Capitulo 13: El poder del cazador Crayffus y sus dos acompañantes - TopicsExpress



          

Capitulo 13: El poder del cazador Crayffus y sus dos acompañantes llegan a Grecia y se adentran en el santuario con el fin de penetrar en la Gran Sala de las armaduras y robar la armadura de bronce de Pegaso. Usando los poderes del caballero Carsal de Sombra, los tres intrusos logran eludir las patrullas y alcanzar la sala de las armaduras. Sin embargo, son sorprendidos por los caballeros de bronce de Pez Austral y Gallo, iniciándose un combate que acaba con el caballero Ono de Pez Austral gravemente herido. Cuando parecía que el caballero Kei de Gallo acabaría por perder la vida hace su intervención Lesasth, el caballero de oro de Escorpión, quien acompañado por el caballero Ioras de Leo salvan a los caballeros de bronce, tomando el relevo en el combate mientras Kei y un malherido Ono salen de la sala portando la armadura de bronce de Pegaso con el fin de ponerla a salvo. Aprovechando el combate, Crayffus logra huir de la sala de las armaduras y va tras la caza de los dos caballeros de bronce a los cuales alcanza. Crayffus se disponía a matar a sus dos antiguos compañeros de bronce cuando hace su aparición Oridan de Canis Major a quien Crayffus daba por muerto tras su combate en la Isla de Fuego. A pesar de ser los dos caballeros de plata y estar sus fuerzas igualadas, Oridan aun no esta recuperado de sus heridas sufridas en la Isla de Fuego y esta a punto de morir a manos del caballero Crayffus, sin embargo Kei de Gallo interviene y con la ayuda de Oridan logran derrotar a Crayffus, el cual acaba siendo asesinado por Carsal de sombra, el cual ha dejado a su compañero a merced de los caballeros de oro en la sala de armaduras y ha seguido el rastro de la armadura de bronce de Pegaso. Sin que nadie pueda evitarlo, Carsal logra apoderarse y huir con la armadura de Pegaso. Horas después y tras lo ocurrido, el Patriarca toma la decisión de atacar la Isla de la Reina de la Muerte, hogar y refugio de los caballeros negros. Y ahora, la continuación. Isla de la Reina de la Muerte - Parece que se ha confirmado, el Santuario fue asaltado por varios caballeros y la armadura de Pegaso ha sido robada de la propia sala de armaduras. – Comentó el caballero negro de Géminis. – Parece que uno de los caballeros que participaron en el robo era un caballero de Plata, aunque luego acabo siendo derrotado. - Vaya, así que un caballero de Atenea decidió volverse contra ella y sus caballeros, me hubiera gustado conocer a ese caballero. – Dijo un sonriente líder del consejo lemuriano. - Me preguntó quien atacaría el Santuario y por que robarían la armadura de Pegaso. – Comentó el caballero negro de Géminis. – En cualquier caso parece que siguen nuestros mismos objetivos, la armadura de Pegaso era nuestro próximo objetivo. - No debes preocuparte por eso. – Señaló uno de los consejeros lemurianos. – La armadura de Pegaso se encuentra en esta isla a buen recaudo y lista para cumplir su propósito. - ¿Entonces hemos tenido algo que ver en el asalto al Santuario?, pero…ningún caballero negro ha salido de la isla…. - Eso no es asunto tuyo, lo importante es que la armadura de bronce de Pegaso ha sido robada y ahora esta en nuestras manos. – Comentó Maril, líder del consejo. – Ahora lo importante es prepararnos, sin duda los caballeros de Atenea vendrán a la isla para recuperar las armaduras robadas y poner fin a la amenaza que seguro piensan que representamos. - Si es así, estaremos listos, los caballeros negros están deseando medir sus fuerzas con los caballeros de Atenea. – Apuntó un desafiante caballero negro de Géminis. - Ten listos a los caballeros negros….la batalla final esta por llegar y no podemos fallar, es la hora de vengar la ultima derrota que sufrimos hace años. – Expuso Maril. – Nunca antes los caballeros negros han contando con tantos guerreros en su filas, esta vez….ganaremos. Mientras el consejo lemuriano ponía en alerta a sus caballeros y estos se preparaban para la batalla, los caballeros enviados por el Santuario llegaban a la isla liderados por el caballero de oro de Géminis, Pólux, siendo este acompañado por los caballeros de oro de Cáncer, Tauro, Leo y Virgo, así como por los caballeros de Plata de