Capítulos olvidados de la historia de México A principios de octubre de 1810, José María Morelos y Pavón supo del levantamiento de su antiguo maestro, y el 19 de ese mes salió en busca de la Independencia. Antes de irse procedió a fortificar el curato para que pudiera servir a la lucha, aunque él decía a todos que las trincheras eran "para defenderse de los insurgentes, en caso de que llegaran a Carácuaro", pues no quería despertar sospechas prematuramente. Su astucia para escapar del peligro era herencia, sin duda, de sus tiempos de arriero, cuando conducía valores entre bandidos y contrabandistas.Morelos e Hidalgo, como insurgentes, se entrevistaron solamente una vez, en el camino de Charo a Indaparapeo, Michoacán. De allí partió Morelos a sublevar las provincias costeras del sur. Con increíble destreza logró, en tres años, subvertir poblaciones en los estados de Oaxaca, Veracruz, Morelos y Guerrero. Por la rapidez de sus campañas se le llamó el "Rayo del Sur". Entre sus más cercanos colaboradores estaban Mariano Matamoros y los Galeana, primero Juan José, Antonio y Pablo, y después Hermenegildo. En agosto de 1813, consiguió la rendición del Fuerte de San Diego, con lo cual la plaza de Acapulco se volvió insurgente. Su vocación de estadista lo llevó a convocar a los jefes insurgentes para el Congreso de Anáhuac, que se instaló en Chilpancingo al mes siguiente. Allí la Asamblea lo nombró "Generalísimo", pero Morelos, por modestia, declinó tal nombramiento y en su lugar propuso que lo consideraran "Siervo de la Nación". Pocos saben que el Congreso, perseguido por los realistas, tuvo que mudarse y andar a salto de mata, y que Morelos lo custodió hábilmente, hasta que la Asamblea culminó en la Constitución de Apatzingán. Pocos saben también que, antes de caer fusilado en San Cristóbal, Ecatepec, el "Rayo del Sur" se puso de rodillas y exclamó: "Señor, si he hecho bien, tú lo sabes; si mal, me acojo a tu infinita misericordia".
Posted on: Wed, 07 Aug 2013 05:10:42 +0000
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