue el que promovió que se haga este desarrollo? Fue tu padre, tratando de pensar en ti. - Pues yo digo no. O me convocan entero o que se olviden de mi. - Está bien – dijo Bosco viendo que no iba a poder hacer entrar en razones a su amigo. Y queriendo finalizar este tema, decidió cambiar el enfoque de la charla – A propósito, ¿Cómo sigues con el tema de tus amores? A Diego se le iluminó una sonrisa en el rostro, ya que nada más le agradaba en ese momento que hablar de Perla. Con lujo de detalles, le contó a su amigo todas las alternativas de lo que le había sucedido, desde su encuentro cara a cara con la muerte, la confesión de amor a Perla y el reencuentro de sus padres. Estas palabras pusieron contento a Bosco, quien expresó: - Me alegra mucho oír eso amigo. Me alegra que quieras darle una oportunidad al amor. Te felicito. Y me alegro también por el reencuentro de tus padres. - Sí. Lo único malo que todavía me queda por resolver, es su madre. Me odia a más no poder. - Bueno ese tema a la larga lo solucionarás – alentó Bosco. - ¿Y tú? Nunca me cuentas estas cosas de tus amores por ahí, siempre soy yo el que cuenta todo. Estoy en desventaja – reclamó Diego. - Eso no te lo pienso comentar. Ni una sola palabra. Es secreto de Estado – largó Bosco. - Anda no seas cobarde, cabrón. Eso no se vale. Yo te vengo, te cuento toda mi vida ¿y tú no dices nada? Así no funcionan las cosas, así qué… Desenvaina cabrón. – desafió Diego. Bosco resopló antes de contestar, pero tenía razón. No tenía por qué mentirle a su amigo. - Sabes, en realidad siempre fui un cobarde con las chicas. Siempre les tuve miedo. Nunca me recuperé de mi primer "no" y siempre tuve miedo de que se repita – se sinceró Bosco. Diego lo miró sonriendo y le respondió. - Pues a la larga lo vamos a solucionar. Si tú solo no puedes, estoy yo que soy tu amigo ¿Vale? Bosco estrechó la mano de Diego dándole las gracias. Al rato miró la hora y se excusó porque debía volver a la fábrica. Se despidió de su amigo y volvió a sus ocupaciones. Por su parte Diego comenzaría a retomar su rehabilitación, pero en esta oportunidad, acompañado por su madre Gin. Ella lo ayudaría a practicar pintura artística para poder recuperar velocidad en sus reflejos. Con el paso de los días, Diego a los dos meses ya dominaba el pincel y sus manos comenzaban a recobrar la ligereza que lo caracterizaba. Sin embargo, su gran preocupación era la de poder empezar a caminar cuanto antes. Tenía muchas ganas y deseos de ir a buscar a Perla, caminando hasta su casa, para llevarla a pasear por el parque. Sin lugar a dudas, era la batalla más difícil que le tocaba librar. Mientras ese encuentro entre amigos se sucedía, Hugo se encontraba en su oficina. Había un tema que lo estaba preocupando y ese tema era el mensaje que le dejara su amigo Pollo, durante su última visita al cementerio. No podía explicarse, como Pollo pudo haber tenido un hijo y que él se entere, después de muerto, que así fue. Sin embargo, había conocido a una persona que le dio todas las pautas posibles como para que comience a levantar sospechas. Esa tarde, se dispuso a diagramar como convencer a esa persona, a realizarse un análisis de ADN para conocer su verdadera identidad. A la mañana siguiente, Hugo citó a Bosco a su despacho. Tenía una propuesta muy importante para hacerle, pero antes, quería conocerlo un poco más. Bosco se hizo presente en diez minutos: - ¿Quería verme jefe? – preguntó Bosco. - Sí, por favor. Toma asiento. – invitó Hugo. Bosco obedeció y siguió la conversación: - Muy bien, aquí me tiene. Dígame ¿de qué se trata? - Bosco… Hay algo un tema muy difícil que quisiera dialogar contigo. Quisiera saber si se puede tocar ese tema. - Pues no sé de qué me habla. – dijo Bosco perplejo. - Mira, es un tema muy difícil que hace rato