CUÁLES PECADOS NOS PERDONA DIOS AL CONVERTIRNOS? Pasados, presente o futuros? Sermón predicado por el Pastor Carlos Abraham Murillo en nuestra reunión general el domingo 19 de octubre... Texto: Efesios 2:1-10 Introducción. Para entender este mensaje debemos comenzar reconociendo que el ser humano sin Cristo vive bajo el yugo del pecado. Esto es lo que llamamos el pecado original. El pecado original es conocido en dos sentidos: - La Caída de Adán. - La naturaleza caída heredada y la corrupción moral que es pasada desde Adán a todos sus descendientes. Se llama “original” debido a que Adán—el primer hombre—fue el que pecó y por esta causa el pecado entró en el mundo. Aun cuando fue Eva la que pecó primero, debido a que Adán es la Cabeza (representante de la humanidad), su caída incluyó o representó a toda la humanidad. Según Juan Calvino (Teólogo Reformado): El pecado original no es una corrupción física, sino una corrupción moral y espiritual. Éste, es confirmado por la Doctrina de la “Depravación Total”, la cual declara que el pecado ha tocado todas las partes de lo que una persona es: corazón, mente, alma, voluntad, pensamientos, deseos, etc. Entendamos esto: “mas del árbol de la ciencia del bien y el mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás”. Génesis 2:17 “Y Él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados”. Efesios 2:1 Resumen: ¡El ser humano sin Cristo esta muerto por el pecado! ¿Cómo opera la salvación? a) El Señor nos escogió para salvación (2 Tes.2:13) … Dios os haya escogido desde el principio para salvación. b) Desde antes de la fundación del mundo (Ef.1:4) según nos escogió en él antes de la fundación del mundo…. ¿Qué tanto conoce Dios al hombre? a) Dios es Omnisciente. Cuando el Señor nos escogió para salvación en ese principio, desde antes de la fundación del mundo, Él conoció en Su Omnisciencia TODOS nuestros pecados. Conoció exactamente cómo habríamos de ser desde nuestro nacimiento hasta nuestra muerte. b) Nada de lo que hayamos hecho en esta vida tomó por sorpresa a Dios, porque Él nos conoció mejor que nosotros mismos, y aquí es donde resalta Su amor y misericordia infinita, porque conociendo TODOS nuestros pecados, aún así nos amó y nos escogió para que disfrutáramos de esta salvación eterna. c) En ese momento divino, donde pasó ante Su presencia toda nuestra vida y todos nuestros pecados, Él decidió soberanamente escogernos para salvación, por el puro afecto de Su voluntad (Efesios 1:5). ¿Dónde se produce la Salvación del hombre? a) En el anticipado conocimiento y consejo de Dios (Hch. 2:23). La Salvación del hombre no es eventual, ni diaria. Es un asunto que se resolvió desde la eternidad en el corazón de Dios. b) En el puro afecto de su voluntad (Efesios 1:5). Esto resalta Su amor infinito quien pasó por alto nuestros pecados y nos adoptó para ser hijos Suyos. Entonces, si la Salvación del hombre se definió desde la eternidad: ¡Debemos considerar que en ese momento todos nuestros pecados eran futuros! Cuando Cristo consumó Su obra de salvación en la cruz del Calvario todos nuestros pecados eran futuros. Muchas personas tienen el concepto de una cruz que sólo mira hacia la vida pasada, Pero nunca hacia adelante. ¿Qué tienen en común los siguientes pasajes? “Yo, yo soy el que borro tus rebeliones por amor de mí mismo, y no me acordaré de tus pecados. Isaías 43: 25. Porque perdonaré la maldad de ellos, y no me acordaré más de su pecado. Jeremías 31: 34. Porque seré propicio a sus injusticias, y nunca más me acordaré de sus pecados, y de sus iniquidades. Hebreos 8: 12. Y nunca más me acordaré de sus pecados y transgresiones. Hebreos 10:17. ¡Todos confirman que el Señor NO se acordará de los pecados de su pueblo! Entonces, ¿Cuáles pecados perdona Dios? (Col. 2:13). a) Dios perdona TODOS nuestros pecados; los pasados, los presentes y los futuros. TODOS los pecados que cometimos en toda nuestra vida terrenal, desde nuestro nacimiento hasta nuestra muerte. b) Existe la idea de que el Señor nos perdonó solamente los pecados pasados cuando nos convertimos, y que a partir de allí necesitamos confesar diariamente nuestros pecados para obtener el perdón, y de esta manera asegurar nuestra salvación para no perderla. c) Si esto fuera así, la vida del creyente aquí en la tierra sería miserable y aterradora, no valdría la pena vivirla. Porque sabiendo que pecamos cada día, con nuestros actos, con nuestros pensamientos, con nuestros oídos, con nuestros ojos; ningún creyente se atrevería a salir a la calle para no seguir aumentando su lista de pecados, y aún así sabemos que inclusive en nuestros hogares también pecamos. d) Sería horrible que la muerte lo pudiera sorprender sin haber tenido la oportunidad de confesar esos pecados y después de todo, ir al infierno; nadie podría tener la seguridad de su salvación. y Yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre. Yo y el Padre uno somos. Juan 10:28-30 Finalmente, ¿Puede un hijo después de pecar perder sus derechos de hijo? (Lucas 15:11-24 – Salmos 89:27-37). a) Un hijo, no importa cuán despreciable llegue a ser, NUNCA perderá su paternidad, siempre seguirá siendo hijo de su padre, esto lo sabe muy bien hasta el criminal más despiadado (Caso de la hna. Argentina). b) Cuando el hijo pródigo volvió en sí, regresó a la casa de su padre. ¿Cuándo el padre perdonó a su hijo? ¿Cuando escuchó la confesión de su hijo? NO, porque no lo dejó terminar su confesión cuando ya lo había abrazado y ordenado a sus siervos darle el mejor vestido, anillo y calzado y comenzó el regocijo. c) Por el relato que nos hace el Señor se ve que el padre había perdonado a su hijo desde el mismo instante en que éste abandonó su hogar. Porque el padre con un corazón amoroso estaba cada día contemplando el camino por donde se había marchado su hijo, y desde ese instante estaba aguardando, sin rencor, que SU HIJO regresara y poder abrazarlo y besarlo. Así de perfecto es el perdón que nos ha otorgado nuestro Padre Celestial. d) Ahora somos hijos de Dios, y NUNCA dejaremos de serlo. En el infierno jamás se podrá encontrar ni un sólo hijo de Dios, tenemos el sello de propiedad de Dios y nada ni nadie podrá borrarlo. El perdón que Dios nos otorgó el día de nuestra conversión es tan amplio y perfecto que abarca TODOS nuestros pecados: Pasados, Presentes y Futuros. CONCLUSIÓN La Salvación del hombre no puede estar limitada a argumentos humanos. NO depende de lo que yo haga o deje de hacer para merecer el favor de Dios. Es un regalo recibido por los méritos de Cristo y nada más. Disfrutemos del perdón de nuestros pecados y la consecuente salvación eterna que nos regaló Cristo.
Posted on: Mon, 21 Oct 2013 23:43:23 +0000
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