COMENTARIO BIBLÍCO ADVENTISTA: SALMOS 3 INTRODUCCIÓN.- Según - TopicsExpress



          

COMENTARIO BIBLÍCO ADVENTISTA: SALMOS 3 INTRODUCCIÓN.- Según el sobrescrito, el Sal. 3 fue compuesto por David cuando huía de su hijo Absalón. "Abatido por la pena y el cansancio producido por la fuga, se detuvo con sus compañeros junto al jordán, para descansar unas horas. Fue despertado por la invitación a huir inmediatamente. El grupo de hombres, mujeres y niños debía 643 cruzar en la oscuridad el río profundo e impetuoso, pues lo perseguían tenazmente las fuerzas del hijo traidor" (Ed 160). En las horas de más oscura tribulación, y muy cerca del enemigo, David cantó este sublime himno de confianza en Dios (ver PP 802, 803). Este salmo lleva el nombre de "Oración Matutina". Es el clamor de un alma en peligro; de la tribulación que se alivia con el transcurso de la noche. Está estrechamente relacionado con el Sal. 4, una "Oración Vespertina", salmo que podría considerarse como una consecuencia del 3. Consta de cuatro estrofas: (1) el peligro presente (vers.1,2), (2) el recuerdo de ayuda recibida en lo pasado (vers.3, 4), (3) la sensación de seguridad en medio del peligro presente (vers.5, 6), y (4) la oración en busca del triunfo sobre los enemigos (vers.7). La poesía concluye con una exclamación de confianza y una plegaria para que Dios bendiga a su pueblo (vers.8). En medio de la poesía hay un cambio repentino y dramático: del cansancio y la depresión de la noche, a la confianza y la fe triunfante de la nueva mañana. Se dice que durante las guerras religiosas francesas, los hugonotes del ejército de Condé cantaban este salmo cuando se hacía el cambio de la guardia. Ver en 2 Sam.15-17 la narración del episodio. Con referencia al sobrescrito, ver págs. 622, 633. 1. ¡Cuánto se han multiplicado! Absalón tenía muchos seguidores. Casi todo Israel se había rebelado (ver 2 Sam. 15-17, sobre todo 15: 6, 13; PP 787-807). Los que se levantan contra mí. Expresión similar a la que usó el etíope que llevó a David las noticias del fracaso de la rebelión de Absalón (ver 2 Sam. 18: 31, 32). 2. No hay para él salvación. Tan desesperada era la situación de David, que sus enemigos afirmaban que no podía esperar la ayuda de Dios (ver Sal. 71: 10, 11). Selah. Ver pág. 635. En este salmo, la palabra "selah" parece indicar la división en estrofas. 3. Alrededor de mí. Dios había asegurado a Abrahán que sería su escudo (Gén. 15: 1; cf. Deut. 33: 29; 2 Sam. 22: 3; Sal. 28: 7; 119: 114). El que levanta. Cuando David huyó. estaba doblegado por la humillación (2 Sam. 15: 30). Dios le permitió que levantara de nuevo la cabeza (ver Sal. 27: 6). 4. Clamé. El hebreo usa la forma imperfecta del verbo, lo que muchas veces indica que la acción debe considerarse repetida o habitual. De está manera puede entenderse que siempre que David clamaba a Dios, el Señor le contestaba. "La oración cambia las cosas". Su monte santo. Sión (ver com. Sal.2:6). David había llevado el arca a la ciudad santa, y era natural que considerara que esta fortaleza fuera el lugar de la morada especial de Dios. La palabra hebrea har significa "monte". En la literatura ugarítica (ver pág. 624), el "santo monte" a menudo designa la morada celestial de una deidad (ver Isa. 14: 13). 5. Yo me acosté. El uso del pronombre "yo" es enfático. David se representa como si estuviera en peligro de ser atacado en cualquier momento de la noche, perseguido por sus enemigos y objeto de sus maldiciones. Sin embargo, puede acostarse en paz y dormir por su gran confianza en Dios, en cuyas manos estaba todo. Su sueño no era producido por un mero cansancio, ni por indolencia, ni por presunción; era un acto de fe. La calma interior lo fortalecía para la lucha del día siguiente. Jehová me sustentaba. Así como el último pensamiento antes de dormirse había sido de completa confianza, el primer pensamiento al despertar era reconocer que Dios había recompensado la confianza depositada en él. El salmista es fortalecido para hacer frente a las necesidades del día. Muchas veces los últimos pensamientos de la noche son también los primeros del día. Nótese en este pasaje el cambio dramático y repentino de depresión a triunfo. Tal es la bendición de la noche y la promesa del nuevo día (ver Lam. 3: 22, 23). 6. Diez millares. Gracias a la ayuda de Dios, David no se desalentaba ni aun ante un número mayor de sus enemigos (ver Sal. 27: 3; cf. Deut. 32: 30). 7. Levántate. El salmista invoca a Dios para que acuda a socorrerlo. Compárese con lo que decía Moisés cuando se ponía en marcha el campamento (Núm. 10: 35; cf. Sal. 68: 1; 132: 8). Tú heriste. Puede considerarse que la forma del verbo hebreo que aquí se emplea un perfecto de certidumbre o un perfecto 644 profético. En el primer caso, se conciben y se describen los acontecimientos que se esperan con confianza como si ya hubieran ocurrido. En el segundo caso, se describe un acontecimiento futuro como si en realidad ya hubiera ocurrido. El salmista expresa su confianza en que Dios aplastará a sus enemigos. Considera el resultado de la batalla como una realidad ya lograda. 8. Es de Jehová. El salmista no pretende poder salvarse a sí mismo. Al enemigo que burlonamente dice que "no hay para él salvación en Dios", David responde, en esencia: "Mi ayuda sólo proviene de Dios, en todo momento y en todas las circunstancias". Sobre tu pueblo. David magnánimamente deja de pensar en sí mismo y en su propio peligro, para pensar en la condición de su pueblo, de su nación, no sólo de los que le habían permanecido leales, sino también de los que se habían rebelado. ¡Qué fin sublime para un himno de confianza! COMENTARIOS DE ELENA G. DE WHITE 1-8 PP 803 4-8 Ed 160 8 PR 201
Posted on: Sat, 10 Aug 2013 10:46:38 +0000

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