me viene llenando de dudas respecto a ti. ¿Será que podremos tocarlo? – pidió Hugo. - ¿Con respecto a mí? ¿Y que puede ser? – preguntó Bosco aun más intrigado. Hugo trató de hacer entrar a Bosco en el tema preguntándole indirectamente - Bosco… ¿Qué edad tienes? - 32 años… ¿Por qué? - ¿Tú sabes algo de tu familia? – volvió a preguntar Hugo. - No entiendo a dónde quiere llegar jefe – respondió Bosco. - Bosco, no te sientas presionado. Presiento algo en ti y me gustaría poder conocerlo aun más a fondo. Bosco resopló un poco antes de seguir, pero igual le respondió a su jefe. - Lo que le voy a contar es algo muy duro para mí. Confío plenamente en usted por dos razones más que válidas: Es el padre de mi mejor amigo y es el hombre que me está dando la posibilidad de trabajar. – respondió Bosco. - Adelante, no tengas miedo. – alentó Hugo. Bosco tomó coraje para seguir. - Cuando era niño, mis abuelos fueron quienes me criaron. Ellos eran los padres de mi mamá. Según lo que me contaron cuando cumplí la mayoría de edad, ella me tuvo muy joven, a los 16. Luego de eso, ella se puso depresiva y se suicidó dos años después, ya que no sabía cómo iba a lidiar conmigo. Mis abuelos tuvieron el buen gesto de cuidarme y criarme. Y sobre mi padre, nunca supe nada. Según ellos, era una mala persona y se había fugado dejando a mi madre embarazada de mí. Nunca supe nada de él. – relató. Hugo apoyó sus manos sobre el escritorio y se quedó pensando en lo que Bosco le había relatado. - Bosco, tengo algo muy importante que decirte respecto a tu pasado. Bosco se retrajo asustado - ¿Qué quiere decirme? - Quiero preguntarte si estás dispuesto a realizarte un examen genético. - ¿Cómo dice? ¿Acaso existe la posibilidad de que usted sea mi padre? – preguntó Bosco. - No. No es así. Sin embargo, creo saber quién es tu padre. Solo necesito saber si estás dispuesto a saberlo y si se diera que eres hijo de esa persona, que me permitas contarte la otra mitad de la historia. – propuso Hugo. - Si es así, pues déjeme decirle que si se puede realizar ese examen ya mismo, estoy dispuesto a hacerlo. – se comprometió Bosco. - Muchas gracias Bosco. Puedes retirarte. – agradeció Hugo. Tras esta reunión, Hugo comenzó a trabajar en los trámites judiciales para comenzar el análisis de ADN entre Bosco y el fallecido Pollo. Una vez autorizado a realizarse el examen, fue tomada una muestra ósea del cuerpo de Pollo y fue genéticamente comparada con el ADN de Bosco. Al día siguiente, Hugo y Bosco fueron a buscar los resultados: - ¿Preparado? – preguntó Hugo. - Que sea lo que Dios disponga – respondió Bosco. Una vez que el sobre de los resultados llegó a sus manos, lo abrieron y vieron su contenido. Al leer los resultados, Hugo esbozó una sonrisa por lo que decía: "El examen genético realizado a partir de una muestra ósea, del occiso identificado como Tristán Navarro (el nombre real de Pollo), arroja una probabilidad de paternidad del 99,999997%, sobre el paciente Bosco Urrutia". Hugo se puso muy feliz de saber que por fin había cumplido con el pedido que le hiciera su amigo desde el más allá, sin embargo, Bosco no compartía esa alegría, ya que se trataba del hombre que según sus abuelos, lo había abandonado antes de nacer. - ¿Qué sucede Bosco? ¿No te alegra saber que has encontrado a tu padre? – preguntó Hugo - Es el hombre que me abandonó antes de nacer ¿Qué debo festejar? – respondió Bosco. - Bosco, si tú me permites, te contaré la verdad respecto de tu padre – propuso Hugo. Ambos se sentaron en una plaza y Hugo comenzó a narrar – Cuando conocí a tu padre, teníamos 20 años cada uno. Yo estaba estudiando Ingeniería y venía yendo a buen ritmo, pero cuando descubrí a mi madre que engañaba a mi padre con el vecino, fue que dediqué mi vida a la rebeldía. En esas salidas fue que