Orión, Cuervo, Flecha, Mosca, Copa y los de bronce Gallo, Canis Menor, Cancer Minor, Eridano, Indus, Jirafa y Tucan. - Bien, parece que no hay nadie en los alrededores, pero no hay duda de que nos estarán esperando. – Expuso el caballero Pólux de Géminis. – Debemos ir con cautela, nos separaremos e intentaremos alcanzar el castillo en la colina de la reina, allí estarán los líderes de la isla y seguramente las armaduras robadas. La misión es llegar hasta ese punto y reagruparse para el asalto final al castillo. - Allí nos veremos, esta misión es la más importante que hemos tenido y debemos salir victoriosos por Atenea y por la paz en la Tierra. – Añadió Ioras de Leo. - En marcha pues. – Gritó Jaga de Orión. El grupo de caballeros se separo y se adentró en la isla con la intención de acabar con cualquier enemigo que se encontraran y llegar hasta el castillo. Castillo de los caballeros negros Lenier, el caballero negro de Géminis se encontraba en uno de los balcones mirando el horizonte donde se podía distinguir gran parte de la isla y al fondo…el mar. Su momento de paz y meditación se veía interrumpida ante la llegada del caballero Euristeo de Minotauro. - ¿Qué ocurre? - Parece que han llegado, los caballeros de Atenea ya están en la isla. – Informó Euristeo. - Si, lo se, presiento su energía y en especial la de los caballeros de oro. – Respondió Lenier. – Parece que han venido dispuestos a acabar con nosotros y recuperar las armaduras de bronce. - No parece que hallan venido muchos caballeros, es posible que estén confiados. – Señaló Euristeo. – Si es el caso, pagarán su arrogancia. - Debemos andar con cautela y no confiarnos, los caballeros del Santuario son poderosos y si no andamos con cuidado podríamos estar en problemas. – Señaló Lenier. – En cualquier caso….pagarán el solo hecho de venir a esta isla a desafiarnos. Tras separarse en la playa, los caballeros de Atenea habían tomado distintas rutas para intentar llegar al castillo en la colina de la reina. Por un pequeño y serpenteante rodeado de cañones y desfiladeros, caminaban muy atentos a sorpresas los caballeros de Orión e Hindus. - Había oído hablar de esta isla, pero nunca pensé que fuera tan inhóspita. – Comentó el caballero Ural de Hindus. – No hay rastro de vida animal o vegetal…solo piedras, desfiladeros….es un lugar horrible - Por algo es aquí donde son enviados los renegados y los bandidos, esto es el infierno en la Tierra. – Dijo Jaga de Orión. – Un momento…. - ¿Sucede algo?. - No observan. – Respondió Jaga. – Hay delante…. - Vaya, pensábamos sorprenderos pero parece ser que no hemos sido capaces de ocultar nuestra presencia, que decepción. – Dijo una extraña voz. - Mostraros, caballeros negros. – Demandó Jaga de Orión. Al instante, dos caballeros negros saltaron de lo alto de unas rocas y se pusieron en frente de los enviados del Santuario. - ¿Quiénes sois?. – Preguntó Ural de Hindus. - Soy Menelas, caballero negro de la constelación de Boyero. - Y yo…Link, caballero negro de Corona Austral. - Harías bien en apartaros del camino y dejarnos proseguir hacía el castillo. – Apuntó un sonriente Jaga. - Eres muy divertido, ¿acaso crees que dejaremos sin castigo el que halláis osado penetrar en esta isla?. – Dijo Link de Corona Austral. – Ni tan siquiera os vamos a dar la oportunidad de retiraros, simplemente…moriréis como castigo. - Eso ya lo veremos. – Intervino Ural de Hindus. - Ya basta de tanta palabrería, solo nos retrasáis en nuestra misión de alcanzar el castillo. – Comentó Jaga. – En guardia, caballeros. - Pobre inútil, ¿pretendes medirte tú solo a nosotros dos?. – Se preguntó el caballero negro de Boyero. – Tú estupidez es aun mayor de lo que pensaba. - Verás lo que es enfrentarse a los caballeros de Atenea. – Dijo Jaga segundos antes de lanzarse contra los dos caballeros negros. Con una rapidez impresionante incluso para un caballero de Plata, Jaga de Orión se lanzó contra los dos caballeros negros y sin que estos pudiera hacer nada, eran golpeados violentamente, siendo desplazados varios metros a causa de la violencia del ataque de un sonriente Jaga, que veía con una gran sonrisa como sus enemigos mordían en el polvo. - Es increíble, la rapidez de Jaga es muy superior a la de cualquier caballero de plata, por algo dicen que su