CARTA ABIERTA DE LOS TRABAJADORES DEL FFCC SARMIENTO... Buenos - TopicsExpress



          

CARTA ABIERTA DE LOS TRABAJADORES DEL FFCC SARMIENTO... Buenos Aires, Noviembre de 2013, A los usuarios del ferrocarril, A las víctimas de las masacres, A los ciudadanos de nuestro país, Al ministerio del Interior y de Transporte, Al gobierno Nacional, poder Legislativo y Judicial de la Nación. Ante la nueva tragedia protagonizada el pasado 19 de octubre, la campaña del gobierno culpando de las mismas a los ferroviarios y la medida desesperada tomada por el ministro Florencio Randazzo de rescindir las concesiones en el Sarmiento, los trabajadores del Sarmiento nos vemos obligados nuevamente a dar nuestra opinión y, esencialmente, señalar una vez más cuál es la salida de fondo que proponemos para terminar con las muertes, y poder brindar un servicio seguro, eficiente y accesible para millones que lo necesitan. Ya que, de lo se trata, es evitar que centenares de personas tengan que perder su vida al tomar un tren precisamente cuando lo hacen para intentar ganársela cotidianamente. 1-El gobierno miente: ¡los trabajadores no somos los culpables! Desde la masacre de Once, luego la de Castelar y ahora la nueva tragedia ocurrida este mes, lo único que ha hecho el gobierno es intentar mostrar que los trabajadores tenemos la culpa, amparándose, como siempre, en el famoso “error humano”... ¡siempre del motorman! y acusándonos de no prestar colaboración perdiendo miles de horas de trabajo. Lo mismo ha hecho el kirchnerismo en su momento con los docentes, tildándolos de vagos, o meses atrás, contra los trabajadores petroleros cuando reclamaban salarios dignos en el sur del país. Rechazamos de plano estas acusaciones y a los personeros de las mismas, como el repudiable Luis D´Elía. Una campaña sucia y antiobrera para intentar encubrir el saqueo ferroviario que continúa con las privatizaciones menemistas. Una estructura privatizadora y corrupta cuyos responsables son el gobierno, los empresarios y los dirigentes sindicales mafiosos, no los trabajadores. Al contrario de lo que dice el gobierno, los trabajadores han perdido horas de trabajo en base a la limitación de tareas por el vaciamiento al que hemos sido expuesto más allá de la deuda en materia salarial y condiciones de salud laboral que mantienen las empresas y el propio gobierno con los trabajadores. Desde el Cuerpo de Delegados hemos presentado siempre pruebas tras pruebas alertando que si no se tomaban medidas de fondo, esto iba a ocurrir. Donde se tenían que destinar los millonarios subsidios al ferrocarril, no para los bolsillos de los empresarios (antes TBA-Cirigliano, ahora Roggio-Romero). No nos escucharon. Prefirieron desoír nuestro alerta -igual que el de distintos organismos, como la Defensoría del Pueblo y organizaciones de usuarios- que hubieran evitado un “cromañón ferroviario”, algo que lamentablemente se dio. En vez de atender nuestros reclamos el gobierno nos tomó siempre de “enemigos”. ¿Acaso no fue eso lo que intentó hacer Aníbal Fernández y la justicia acusando falsamente a nuestro dirigente Rubén Sobrero que había quemado trenes con una causa armada para criminalizar a quienes venimos denunciando el vaciamiento del ferrocarril? Lo mismo hizo ahora el secretario de seguridad Sergio Berni ante el nuevo choque, hablando de un supuesto “sabotaje”. Igual a lo que hacía TBA que siempre hablaba de atentado, sabotaje, complot) para desviar la atención y seguir lucrando con los fondos del estado y el desguace ferroviario. 2-“Las camaritas no frenan”. Así señaló el motorman de la tragedia de Castelar. Con razón, dijo que, por más camaritas que se pongan, si no hay frenos, habrá tragedias. Hace años venimos denunciando que todos los protocolos de seguridad se vienen violando desde hace 20 años, cuando comenzó el proceso privatizador, pasando el tema a ser una variable de ajuste para las empresas. En dos décadas de privatización, se acumularon más accidentes que en los 136 años anteriores de existencia del ferrocarril. Hemos dicho una y mil veces que no avalamos a maquinistas hablando por teléfono, leyendo un libro o durmiendo cuando se maneja un tren. Pero repudiamos la campaña del gobierno de usar las camaritas con el solo objetivo de criminalizar