CUARTO FRAGMENTO de EMILIA Bajo una aparente congoja cojo sus - TopicsExpress



          

CUARTO FRAGMENTO de EMILIA Bajo una aparente congoja cojo sus manos y miento diciéndole que sí: _ahora yo seré el marido que siempre quisiste tener_. Le seco las lágrimas con mis manos y beso sus labios; me deja abrazarla, acabo de romper la gran muralla; ella responde acariciándome con destreza, no sonríe, pero su mirada dice que está dispuesta a hacerlo; beso su cuello, ya no le afecta que babee, el estremecimiento de ambos cuerpos permite que afloren nuestros espíritus lúbricos. Cuando la cojo del talle, ella se dobla hacia atrás con lo ojos cerrados, invitándome a echarla sobre la cama. Accedo. Me sitúo sobre Emilia con calculados movimientos, sin hacerle notar los quilos que he acumulado desde la última vez que me introduje en ella; con mi mano derecha asiento su cabello hasta separar la última hebra de su frente, dejando otear las finuras de los rasgos faciales. La beso sin que perciba mi vibración, y con la mano izquierda intento desabrocharle la blusa; conozco el camino, le dije, porque sentí que sus manos se elevaron como queriendo evitarme., sin embargo, sólo fue consecuencia de su excitación. Sus senos se desbordan de mis manos, como jugo de látex, sus pechos siempre fueron la mejor parte de su cuerpo; me acariño con ellos, los extrañaba tanto… En este instante todo en mí es placer, ni una pizca de amor, sólo con el único objetivo de hacerle saber lo que se perdió durante todos estos años. Mi pasión se agranda más, y mi orgullo de macho, también. Mientras que mi mano derecha trata de recordar los caminos recorridos antaño, con la izquierda, suavemente, empiezo a desabotonarle el pantalón., de pronto, siento mi mano atrapada fuertemente por otra que la separa con indignación. Emilia se levanta, y dice: Hoy no. Pero la convenzo diciéndole que vamos a hacer una vida feliz, los cinco juntos, que trabajaré como esclavo, escribiendo todo el día., incluso, sería capaz de vender mi pluma de periodista al diario de la competencia, con tal de tener dinero suficiente para que vivamos como reyes. Sin importar que me dijese que estaba en período de fecundar, aquella noche le hice el amor más de una vez. Jamás la volví a ver…
Posted on: Sun, 23 Jun 2013 07:03:47 +0000

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