fuerza iguala incluso a la de los caballeros de oro. – Pensó Ural de Hindus. – Jamás había visto pelear a Jaga, pero no hay duda de que su poder es muy grande. Esos caballeros negros no podrán hacer nada contra él. - ¿Cómo ha podido….?. – Se preguntaba el caballero negro de Boyero mientras intentaba ponerse en pie. – No esperaba que un caballero de Plata tuviera tanta velocidad en sus movimientos. - Ya os he dicho que ahora comprobaréis el poder de los caballeros de Atenea. – Señaló Jaga. – Habéis desafiado al Santuario y habéis osado robar las armaduras que están destinadas a proteger y servir a la diosa Atenea. Solo merecéis un castigo, la muerte. - Puede que nos hallas sorprendido, pero el combate dista mucho de terminar. – Dijo un desafiante caballero negro de Corona Austral. - Eso me gusta, sentiría mucho acabar con vosotros tan rápido. - ¡¡¡ Prepárate, caballero!!!. – Gritó Menelas de Boyero. - ¡¡¡ Tornado de la muerte!!! El caballero negro de Boyero aumentó su energía cósmica y lanzó sus dos armas de mano con tal fuerza y usando su energía, que mientras ambas armas avanzaban sobre Jaga iban creando un tornado. En el momento de alcanzar la posición del caballero de Orión, el tornado creado por Menelas había tomado forma y velocidad, creando unos poderosos vientos y en su interior unas extrañas corrientes de energía. Al principio, Jaga se veía atrapado en el interior del tornado, comenzando a sufrir los efectos de las descargas, pero finalmente y gracias a su mayor energía, lograba deshacer por completo el ataque del caballero negro. - ¿Es todo lo que puedes hacer?. – Dijo Jaga con una sonrisa en su rostro. – Si es así, mucho me temo que este combate….ha terminado. Jaga aumento increíblemente su energía cósmica, dejando sorprendidos a los dos caballeros negros y a su compañero, el caballero de Bronce de Hindus. Tras aumentar su energía y llega al tope de sus fuerzas, Jaga se preparó para atacar al enemigo. - Adiós caballero. – Dijo Jaga. - ¡¡¡ Meteoro de la muerte!!! Jaga dio un gran salto ascendiendo varios metros en el aire para posteriormente comenzar a girar su cuerpo adaptando la forma de un potente meteoro. Inmediatamente, Jaga mantuvo el giro de su cuerpo y se abalanzo contra el caballero negro de Boyero proyectándose como un cometa directo a su objetivo a toda velocidad. En el ultimo momento, Jaga hace un movimiento y da una terrible patada en el rostro del caballero negro, el cual es desplazado varios metros y cae al suelo malherido y tras perder su casco, destruido por el ataque del caballero de Orión. - Menelas…Menelas. – Dijo repetidamente el caballero negro Link de Corona Austral. - No te molestes, aunque no esta muerto, dudo que aguante mucho y en cualquier caso, el combate ha terminado para él. – Expuso Jaga. – Ahora tú serás el siguiente. -Creo que no merece la pena continuar este combate ante rivales que claramente no están a tú altura. – Dijo una extraña voz. – Tal vez deberías buscar a un enemigo que pueda darte un combate mucho más interesante. - ¿Eres tú esa persona?. – Preguntó Jaga. - Por supuesto. – Respondió la extraña voz. - Muéstrate. - Soy Kappa, caballero negro de Piscis y uno de los doce señores oscuros. - Vaya, parece que estabas en lo cierto y tú serás un rival mucho más interesante. – Dijo Jaga. – Ural, ocúpate del otro caballero negro, yo me encargaré de este. - Muy bien, Jaga. - Deberías tener a tú compañero cerca durante el combate, su ayuda te será necesaria si es que quieres tener alguna posibilidad de vencerme. – Expuso arrogantemente Kappa de Piscis. - No necesito ayuda para dar cuenta de un caballero negro. – Señaló Jaga. – Puede que vistas esa copia de la armadura de oro de Piscis, pero no eres el caballero de oro de Piscis ni tienes su fuerza, solo eres otro caballero negro que debe morir por sus acciones contra el Santuario y la paz en la Tierra. - Como quieras, pero te vas a llevar una gran decepción. – Dijo Kappa. – En guardia, caballero. Kappa comenzó a aumentar su energía sin perder de vista ni un solo minuto a Jaga, quien a su vez observaba ansioso el momento en que su enemigo lanzaría el ataque. Para sorpresa de Jaga, los rumores sobre el poder de los doce señores oscuros parecía ser cierto y el poder de estos caballeros era superior al de cualquier caballero negro. - Prepárate….