Caminaba por la acera del edificio una vez más, esta vez se atrevió a entrar, algo que no había ni intentando en ninguna de las ocasiones anteriores. Traspaso la puerta del edificio, subió las escaleras y se dirigió hacia el piso que tanto le intimidaba, cruzo la puerta, recorrió el largo pasillo demorando todo lo posible aquel momento. Entro en la habitación principal, era verano hacía mucho calor, más que de costumbre, era su época de más actividad, (casi todo el mundo elegía esta época para dejar este mundo). Además de recoger a todas aquellas almas, su misión principal era recopilar los recuerdos que todas aquellas personas habían experimentado durante todas sus vidas, no sabía quién le había adjudicado aquel trabajo ni para que, ¡hacia tanto tiempo de aquello que ya no se acordaba! Se sentó en la mecedora que había en uno de los laterales de la cama, todos al presentirla la temían, pero Jero no, él no la temía y eso la había confundido en un principio, después llegó el momento de la duda y por último el del temor. Por primera vez estaba al otro lado, era la que temía no la temida. Jero abrió los ojos y hablo. •Hola, te has demorado demasiado tiempo, te esperaba. •Me ha costado trabajo decidirme a buscarte, le respondió la muerte. •¿Qué fue al final, el corazón? •Si, al final tenía que ser, llevaba demasiado tiempo avisándote, pero tú no quisiste hacer caso. •No tenía ganas de luchar, me canse de ello. •Me das miedo Jero. •Yo, ¿Por qué? •Veo el interior de todas las personas que recojo, pero en tu interior no puedo ver nada, mejor dicho, veo LA NADA, dijo la muerte. •Hace tiempo que yo veo lo mismo, ¿Por qué crees que deje de luchar?, me canse de vivir en este desierto que llevo dentro de mí, cada noche ansiaba ver tu rostro para que me liberaras de ella y hoy por fin estas aquí, ¡libérame! •No puedo, me aterra lo que mora dentro de ti Jero. •Vuelvo a decirte que dentro de mí no hay nada. •No puedo hacerlo, respondió la muerte ante el simple hecho de pensar en realizar tal acción. •Me lo debes, es tu deber, no puedes arrebatarme este derecho que me he ganado sufriendo como lo he hecho, he cargado con mi pena pasando desapercibido para el mundo, desapareciendo para todos, ahora exijo el exilio de este dolor de vida. La Luna brillaba con toda su fuerza cuando todo ocurrió; la muerte asió la mano de Jero para llevarlo consigo, pero tras intentar absorber sus vivencias, sentimientos y recuerdos, se vio invadida por la Nada. Todos los recuerdos archivados dentro de ella, de tantas vidas fueron desapareciendo. Sabía que no debía intentarlo, pensaba la muerte, mientras la Nada la invadía por completo hasta hacerla desaparecer, mientras Jero se transformaba a la vez en el ser que acababa de relevar sin saberlo, dando comienzo al nuevo reinado de un ser condenado a recopilar los recuerdos de todos aquellos que habían llegado a la meta de su vida. JDP xd
Posted on: Fri, 02 Aug 2013 06:20:40 +0000
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