COMO PROGRESAR Israel Rojas R. Después de estudiar y conocer más o menos la Ciencia Rosacruz, surge naturalmente el deseo de progresar, de desenvolverse, de crecer espiritualmente. A través de todos los tiempos la verdad fundamental es la misma, pues lo que cambia o se modifica con el tiempo, no puede ser verdad en sí sino aparente en un momento cualquiera, que también resulta ilusorio. La verdad invariable, fundamental y eterna, es algo que en el léxico se conoce quizá demasiado, se pronuncia mucho en las charlas cotidianas, y sin embargo, los hombres a través de los siglos se han devanado los sesos por hallar la verdad, para asirse a ella y no desprenderse jamás, ya que de ello según el sentir común como el sentir trascendente, depende la felicidad y la firmeza a que el hombre tanto aspira y que debe realizar. La verdad es conocida en cada idioma con un nombre distinto, pero de un mismo sentido; la verdad es la Vida. Pero seguramente después de leer el contenido de esta privada lección, el estudiante seguirá en la búsqueda de la verdad, creyendo que ella se oculta en algún lugar misterioso, en el Himalaya por ejemplo, o en el desierto de Gobi. Para los "romanistas" la verdad está en Roma; para los budistas en el Tíbet; para los mahometanos la verdad está en la Meca; y así sucesivamente cada pueblo con su exotérica religión localiza la verdad en algún punto físico, al cual deben dirigirse todas sus aspiraciones y todos sus arrebatos de mística devoción. El gran instructor de Galilea hablando de la Verdad, dijo: "Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida, y el que en Mí cree no morirá jamás". Como los estudiantes pueden ver, el Yo, el Cristo, es el Camino, es la Verdad y es la Vida. La Verdad, la Vida, es eterna, cambian solamente los modos o vehículos en que ella se expresa o manifiesta. La Vida no es el fenómeno objetivo que nuestros sentidos registran, sino el poder subjetivo, que es la causa de lo objetivo. He ahí algo único, a lo cual debemos asirnos, para no seguir siendo agitados por el oleaje de las opiniones y de los múltiples conceptos, que sobre la verdad se hayan emitido o se puedan emitir. Firmes en la verdad, conscientes en la fortaleza de nuestro Intimo Ser, de nuestro Yo esencial que es la vida, debemos hacer a un lado todas las opiniones conceptuales de las religiones exotéricas, las cuales no hacen otra cosa que ponerle grilletes a nuestra Alma, para no permitirle batir libremente las alas vigorosas de la libertad, que debe morar como sentido de consciencia en el fondo de todo ser, que esté verdaderamente marchando por el sendero directo del progreso. Amparados por la fortaleza del conocimiento de cuál es la verdad, debemos marchar hacia el conocimiento de nuestro ser-persona, el cual no es más que una suma de experiencias logradas en tiempo y espacio. CONOCETE! Este es el mandato científico que los Iniciados de todos los tiempos han ordenado a los discípulos que quieren transitar la guía del progreso. Quién es el hombre?. Es acaso solamente, ese ser bípedo que marcha más o menos acongojado, más o menos torturado, por su incomprensión de la vida sobre la faz del planeta, lamentándose de no lograr lo que quisiera, y de no ser lo que él supone que debiera ser. El ser humano tal como está constituido en un momento determinado, es simplemente la suma de experiencias y poderes anímicos, que lo caracterizan como fruto de un remoto pasado. Conocer cuáles son las experiencias, cuándo y cómo se han adquirido, y qué huella han dejado en la construcción y constitución de la personalidad, es algo enteramente fundamental para poder progresar. Porque solamente el hombre que se conoce como suma de sus experiencias, es el que puede catalogar conscientemente nuevos hechos, para reeducar su personalidad eliminando lo impuro e intensificando el poder de lo noble, para aspirar a un estado Súper-humano; no para vanidoso orgullo, sino para poder ser más eficiente en el Servicio y en la Bondad, que son cualidades que caracterizan a los grandes Adeptos de la Gran Logia Blanca. Tres ejercicios hay de inapreciable valor para poder realizar el trabajo de conocer lo que somos y lo que podemos. I El primero de aquellos ejercicios es el que se le da a todo Hermano que ingresa al seno de la Fraternidad Rosacruz; cuyo valor realmente no puede ser medido, ni pesado, hasta que no lo hayamos practicado cuidadosamente y hayamos visto prácticamente sus maravillosos frutos más allá de toda ponderación. Tal ejercicio y práctica lleva el nombre de RETROSPECCIÓN. Consiste en recordar, empezando por los últimos acontecimientos de la vida, todos los detalles de nuestra existencia, en sentido inverso de como tales acontecimientos se han realizado. Es decir, desde los incidentes inmediatamente anteriores al momento de nuestro análisis, siguiendo sucesivamente con el mayor detalle posible, hasta encontrar toda la historia íntima de nuestra vida, en el reservorio de nuestro subconsciente. No hay detalle por ligero e insignificante que sea, que no quede gravado indeleblemente en nuestro subconsciente, o hablando en términos científicos esotéricos, en el Aura de nuestro Divino Átomo Simiente Espiritual o Átomo Nous. La Retrospección -por lo tanto- nos permite leer como en un libro abierto, todos los detalles de nuestra vida en estado activo, pues siguiendo dicho hilo, viene para nosotros también el recuerdo de nuestras pasadas vidas, o sea, nuestra trayectoria en el campo ilimitado del progreso. II Para facilitar y hacer más efectivo el trabajo de Retrospección, tenemos una práctica inmediata que se llama RETROVERSION. Esta práctica consiste en visualizar de nuevo cada hecho que se está verificando en nuestra vida. Así, si por ejemplo hemos pasado en la calle cerca de una determinada persona, una vez que el incidente acaba de realizarse, debemos de nuevo visualizar en nuestra mente las características de la persona, tales como color, vestido con sus detalles, corbata, camisa, etc., hasta que la imagen sea tan viva, que de nuevo vivamos el hecho. Quien sea capaz de verificar la práctica de Retroversión, hará trabajos verdaderamente extraordinarios en el desarrollo de sus facultades conscientivas, y facilitará enormemente el ejercicio de Retrospección. Sin estas dos prácticas no hay posible progreso, ni efectivo desenvolvimiento anímico. III El tercero y grandioso ejercicio, es el conocido con el nombre de INTROSPECCION. La práctica de la Introspección es más sutil y delicada que las anteriores. Por tanto se debe concentrar en auscultarse íntimamente para buscar la realidad del Ser, la cual no es otra que nuestro propio Yo, nuestro Cristo Interno, el llamado Átomo Nous o Átomo Maestro. El practicante debe penetrar con su mente y con su sentir en las honduras de su propio corazón para hallar allí su propia Divinidad, su verdadera realidad. Este ejercicio produce la acción centrípeta, la que a su vez por reacción produce la fuerza centrífuga, que no es otra que la potencia llamada Alma, que es la única que se desenvuelve y crece en nosotros. Esta última práctica va desarrollando el cuerpo del Alma, el que realmente es llamado el "Velo Nupcial" que nos permite entrar en las secretas como augustas cámaras, donde mora el Ser sin segundo, o sea la propia Divinidad actuante en el hombre. Si bien es verdad que las dos primeras prácticas educan y reeducan la personalidad, la última permite la realización de la Divinidad. He ahí la triple vida de verdadero progreso!.
Posted on: Tue, 23 Jul 2013 23:46:23 +0000