¡¡¡ Por la furia de Tifón!!!. – Gritó Kappa. Aumentaba su energía al máximo Kappa lanzó su ataque contra Jaga, quien tomo posición defensiva. El ataque del caballero negro había creado una gran ventisca repleta de descargas de energía de las que Jaga no podía defenderse, siendo el caballero de plata desplazado varios metros hasta golpearse con una pared de piedra cercana. - ¿Qué piensas ahora, caballero?, sigues estando seguro de tú victoria?. - Admito que he subestimado tus fuerzas, pero te aseguro que es algo que no volverá a suceder. – Respondió Jaga. – En cualquier caso, no solo sigo pensando que acabare por derrotarte, si no que sé que el derrotarte dada tú fuerza dará más valor a mí victoria. En guardia, caballero negro. Mientras Jaga y el caballero de Piscis continuaban su intenso combate, el caballero de bronce Ural de Hindus había comenzado su particular duelo con el caballero negro Link de Corona Austral. - Para ser un caballero de bronce no están mal tus acciones de ataque, parece que después de todo este será un combate interesante. – Expuso un sonriente caballero negro de Corona Austral. – Eres mío, caballero. Bajo la atenta mirada del caballero de bronce de Hindus, el caballero negro concentró su energía al máximo preparándose para atacar. - ¡¡¡ Circulo Boreal!!!. – Gritó el caballero negro. El caballero de Hindus miraba fija y concentradamente los movimientos del caballero negro, pero sin poder evitarlo, un haz de luz aparecía bajo sus pies, siendo rodeado por un anillo de energía que había aparecido en el suelo en unos pocos segundos. Inmediatamente y sin poder reaccionar, el caballero de bronce se veía atrapado dentro del circulo, el cual poco después hacía estallar la porción de tierra en su interior, haciendo volar a Ural por los aires varios metros y siendo golpeado con violencia por los escombros de la explosión actuando las rocas y piedras como duras y afilados cuchillos. - Jajaja, ¿Qué te ha parecido eso?, no has podido ni tan siquiera intentar defenderte. – Expuso el caballero negro. – Ese es el poder de los caballeros negros, un poder al que un simple caballero de bronce no puede hacer nada. - Su ataque es muy poderoso, no esperaba que pudiera ser capaz de semejante acción.- Pensó para si mismo Ural. – Debo andarme con cuidado si no quiero perder el combate y la vida ante este caballero. - Harías bien en quedarte en el suelo, el golpe de gracia que te daría te ahorraría mucho sufrimiento. – Dijo un sonriente caballero negro. - Eso jamás sucederá, mientras me queden fuerzas, mientras pueda ponerme de pie y combatirte, seguiré el combate e intentare por todos los medios dar muerte a aquellos que desafían a la diosa Atenea y amenazan la paz en la Tierra. – Expuso el caballero de bronce de Hindus mientras se reincorporaba. - Como quieras, pero luego no digas que no te lo advertí. – Apuntó el caballero negro mientras preparaba un nuevo ataque. - Esta vez me toca a mí. – Señaló el caballero de bronce aumentando su energía. – ¡¡¡Nube de fechas!!! Aumentando su energía al máximo, el caballero de bronce de Hindus comenzó a mover sus manos como si estuvieran lanzando unas flechas fantasmas tras otra a gran velocidad. El caballero negro había desestimado su intento de atacar y a duras penas podía evitar las flechas lanzadas por su contrincante. Finalmente, el gran número de flechas lanzadas y la rapidez con la que se movían hicieron imposible los intentos del caballero negro por eludirlas, siendo golpeado repetidamente por varias flechas fantasmas del caballero de bronce. - Ya no estás tan sonriente. – Dijo el caballero de bronce. – Nunca des por ganado un combate si tú enemigo aun esta en píe y decidido a luchar. Hindus y el caballero negro de Corona Austral proseguían con su duelo. Al mismo tiempo, el combate entre Jaga de Orión y el caballero negro de Piscis había aumentado en intensidad y ambos caballeros se habían intercambiado poderosos ataques. - Realmente no esperaba que un caballero de plata pudiera ofrecer tanta resistencia, admito que estoy sorprendido. – Expuso el caballero negro de Piscis – Sin embargo, debo decir que no será suficiente para derrotar a uno de los doce señores oscuros. Es más, creo que pondré fin a esto ya mismo, aun