CON PRECAUCIÓN Por: Sergio Mejía Cano Solidaridad - TopicsExpress



          

CON PRECAUCIÓN Por: Sergio Mejía Cano Solidaridad moral Imposible no solidarizarse con los habitantes de Xalisco hoy en desgracia. Quienes no contamos con medios económicos suficientes para enviar algo que ayude en su pesar, al menos lo hacemos moralmente. Los que hemos sufrido algún tipo de inundación sabemos lo que se siente; claro que en parte solamente, porque la tragedia fue muy superior a una simple inundación, por el lodo y la fuerza con que arrasó el agua. Son muchas las voces que se muestran preocupadas por los hermanos (se engloban ambos géneros) que sufrieron este embate de la naturaleza; aunque como siempre, también las hay, las menos, que ya tratan de encontrar culpables por algo impredecible como es una tromba que no se puede pronosticar ni lugar donde caerá ni la fuerza con que llegará. Si bien hay quien ha dicho que la quema de árboles o hasta la tala inmoderada de los mismos pudo haber contribuido a que el agua no tuviera obstáculos. Algunos analistas y conocedores del tema coinciden en que la deforestación hace que el agua no se detenga en la vegetación; que al caer el agua, si hay árboles ésta se escurre cayendo al suelo y de ahí al subsuelo, fortaleciendo los mantos freáticos, pero que al no haber ningún tipo de vegetación el agua corre irremediablemente sin encontrar ningún obstáculo. Lo que sí es un hecho, es la cercanía de muchos inmuebles cercanos a ríos y arroyos, y si El Indio ya tenía quizá años que no causaba esta clase de estragos, ahora dio una muestra de lo que es capaz tras una fuerte precipitación fluvial. Sin embargo, mucha gente se acomoda como puede y de acuerdo a sus posibilidades económicas, muchas veces sin considerar que algún día el agua les hará recapacitar sobre lo que es asentarse en las márgenes donde por naturaleza corre el agua. Pero tal y como se ve en las imágenes tanto foto fijas como videos de los medios noticiosos, en esta ocasión no nada más se vieron afectadas las casas cercanas a El Indio, sino que aún más allá y, además, al arrastrar también vehículos estos tuvieron que golpear las fincas que se topaban a su paso; así que por donde se le quiera ver, fue algo espantoso que muchos quisiéramos que no volviera a ocurrir, pero la naturaleza es la que tiene la última palabra. Está como por ejemplo un descarrilamiento que hubo en Sinaloa allá a principios de la década de los años 90’s del siglo pasado, precisamente también en temporada de lluvias. Ya tenía días lloviendo copiosamente. Tres trenes de pasajeros rumbo al norte fueron detenidos en la estación de Mazatlán, Sinaloa, debido a que más al norte estaba la vía inundada. Dejó de llover y se dio vía libre saliendo los trenes hacia su destino. Más delante de estación Guamúchil, seguía una estación –ya la quitaron, pues era para dar paso a otros trenes- en una pequeña población llamada Capomas, en donde había un puente sobre un arroyuelo que apenas era un hilito de agua el que pasaba. Cuando los gringos construyeron dicho puente le dieron una longitud aproximada a los 90 o cien metros; y según trabajadores de mantenimiento de la vía, en los años 80’s llegaron unos ingenieros muy fregones supuestamente, que dedujeron que para qué tan largo ese puente si era un pequeño arroyo el que pasaba por debajo, así que ordenaron acortarlo dejándolo como de 50 metros de largo. Un tren de pasajeros de segunda clase salió de Guamúchil en la madrugada, pero ya no llegó a su destino final, ya que al llegar al puente en cuestión el agua que bajó de la sierra lo había aflojado en toda su estructura, así que al llegar el tren el puente no soportó el peso de la máquina, la que se volteó sobre su costado izquierdo pero alcanzando a llegar a suelo firme, no así los demás coches que cayeron al arroyo que llevaba considerable cantidad de agua y por ende con una fuerza tal que se llevó el puente y varios coches dejando una mortandad enorme, ya que el tren iba muy lleno de pasaje por tantos días que tenían sin circular. Aquí fue determinante la mano del hombre, ya que de no haberse reducido la longitud, tal vez el agua pudo haber pasado por debajo del puente; esto de acuerdo a trabajadores de vía y estructura que dicen que señalaron en su momento el gran error de reducirlo a pesar de que nunca había crecido tanto la avenida de agua, pero como se dice: Siempre hay una primera vez. Posiblemente los constructores originales sí previeron que algún día bajaría mucha agua, de ahí que le hayan dado originalmente más longitud. En el caso de Xalisco, si El Indio no había causado problemas desde años atrás, hoy lo hizo.
Posted on: Wed, 10 Jul 2013 16:13:00 +0000

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