el trabajo de los operarios, no para prevenir las tragedias. Consultado el ex piloto de avión Enrique Piñeyro sobre el tema, señala que las camaritas no sirven de nada porque no están al servicio de prevenir. Que siempre va a haber falla humana, y cuando la haya, tiene que haber un “plan B” para evitar sus consecuencias. Siempre hay error humano. Pero tanto en el ferrocarril, como en los aviones o en cualquier transporte donde viajan miles de personas, la prevención es clave. Es decir, tiene que haber otros que subsane cualquier error para que el resultado no sea la muerte. Y Piñeyro pone de ejemplo que, si no fuera así, los aviones se caerían permanentemente, cuando es el transporte más seguro del mundo. Lo que no dice el gobierno es que de casi 40.000 filmaciones que se realizaron, se encontraron 5 o 6 casos de maquinistas en falta. Revelando que son la excepción, no la regla. Usando esos casos con el claro objetivo de que quede en el inconsciente colectivo que todos los males son provocados por los trabajadores, no por los verdaderos responsables. Denunciamos a Sergio Berni quien a minutos del nuevo choque en Once, junto a la policía echó a los trabajadores ferroviarios del lugar y a los periodistas, haciendo ingresar a gente desconocida (La Cámpora) y barras bravas protegidas, sin orden judicial, con el objetivo de borrar pruebas o direccionarlas contra el motorman. 3-El Sarmiento está peor que antes de la masacre de Once. Las tragedias ferroviarias son evitables. Para ello, hay que atacar las causas que las provocan. Nada de eso se hizo después de los 53 muertos y más de 800 heridos en Once, ni antes, ni después de aquel fatídico 22 de febrero del año pasado. Después de Once volvimos a alertar sobre el problema, pero se dio la de Castelar, y ahora esta nueva. El Sarmiento quedó con solo 14 formaciones de 24, y sin el servicio de noche. El Cuerpo de Delegados aseveró que la formación Chapa 5, previo al accidente, no entró en los talleres de mantenimiento, cuando es recomendable que durante la noche se le haga una revisación, aunque sea mínima, de los frenos, las puertas o los compresores. El mismo día del nuevo choque tuvimos que parar un tren en Castelar porque no tenía frenos y tuvo que ser cancelado. Cancelaciones que se dan en forma permanente, ocasionando problemas con los usuarios, en horas pico, cuando más necesitan el tren. Por su parte, el recorrido Once-Moreno, por ejemplo, demora hora y media, cuando se hacía en 55 minutos antes de la privatización y quieren levantarlo. A pesar de todo esto, el gobierno, después que echamos a TBA, siguió manteniendo los negocios con el grupo Cirigliano, que siguió prestando el servicio nocturno con sus colectivos del Grupo Plaza, está en el negocio de la tarjeta SUBE y sigue reparando los trenes con su empresa EMFER, con facturaciones millonarias mientras persigue a sus trabajadores. Quienes se preguntan y sorprenden por qué estas tragedias “ocurren solo en el Sarmiento” (algo totalmente mentiroso), señalamos que esto ocurre en mayor o menos medida en todos los ramales, nada más que no se les da difusión. Un día antes del último choque en Once descarriló una formación del Mitre; el día anterior sucedió algo similar en el Roca y hubo un choque entre dos formaciones en el San Martín. 4-Los hechos nos dan la razón. El gobierno nos acusa, pero hay hechos contundentes que nos dan la razón. 1-Después de la masacre de Once tuvieron que rescindir la concesión a TBA. Si somos responsables los trabajadores ¿por qué estuvieron obligados a retirarle la concesión a Cirigliano? 2-Ante el nuevo choque hicieron lo mismo con Roggio y Romero. ¿Por qué lo hicieron nuevamente si “nosotros tenemos la culpa”? 3-El propio gobierno reconoció que por no poner el freno automático que venimos reclamando ocurrieron las muertes. ¿Esto no revela que si nos hubieran escuchado se podría haber evitado tanto dolor? 