CHANGO VIEJO, NO APRENDE MAROMA NUEVA Miguel Ángel Álvarez Así - TopicsExpress



          

CHANGO VIEJO, NO APRENDE MAROMA NUEVA Miguel Ángel Álvarez Así reza un viejo refrán, pero quienes ocupan como “mono de ventrílocuo” al autor de la columna “La Bitácora”, del diario San Luis Hoy, Armando Acosta Díaz de León, son los únicos que lo ignoran, pues, tal sujeto ya hace años que se ha erigido, por sí y ante sí , en fiscal, juez y verdugo, para acusar, sentenciar y castigar exponiendo al descrédito público, con verdaderos chaparrones de lodo mediático, a todos aquellos a quienes le dicta su muy pecuniario interés personal; así, enloda y afecta, sin el menor escrúpulo, por sus puras pistolas, honras, vidas y prestigios ajenos; y por lo tanto el patrimonio moral y económico de muchas familias potosinas -que solo merecen respeto a su nombre y vida privada- sin parar mientes nunca en que el buen juez, por su casa empieza, por lo cual ha caído en la más absoluta falta de calidad moral para abrogarse semejante papel y en consecuencia en el descrédito total que lo ha convertido en una especie de Rey Midas, pero a la inversa, pues como diría Cervantes: “Es ley que de naturaleza que en ella cada cosa, engendre a su semejante” “La Bitácora”, pues, no ha sido más que una vil lanzadera de estiércol, para cobrar por no hacerlo, pues su autor, practicó la calumnia escrita, primero, escondido cobardemente en el anonimato, y después, a partir del 2011 decidió firmar con su nombre y apellidos sus diatribas a efecto de mejorar sus utilidades y disfrazarse como “periodista imparcial”. Pero… ¿quién le cree a éste mercenario de la pluma? Ni siquiera los que desconozcan su nefasta trayectoria, pues está claro no existe en lo que publica principio ético alguno, ni la objetividad mínima en sus aseveraciones, ni en sus críticas, cuando quiere obtener algo ataca y cuando ya lo obtuvo halaga; por ello es que sus infundios y fobias ya no hacen mella en ningún lado. De joven, como notable porro estudiantil, aunque sea de espantajo algo servía, pero ya pasados los años, ¿De qué sirve? De calumniador. El pasado lunes 17 de septiembre, cuando más de tres mil de mis compañeros del Movimiento Antorchista se introducían a la Plaza de Armas, en el cruce de la calle Iturbide y 5 de Mayo, para hacer una manifestación ya anunciada con anterioridad, frente a Palacio de Gobierno, en virtud de la falta de respuestas a las demandas del antorchismo potosino, mismas que entregamos a principio de éste año y en años anteriores; decenas de policías que se encontraban en el cruce de las mencionadas arterias, le impidieron el acceso a los marchistas porque llevaban sus cobijas, carpas, aparatos de sonido, etcétera, violentando de esa forma su derecho al libre tránsito y de manifestación, por lo cual, se suscitaron algunos jaloneos y roces con los policías, que como bien lo comentó el presidente de la barra de abogados, Martín Huerta, conocido jurista potosino, fue un incidente que consistió en si mismo, en un “abuso de autoridad” ya que ni la Constitución Federal, ni local los faculta para proceder como lo hicieron los estatales y en ningún momento se afectó el Bando de Policía y Buen Gobierno, no intervino la policía municipal, ni se incurrió en falta administrativa alguna, agrego yo. Lo anterior fue lo que realmente sucedió. Sin embargo, en este simple escarceo que se repite cada vez que la ciudadanía realiza alguna manifestación, el columnista, no deja pasar la oportunidad para amarrar navajas e invocar a la represión en nuestra contra, y por ello nos acusa en su columna de marras de “montoneros”, defendiendo a la ya “muy desmoralizada policía” de los antorchistas, o sea del pueblo pobre, y de que: “la organización Antorcha Popular, ‘sin esfuerzo alguno’ (¡sic! las cursivas y entrecomillado son míos ) ninguneó, pasó por encima de la autoridad, humilló a la policía, la escupió, agredió, empujó y sobajó ‘sin recato alguno’; todo lo cual es falso y constituye un amarillismo vil, igual que lo afirmado por el locutor de un canal televisivo, quien nos acusa en el colmo de las exageraciones, lanzar “todo tipo de objetos” y de atacar con picos, palos y tubos a los policías, pues es obvio y evidente que si tres mil personas pacíficas, en su mayoría campesinos y colonos menesterosos, hubieran realizado todas estas acciones en contra de unos cuantos policías, como lo sostuvieron únicamente los medios ya citados, el