quedan muchos caballeros del Santuario en la Isla a los que se debe detener. - Estoy preparado…cuando quieras. – Apuntó un desafiante Jaga de Orión. - En ese caso…adiós caballero. – Dijo Kappa de Piscis tras aumentar su energía. - ¡¡¡ Corriente termal !!! Con un rápido movimiento, el caballero negro de Piscis logró acercarse al caballero de Orión lo suficiente como para agarrarle las manos e inmediatamente y tras aumentar su energía, comenzar a calentar el cuerpo del caballero de plata. - Es inútil que te resistas, en cuanto he tocado tus manos y he comenzado la corriente termal, tú cuerpo se ha paralizado y ahora esta a mi merced. – Expuso Kappa de Piscis. – Lentamente tú temperatura corporal ira aumentando y tú flujo sanguíneo se verá pronto afectado, iras sintiendo más calor en tú cuerpo y será tú propia sangre quien lleve ese calor por todas sus extremidades, dejándote a mí merced. Poco a poco, Jaga parecía perder energías llegando incluso a doblar una rodilla ante la sonrisa confiada del caballero negro de Piscis. - ¿Dónde se encuentra ahora tú confianza en la victoria, caballero?. – Dijo Kappa de Piscis. - No puedo permitirme el lujo de perder contigo y fallar en la misión ordenada por el Gran Patriarca. – Murmuró Jaga. – Soy un caballero de Atenea y debo velar por que la paz y la justicia reinen en la Tierra. Perder contigo supondría un fracaso en mi obligación de servir a la diosa y mantener el orden. Esas son dos cosas en las que no pienso fallar. Aunque no sin dificultades, Jaga de Orión logró ponerse de nuevo en pie mientras aumentaba su energía poco a poco ante la sorprendida mirada del caballero negro. En un acto de fuerza y concentración de su cosmos, Jaga lograba liberar una de sus manos y agarrar el brazo derecho del caballero negro. - No es posible, hace unos instantes estabas medio muerto y a mí merced. – Señaló un sorprendido Kappa de Piscis. - ¿Cómo puedes reaccionar con esta energía?, no es posible. - Vosotros los caballeros Negros aun tenéis mucho que aprender de lo que significa ser un caballero. – Respondió un sonriente Jaga. – Los caballeros negros solo lucháis por el poder, por general odio y violencia, por vuestros intereses y eso son motivaciones absurdas y en las que uno no puede basar su servicio como caballero. Nosotros los caballeros de Atenea servimos una causa justa, la paz en la Tierra, el orden y protegemos a la humanidad en nombre de nuestra diosa. Una causa como esa da la fuerza y la energía necesaria para luchar. Ante el aumento de energía del caballero de Orión, Kappa de Piscis decidió soltarle y tomar una posición defensiva. - No tengo por que escuchar tus sermones y no me importa en absoluto tú causa o por quien luches. – Dijo Kappa de Piscis. – Un nuevo orden es necesario y los caballeros negros debemos tomar nuestro sitio como los caballeros más poderosos del mundo. Atenea ya no esta entre nosotros y es hora de que otros tomen el relevo. - Hablas de un mundo imaginario que los caballeros negros nunca verán. – Expuso Jaga mientras aumentaba su energía. - Silencio….¡¡¡ Por la furia de Tifón!!!. – Gritó Kappa muy enfadado. - No volverás a sorprenderme con ese ataque. – Señaló Jaga. – Es hora de acabar con esto…. - Su energía cósmica se ha intensificado en unos segundos, es increíble. – Murmuró el caballero negro de Piscis. - Adiós, caballero negro. – Dijo Jaga. – ¡¡¡Por la espada del cazador!!!. Tras aumentar su energía al máximo y concentrar su cosmos, Jaga lanzó un potente ataque contra Kappa de Piscis, el cual sin poder nada fue golpeando violentamente siendo su armadura quebrada en algunas zona, cayendo a pocos metros de distancia ya muerto. No muy lejos de allí, el caballero de bronce de Hindus había logrado derrotar a su enemigo, el caballero negro Link de Corona Austral. - ¿Estas bien, Ural?. – Preguntó Jaga a su compañero. - Si, no es grave y en cualquier caso no pienso quedarme atrás. – Respondió el joven Ural de Hindus. - Bien dicho, ahora sigamos adelante, aun hay muchos enemigos y mucho camino que recorrer esta llegar al castillo. Tras reponer fuerzas durante unos minutos, los dos caballeros salieron corriendo prosiguiendo la marcha. CONTINUARA…
Posted on: Sat, 29 Jun 2013 19:11:10 +0000

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