CENTRO CRIPTOJUDÍO SEFARADÍ. DOS REPÚBLICAS. Chiapa de Corzo, Chiapas, México. En la Nueva España (Hoy México) siempre ha existido una división desde el arribo de los españoles. Podríamos decir que siempre han existido la República de los Indios y la República de los Españoles, según lo registran los miles de documentos que se hallan en custodia del Archivo General de la Nación. La genuina comprensión del Virreinato es imposible sin la aportación de las historias secretas que nuestros Mayores fueron resguardando en sus bibliotecas privadas. Muchos judíos sefaraditas en aquella época habían abrazado ficticiamente la fe Católica para salvar sus almas de la Hoguera de la Inquisición, y habiendo obtenido (por sumas de dinero) documentos oficiales de “limpieza de sangre” lograban penetrar la gruesa cortina que dividía ambos mundos. La descripción de las haciendas y hacendados en México pone de relieve que muchos Criptojudíos venidos de Sefarad (España) lograron vivir como “Españoles” o “Portugueses” honorables por largos periodos; manteniendo así su judaísmo en completo secreto. Según los Anales de nuestra historia nuestros Mayores no solo arribaron desde la Expulsión de 1492 con Don Cristóbal Colon a América: sino que durante los siglos siguientes, como en 1521 vinieron en gran número con Don Hernán Cortes, y más tarde con el correr de los siglos (Siglos XVII, XVIII y XIX no dejaron de arribar poblando como “extranjeros” zonas conurbadas tales como Ciudad Satélite, Jardines de San Mateo, Bosques de Echegaray y Tecamachalco entre otros. Podríamos decir que desde hace siglos el Estado de México fue un “Lugar de Reposo” para miles de familias Criptojudías, que bien “Disfrazadas” como familias Católicas engrosaron las filas desde el Siglo XVI de muchas Parroquias tales como la de Aculco que correspondía a la Parroquia Vicaria foránea de Huichapan, en el distrito de Jilotepec. En esta Parroquia antes mencionada de fundación Franciscana muchas familias se fueron tejiendo entre los más de 6,000 habitantes existentes allí (3,220 hombres y 3,354 mujeres). Allí en Aculco se congregaban cientos de Otomíes con nuestros Mayores que por influencia de ellos fueron aprendiendo el castellano. Dos Repúblicas, un territorio. En Memoria de Sefarad.
Posted on: Thu, 10 Oct 2013 02:24:27 +0000
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