CASUALIDADES: Saltar la banca Algunas casualidades nos hacen - TopicsExpress



          

CASUALIDADES: Saltar la banca Algunas casualidades nos hacen dudar de la existencia del azar. "Dios no juega a los dados".Charles Wells, el hombre que, contra toda probabilidad hizo saltar la banca de Monte Carlo en 1891, realizó dos apuestas idénticas sobre el rojo y el negro y ganó cada vez 100.000 francos. La tercera vez hizo su apuesta sobre el cinco, 35 contra 1, y ganó. Repitió cinco veces la operación y el cinco salió cinco veces, algo tan altamente improbable que puede considerarse imposible en la práctica. Wells retiró su dinero y se fue tranquilamente. ¿Salvados por Dios? Una célebre y múltiple coincidencia, publicada por la revista Life en 1950, es la del coro del pueblo de Beatrice, en el estado norteamericano de Nebraska. El ensayo estaba convocado para el 1 de marzo a las 7:20 de la tarde, pero ese día sus quince componentes llegaron tarde por las más diversas razones. La familia del pastor se retrasó porque tuvo que terminar la colada, a otro se le averió el coche, un chico tuvo que terminar los deberes del colegio, a una madre le costó despertar a su hija de la siesta, otro quedó absorto con un programa de radio. El retraso de todos ellos resultó un increíble golpe de suerte, porque un fallo de la caldera hizo que la iglesia estallara a las 7:25 de aquella tarde. Un matemático calculó que la probabilidad de que esta cadena de acontecimientos se debiese al azar era sólo una contra un millón. Presagios tenebrosos El famoso bandido Jesse James veía en sus sueños que un amigo le mataría por la espalda. Y así ocurrió. Estaba en Missouri, sentado en una silla y sin pistolas, cuando un amigo suyo le asesinó con un rifle que el propio Jesse le había regalado. Devolución de favores Noche de junio de 1930. Allan Falby, policía motorizado de El Paso (Texas), persigue a un camión por exceso de velocidad. En una curva, su motocicleta choca contra el camión y Falby sufre la rotura de una arteria de su pierna derecha. Si Alfred Smith, el conductor del camión, no se hubiera parado para ayudarle, haciéndole un torniquete, Falby hubiera muerto. Una noche, cinco años más tarde, Falby se encuentra patrullando de nuevo cuando recibe un mensaje por radio: un automóvil a chocado contra un árbol en la Nacional 80. Llega antes que la ambulancia. El conductor está inconsciente. De una arteria abierta de su pierna derecha mana sangre abundantemente. Falby hace un torniquete y logra cortar la hemorragia. A continuación contempla el rostro de la víctima: es Alfred Smith. Tragedia con suerte Treinta personas murieron cuando un tren de cercanías cayó desde un puente a la bahía de Newark, en Nueva York. Trágico accidente que, sin embargo, hizo ganar grandes sumas de dinero a los neoyorquinos: una fotografía del accidente aparecida en los periódicos mostraba el número 932 en el último vagón del tren siniestrado. Presintiendo que ese número tenía un significado, muchas personas apostaron aquel día al 932 en la lotería de Manhattan. Y ganaron. Titanic Centenares de personas tuvieron sueños premonitorios sobre el desastre del Titanic. Algunos no realizaron el viaje y salvaron sus vidas.
Posted on: Sat, 17 Aug 2013 03:48:32 +0000

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