Carlsen destroza el ajedrez clásico El noruego se ha mostrado - TopicsExpress



          

Carlsen destroza el ajedrez clásico El noruego se ha mostrado hoy, durante la conferencia de prensa, a favor de una idea de Andrew Paulson, el nuevo presidente de la Federación Inglesa de Ajedrez: una máquina que mida las pulsaciones, presión sanguínea y otros datos de los jugadores durante las partidas, y los proyecte al público de inmediato. Sería muy interesante para los espectadores, supongo. Dijeron que lo iban a hacer durante el Torneo de Candidatos, pero no ocurrió. Por mí no hay problema, ha subrayado. Es una pena que semejante invento no estuviera hoy en aplicación, porque me hubiera encantado ver cómo estaba el cuerpo del escandinavo en los muchos momentos calientes de la partida. ¿Tendría las pulsaciones tan bajas como el ciclista Induráin o el tenista Bjorn Borg, considerados como superhombres por su extraordinario rendimiento físico? Sí, ya sé que Carlsen dice que ha pasado miedo (lo explico detalladamente en mi crónica de hoy para El País), pero sus jugadas, o más concretamente su manera de enfocar la apertura de hoy no es propia de alguien que está temblando, sino más bien de un robot con potentes neuronas pero sin corazón. No me imagino a Kárpov jugando 8 ..c4?! y 22 ..b3! frente a Kaspárov, regalándole el centro y el flanco de rey, a pesar de que yo mismo le bauticé como el gélido Anatoli en 1985. A todos nos enseñaron cuando éramos principiantes que hay jugadas y planes que ni siquiera merecen un minuto de atención porque el enorme riesgo que implican no compensa la pequeña probabilidad de que sean buenos. Pero todo eso ya no vale si el que juega es Carlsen, para quien la única verdad es la del cálculo preciso. Poco después de 8 ..c4 me he ido a la sala de al lado para una proyección de estreno de Algorithm, un documental indio sobre el ajedrez para ciegos, muy interesante. Por el pasillo les he dicho a un par de colegas que veía grandes probabilidades de que Anand ganase por fin, y estaban de acuerdo. Un par de horas después, en la sala de prensa se deducía que Carlsen jugaba a ganar con 22 ...b3 en lugar de buscar el empate con 22 ...g6. Me he acercado a Susan Polgar para pedirle su opinión, y disentía totalmente: No, 22 ..g6 era probablemente perdedora, y tengo la impresión de que el ataque de Anand va a ser ganador en todo caso. Leontxo García Así piensan los seres humanos, pero estábamos todos equivocados; al menos, nadie ha descubierto variante ganadora alguna para Anand, que yo sepa, hasta el momento de enviar estas líneas a ChessBase. Desde el punto de vista científico, todo indica que Carlsen tenía razón, y sus jugadas eran impecables. A partir de ahora, cuando escriba en mi columna diaria para El País frases como y las blancas tendrían un ataque tremendo, me pararé y me preguntaré cómo de tremendo, porque el de Anand de hoy era tremendísimo, y ya sabemos qué ha pasado. Si Capablanca y Alekhine levantasen la cabeza y vieran la partida de hoy, volverían a morirse inmediatamente, del susto. Carlsen ha estudiado las mejores partidas de ambos, pero también análisis de computadoras por toneladas, y por eso se come peones dudosos alegremente (cuarta partida) o permite ataques terroríficos (hoy), en posiciones donde el cubano y el ruso-francés ni siquiera se hubieran molestado en considerarlo. Podría contaros más episodios sobre las variopintas, coloristas e hiperactivas calles de Chennai y sus gentes, pero no. Tengo la impresión de que acabo de vivir un día histórico, un cambio de época, y sería una frivolidad desviar los focos que apuntan al gran Magnus Carlsen. Mi colega Stefan Löffler, del Frankfurter Allgemeine, lo ha visto muy bien: Con su última jugada, De1, el nuevo monarca del ajedrez pone su dama donde estaba el rey de su antecesor en la posición inicial. Sí, definitivamente, hoy ha empezado una nueva era, y yo estaba justo ahí. Por Leontxo García
Posted on: Fri, 22 Nov 2013 02:48:35 +0000

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