resultado final habrían sido de consecuencias totalmente fatales, pero en ningún momento se dio ninguna consecuencia de tal naturaleza, ni los hechos narrados daban para tanto. La verdad es que como lo reconoce en su propia columna Armando Acosta, queriéndolo o no, mis compañeros cruzaron el filtro “sin esfuerzo alguno” y de manera pacífica, y todo lo demás que él afirma, son viles calumnias, pues él, ni siquiera estuvo allí, o si estuvo está inventando deliberadamente aquello de que se ningunió, agredió, empujó, sobajó y escupió, SIN RECATO ALGUNO, (es decir, sin freno ni medida, hasta que se hartaron los antorchistas) para provocar el uso de la fuerza y tal vez hasta del ejército en contra de los colonos y campesinos, acerca de cuyas demandas y la justedad o no de las mismas, nada dice. Aquí el amontonamiento de adjetivos, las exageraciones y las contradicciones hablan por sí mismas, con que siempre se ha conducido el pre-homínido columnista, pues esta descripción desorbitada de los hechos solo ocurrió en su malévola imaginación. En cuanto a lo de los picos, palos y piedras, etcétera, etcétera, es lo mismo, sólo son calumnias pagadas y si no, que exhiban los picos y los tubos empleados para atacar a los uniformados, que dicen haber visto; lo cierto es que ni Armando Acosta, ni al locutor televisivo, le constaron los hechos y por ello, lo que redactó uno y describió el otro, son una vil calumnia, prueba de ello son las mismas fotos que publicaron los medios al día siguiente. Otra vez calumniador: Acusa a Antorcha, a sus líderes y a otras organizaciones sociales de estar “financiadas” por el gobierno. Ataca a otras organizaciones sociales y a Antorcha, genérica y despectivamente: “llámense como se llamen éstas”, pero aquí lo único que se demuestra, como ya lo hicimos hace un año, son las filias facistas de Armando Acosta que lo llevan a estar en contra del derecho del pueblo a organizarse y luchar por solucionar sus carencias, los cuales son derechos consagrados por la Constitución, filias que ha repetido día con día en la Bitácora y que aprendió desde que era vándalo estudiantil. En lo que resta de su columna honra su apodo, porque es la misma calumnia que siempre ha repetido, y con la que chantajea, el sí, a medio mundo, pues ha hecho de la repetida redacción calumniosa, su modus vivendi, con el que se ha enriquecido, tal y como le consta a muchos potosinos. Por nuestra parte lo hemos emplazado a que demuestre qué líderes antorchistas, quiénes, cuándo, cómo y dónde; han recibido dinero del gobierno, pero no lo ha hecho ni podrá hacerlo jamás, simple y sencillamente porque es un calumniador que no tiene pruebas, como no las tuvieron tampoco ninguno de los calumniadores y mercenarios a los que en su momento citó en su apoyo por orden del ex jefe de prensa del gobierno del estado, el “tragauñas” y ni siquiera por iniciativa propia, pues en honor a su sobrenombre carece de ella, tal y como se lo demostramos en su debido momento. De extorsionador y chantajista. El 19 de mayo del 2011, el ex vocero de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado, Omar Niño, dio una conferencia de prensa denunciándolo por intento de extorsión, pues Armando Acosta le pedía cierta cantidad de dinero para no atacar a su jefe que se desempeñaba como director de dicha dependencia. Omar Niño denunció además, como consta en la prensa escrita del 20 de mayo, una campaña de hostigamiento por parte de éste calumniador, y aseguró que desconocía las causas por las cuales fue dado de baja de la SSPE, y responsabiliza de las lesiones y persecución de que fue objeto, hasta quedarse sin trabajo, así como de lo que pudiera sucederle a él y a su familia, a Armando Acosta. Esto es sólo un botón de muestra, pero en las redes sociales y corrillos políticos circula toda una botonería, que demuestra que éste verdugo de honras y prestigios ajenos, por donde quiera que se le apriete, segrega pus, lodo y otras materias menos nobles. Como gestor de negocios y “empleos” para sus allegados. Pero este tema será otra historia Pero bueno, si alguien cree que Armando Acosta aún pude aprender algo de moral y necesaria autocrítica o, por lo menos piruetas (léase calumnias) más originales para dar espectáculo, que lo contrate sí puede sobreponerse a la repugnancia y a la pena ajena que éste irradia.
Posted on: Tue, 24 Sep 2013 02:47:56 +0000

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