conocí a tu padre, a quien apodaban Pollo. Pollo fue mi amigo, mi hermano y mi mano derecha. Cuando le conté los motivos de mi rebeldía, el me contó los suyos. Cuando tenía 13 años, conoció a una muchacha tres años mayor que él. Tuvieron una aventura amorosa y con ella conoció el amor por primera vez. Sin embargo, las cosas no fueron bien planeadas y terminaron concibiéndote. Los padres de tu madre hicieron todo para que ellos no puedan verse. Aunque no me creas, tu padre hizo de todo por querer volver a ver a tu madre, hasta que ella terminó botándolo por presión de sus padres. A partir de allí, nunca supo como canalizar su impotencia y comenzó a dedicarse a la rebeldía. Nunca supo de tu existencia, ya que tus abuelos le ocultaron siempre la verdad. Es más, ni siquiera sabía del trágico destino final de tu madre. – confesó Hugo. - ¿Cómo murió? – preguntó Bosco. Hugo agachó la mirada con dolor debido a lo que en él causaban esos duros recuerdos. Bosco volvió a repreguntar. - Jefe, dígame por favor ¿Cómo murió mi padre? Debo saberlo. - Bosco, esa historia es la que me toca sufrir a mí. Fue muy duro lo que había sucedido. Cuando Pollo y yo éramos amigos, frecuentábamos mucho las carreras clandestinas de motos en el puerto. Yo sabía competir en ese tipo de carreras, debido a que eran competencias de mucho peligro. Recuerdo que existía un estilo de competencias que se llamaba "carrera de siamesas", donde cada competidor subía en su parte trasera a una muchacha que se sentaba a espaldas de él, atada a su piloto con un cinturón grueso. A pesar que él tenía su motocicleta, nunca se había animado a participar en ese tipo de competencias y siempre permanecía al costado del camino acompañándome, mientras yo competía. Recuerdo que en los últimos días de su vida, había encontrado nuevamente el amor. Esa muchacha hoy es mi amiga y es mi concuñada. El día que murió, Pollo se animó a competir en una carrera de siamesas junto a su novia. La carrera fue muy peleada, debido a que, al no existir reglas, los competidores pueden apelar a las trampas. Y él fue víctima de una de ellas. Según me relató Katina, en esos últimos metros estaban por ganar la competencia, pero una mala maniobra de su adversario, provocó que pierda el control de la moto y se termine estrellando, muriendo de forma instantánea. Esa misma noche también sufrí, ya que en una escena confusa perdí para siempre al gran amor de mi vida. Nunca me pude perdonar el no haber protegido a Pollo de ese destino final. – terminó de relatar Hugo. - Pero ahora no comprendo ¿Cómo es que supo usted que o podía ser hijo de él? - Aunque no lo creas, tuve un sueño donde tu padre me decía que te busque y te proteja. No sabía lo que me decía. Después, me enteré por Diego que estabas encarcelado y fue ahí donde comencé a sospechar de ti, ya que tienes muchas cosas que te hacen coincidir con él. Y fue así, que sobre la tumba de tu padre, me juré protegerte, a partir del momento en que sepa la verdad. Bosco se sorprendió por lo que Hugo le contó y se emocionó mucho. - Entonces… ¿Me dejas darte la bienvenida a mi familia? – preguntó Hugo - Por supuesto "viejo". Ser tu hijo y ser el hermano de Diego, fue el sueño que siempre quise: Una familia como la de ustedes. – respondió Bosco. Hugo lo estrechó en un abrazo y en sus pensamientos le comunicaba a Pollo que nuevamente la familia estaba unida. Aquella noche, luego de conocida la verdad, Hugo, Diego y Bosco fueron a brindar al bar de Rosana, donde Diego conseguiría hacer que Bosco y Canela, congenien y terminen formando una nueva pareja. La felicidad de Bosco a partir de ahí fue infinita y su pasado entre odios y dolores, quedaría sepultado para siempre.
Posted on: Mon, 19 Aug 2013 07:41:51 +0000

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