4-La culpa a los trabajadores quedó descartada hasta en la propia causa judicial, cuando el fiscal de la misma sostuvo que hubo un “plan criminal” entre funcionarios del gobierno y directivos de TBA para no mejorar el sistema ferroviario. ¿Alguien cree que los trabajadores podemos hacer lo que dice el gobierno, usar de kamikaze a los motorman para generarle un costo político? Una acusación canallesca y de tanta bajeza que genera confusión en algunos sectores pero que no tiene credibilidad ante nuestro pueblo por mentirosa y descabellada. A nosotros nos queda la tranquilidad de haber hecho todas las denuncias a nuestro alcance. Los propios familiares de las víctimas lo reconocen. La mamá del joven Menghini, María Luján Rey, señaló en la marcha que hicimos conjuntamente el pasado 23 de noviembre a Plaza de Mayo, “si hubieran escuchado las denuncias de los trabajadores mi hijo hoy estaría vivo”. Por otra parte, nos preguntamos. ¿Por qué todavía no hay ningún empresario ni funcionario preso? Jaime, Schiavi, los propios Cirigliano, los Roggio y Romero, o los dirigentes como Luna de La Fraternidad, ex subsecretario de Transporte, ¿no tienen que pagar sus culpas con un verdadero juicio y castigo? ¿El gobierno no debería estar presentando pruebas para que vayan a la cárcel en vez de demonizarnos? 5-¿Maquillaje o inversión real? Los trabajadores venimos sosteniendo que las “inversiones” anunciadas por el ministro Randazzo (supuestamente “las mayores en la historia del ferrocarril”) son puro maquillaje. Se han volcado en 2012 mil doscientos millones de pesos en pintar estaciones y trenes y poner televisores Led en Once, así como también los paragolpes del andén 2 del año 1967 que no sirven para esta función y quedó demostrado; cuando ese dinero tendría que haber ido a solucionar en la emergencia y en forma urgente los graves problemas, como los frenos o la señalización que data de 1925 y los sistemas de seguridad. Concretamente, venimos reclamando que se ponga un sistema de frenos automáticos que, ante cualquier contingencia, el tren frene. Eso existe en el Roca y en el subte, pero desde 2006 se viene anunciando en el Sarmiento y no llegó. El gobierno reconoce que eso hubiera evitado las masacres y accidentes. A confesión de parte, relevo de prueba. El gobierno ha hecho “obras” para mostrar ante la población que está llevando a cabo la famosa “revolución ferroviaria”, política tendiente a intentar retener votos perdidos por el kirchnerismo en plena campaña electoral, más que en solucionar los problemas de fondo. Por ejemplo, el soterramiento se anunció varias veces y nunca se llevó a cabo. Lo mismo pasa con los anuncios de reabrir los talleres de Tafí Viejo y tantas otras promesas. Compraron decenas de formaciones chinas para el San Martín pero en vez de ser piso bajo, son de piso alto, por lo cual no sirven, estando a la intemperie. 6-La “estatización” oficial no sirve. El gobierno le sacó la concesión al grupo Roggio (Metrovías) y Romero (Ferrovías). Es un manotazo de ahogado a días de las elecciones, no un plan al servicio de recuperar el ferrocarril. Esta “estatización” no es salida. 1-Porque si bien el Sarmiento pasa a manos del estado, va a quedar en la órbita de la SOFE-Sociedad del Estado, donde están integrantes de la lista Verde de la Unión Ferroviaria con integrantes que responden al dirigente traidor y asesino José Pedraza, como Rosauro Araya y funcionarios del gobierno que tuvieron responsabilidad en las masacres anteriores; 2-Porque esos ramales no van a ser puestos bajo control y gestión de sus trabajadores, los únicos capacitados para sacarlo adelante; 3-Porque se van a seguir dilapidando fondos del estado sin ningún control. 3-Porque el resto de los ramales (urbanos y de carga) siguen estando en manos de estos mismos empresarios junto a otros, explotando el ferrocarril en beneficio del lucro privado. No se entiende por qué se deja que esos mismos empresarios a quienes ahora se les retira la concesión sigan en el negocio ferroviario en otros ramales. Parecido a lo que pasó con Repsol/YPF, multinacional que tuvo que ser echada cuando ya nos había saqueado el petróleo y el gas. Pero después de expropiar el 51% de YPF el gobierno le entregó el negocio petrolero a la saqueadora y contaminante Chevron. El gobierno se la ha pasado diciendo que está “recuperando el rol del estado”, que con el kirchnerismo hay “un estado presente”. ¡Pero presente para hacerse cargo de las pérdidas (obras, pago de salarios) mientras las ganancias siguen en manos de empresarios privados! 