Cacho fue quien me regaló mi primer órgano, que aún poseo, un combo EKO Tiger Junior y me iba a ver cada vez que tocaba en el auditorio de Promúsica. Era re inteligente y siempre decian que había sido el primer técnico electrónico del país, y debe ser así porque tenía muchísimos años, tantos que nunca supe cuantos tenía. Blanca su mujer es mi madrina y en mi confirmación lo elegí de padrino, porque no podía no estar en la familia. Había hecho trabajos para Promúsica alguna vez, y una noche Felipe, el dueño de Promúsica, cuando se enteró que yo era ahijado de Cacho les dijo a mis viejos: llévense lo que quieran que después vemos. Así que debe haber sido buen técnico. Una tarde me enseñó a resolver el cubo mágico en tres minutos, y cuando lo hacía estaba jugando alrededor Sasamundis de Almeida que era chiquita y por eso le pusimos de nombre Sabrina y Sabrina invertida a dos movimientos del cubo. Tambien me regaló el Trabado de Ruibal para que resolviera yo solo. Se entusiasmó cuando en los 80 empecé a aprender programación en basic con una Texas Ti99 en la escuela y me hicieron una nota en la radio porque entonces no se enseñaba aún computación en las escuelas. Se había comprado una Sinclair 2068 con la que programó un juego de solitario al que me dejaba jugar junto al Manic Miner cuando iba a su casa de visita. En una de esas visitas puse una cucaracha de goma en el piso, y Doña Emilia su mamá, la pisaba una y otra vez tratando de matarla. Cuando empecé la facultad, los lunes salía tarde, me tomaba el bondi y me iba a dormir a su casa y cenábamos juntos los tres. A la mañana otra vez el bondi y me iba a trabajar. Me doy cuenta de cómo nos cambia la vida la gente que conocemos. Y solamente me sale dar muchas gracias de haberlo conocido.
Posted on: Tue, 29 Oct 2013 05:59:18 +0000
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