7-La reestatización debe ser bajo control, gestión y administración de trabajadores y usuarios. Consideramos que esta es la única salida para evitar nuevas masacres y brindar un servicio seguro, eficiente y accesible. En los últimos 20 años, los que estuvieron gestionando la empresa fueron los empresarios, el gobierno y dirigentes sindicales traidores, nunca los trabajadores. Reclamo que venimos haciendo en estos 12 años desde que asumimos la conducción del Cuerpo de Delegados como oposición. La reestatización es una necesidad imperiosa. Pero para que sea efectiva y sin corrupción, los ferrocarriles no pueden quedar en manos de La Cámpora (como Aerolíneas), funcionarios ineptos (como el ministro Randazzo que se dedicó todo este tiempo a otra cosa, como confeccionar DNI) o burócratas sindicales como los que están enquistados en las cúpulas de La Fraternidad o la Unión Ferroviaria. Esta estatización solo puede prosperar en los términos de la real participación en el control y gestión de los trabajadores y usuarios, junto a los técnicos especializados de carrera en materia ferroviaria, donde sus objetivos sean el bien común y no un negocio privado. Los trabajadores queremos gestionar y controlar el ferrocarril. Porque somos los únicos que lo conocemos y los únicos que no tenemos compromisos ni con el gobierno, ni los empresarios, ni los burócratas sindicales. Los que podemos combatir en serio la corrupción. Los que sabemos cuáles son las prioridades. Si los trabajadores nos hiciéramos cargo de la gestión, junto a las organizaciones de usuarios, por ejemplo, pondríamos la prioridad en la seguridad. Instalaríamos en primer lugar el sistema de frenos automático para no seguir contando muertos que pone el pueblo. No dejaríamos salir a los trenes en malas condiciones. Tendríamos una política para reabrir los talleres y direccionar el dinero público que se destina al ferrocarril pero que no llega para las vías, repuestos y nuevas formaciones. Por ejemplo, con la mitad de los 1200 millones de pesos que se invirtieron en pintura para lavarle la cara a estaciones y vagones, se podría haber cambiado todo el sistema de señalización. Además, rendiríamos cuenta permanentemente de lo gestionado, cosa que actualmente no se hace. Una estatización que propone como intención repetir la dirección política como en Aerolíneas Argentinas sumada a la mafia sindical, tiene como horizonte un seguro fracaso. Además, una estatización aislada del conjunto del transporte ferroviario que no contempla una política para la recuperación integral del sistema, es una mera caricatura. Uno de los resortes económicos en el transporte ferroviario es el destinado a la carga, el cual sigue en manos de grandes grupos económicos. Han concentrado el monopolio de vías ligado a los puertos y la logística internacional en su beneficio y de multinacionales (Techint, Cargill, Aceitera General Dehesa, Camargo Correa, los mismos Roggio, Romero, Franco Macri, capitales chinos, etcétera). Este escandaloso sistema de bondades que ha entregado los recursos estratégicos a las multinacionales y amigos políticos de turno como es el caso del ferrocarril Nuevo Central Argentino, es la muestra más cabal del saqueo que se tiene en política ferroviaria. Se sabe que el transporte de carga es muy rentable, el cual debe financiar los trenes que llevan pasajeros en las grandes urbes. Por eso la reestatización debe ser de todo el sistema, además de nacional, integral, en una empresa ferroviaria estatal que vuelva a unir pueblos y las economías regionales, recupere las vías y talleres que levantaron en los años 90 y se reincorpore todo el personal despedido desde entonces, para que vuelva a estar de esa manera al servicio del país y del pueblo trabajador. Por todo esto llamamos a los usuarios, trabajadores y a las distintas organizaciones sociales y políticas a que nos acompañen. A contrarrestar la campaña oficial que culpa a los trabajadores. A seguir adelante con nuestras denuncias para evitar masacres evitables. Y emprender una solución definitiva y de fondo para que los ferrocarriles vuelvan a estar al servicio del pueblo trabajador, y no de unos pocos. Cuerpo Delegados Ferrocarril Sarmiento Seccional Oeste Unión Ferroviaria
Posted on: Sun, 24 Nov 2013 00:37:24 +0000

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