Carta abierta desde Sucumbíos Ecuador a la CLOC vía campesina con motivo de la VI Conferencia de la Vía Campesina, Indonesia, Junio 2013 Desde “ACOPSAS” Asociación de Comités Populares de Salud de Sucumbíos, como integrantes de CLOC Vía Campesina, enviamos un saludo a "La Vía Campesina Internacional” que cumple 20 años de lucha y resistencia en el campo, por el acceso justo y equitativo a tierra y agua segura para vivir en un hábitat saludable, poder cultivar e intercambiar sin dependencia ni explotación, alimentos sanos y nutritivos germinados a partir de semillas criollas biodiversas. Hace 20 años, nosotros dábamos nuestros primeros pasos en las nacientes provincias amazónicas del Ecuador, provincias lamentablemente vistas por el poder político de ese entonces solo como lugares para explotación petrolera y no cómo centros de patrimonio genético. Fue allí que con alegría recibimos la invitación de integrarnos a CLOC Vía Campesina, esta iniciativa regional que trascendiendo agendas sectoriales, articuló alianzas de sectores anti-neoliberales y anti-imperialistas de todo el mundo, movilizados para desarrollar nuevos procesos organizativos globales con una propuesta estratégica vivencial y política de integración de los pueblos. Muchos dirigentes, en especial mujeres, dejaron huellas históricas que abonaron el florecimiento de transformaciones siempre de los pueblos y para los pueblos: reformas agrarias en varios países, exigibilidad de derechos para detener los abusos y crímenes de los terratenientes y agroexportadores, visibilización de la situación campesina que junto con los pueblos originarios nos levantamos para expresar que existimos y tenemos dignidad por eso no “celebramos” 500 años de “conquista” sino que exigimos ser protagonistas de una historia. Frenamos políticas nefastas a nivel local como la absurda ley que obligaba a talar los bosques para poder ser adjudicatarios de tierras, o las presiones para sembrar monocultivos que desertifican los suelos y nos intoxican y que lamentablemente siguen siendo promocionados ahora en nombre de los agrocombustibles utilizando como anzuelo los créditos, obras públicas, o supuestas garantías de comercialización pero dependientes del encadenamiento agroexportador. Pero como dice nuestro himno nacional ecuatoriano “nuevas cadenas prepara la injusticia de bárbara suerte”, por eso hemos parado con reflexión y acción los intereses de la OMC logrando a nivel regional que no nos impongan el ALCA y en Ecuador además luego paramos el TLC con USA. 1. Es necesario hoy generar el compromiso de cambio de modos de vida e interrelación, en base a la reflexión del momento histórico mundial que muestra la crisis climática, alimentaria, energética y económica que son consecuencia de la producción y consumo basados en la explotación de la naturaleza y de los pueblos y la mercantilización de la vida, beneficiando a empresas transnacionales de agro-negocios: MONSANTO, CARGILL, SINGENTA, DUPONT, BAYER, NOVARTIS, NESTLE, COCA-COLA, PEPSI-COLA, a sus redes transnacionales de finanzas, petróleo, minas, etc. que concentran el 85% de la riqueza dejando en extrema pobreza al 80% de la humanidad. Estas prácticas productivas y financieras especulativas legitimadas en Acuerdos Comerciales e incluso en cuerpos legales nacionales generan el aumento de enfermedades relacionadas con malnutrición y exposición a intoxicación química tanto de los productores como de los consumidores, además de causar dependencia y empobrecimiento a campesinos y desalojo a pueblos ancestrales, por eso esperamos que la VI Conferencia de la Vía Campesina, Indonesia, Junio 2013 rechace de forma radical: A) La firma de Acuerdos Comerciales llamado o no TLCs ya que legitiman la biopiratería y el patentamiento de semillas y saberes ancestrales. –ley UPOV, Normas GATT aplicadas por Europa y Estados Unidos en sus Acuerdos Comerciales- El ingreso de cultivos transgénicos y agrotóxicos a nuestros territorios, C) La extranjerización y monopolio de la tierra por empresas de agronegocios y extractivas D) La pretensión de los agro-exportadores y terratenientes de dedicar nuestros suelos al cultivo de agrocombustibles, y E) Las megarepresas que además de generar desalojos no son energía renovable sino fuente de generación de metano. Es importante aclarar al mundo, que no somos los campesinos ni los pueblos originarios los que provocamos la expansión de la frontera agrícola ni la contaminación del agua. Investigaciones independientes y estudios de la FAO han demostrado que nuestra forma de interrelación con la naturaleza aporta a frenar el cambio climático, a disminuir el efecto invernadero, a alimentar en Ecuador al 75% de la población, a proteger las fuentes de agua, a reducir el riesgo e impactos de enfermedades por vectores y enfermedades de la pobreza como la tuberculosis y la malaria de impacto grave en ecosistemas deforestados para monocultivos. Solo como ejemplo cabe decir el esfuerzo de amigos del manglar en la costa ecuatoriana que con esfuerzo propio han recuperado este ecosistema frágil y único, que es vital para la alimentación y el equilibrio de las costas, depredadas por la actividad ilegal de camaroneros apoyados en sus lazos políticos. Hoy con nuestro propio esfuerzo y despertar de conciencia, trabajamos por la agroecología, el uso de agua con técnicas ancestrales que cuidan la fragilidad de los ecosistemas, las construcciones sustentables, el aprendizaje de saberes medicinales ancestrales e interculturales, todas iniciativas concretas que van dando fruto en nuestras fincas casi destruidas totalmente por las fumigaciones de glifosato del Plan Colombia y los derrames petroleros. Sabemos que no es un pueblo más sano el que tiene altísimos presupuestos para servicios de atención médica, sino sobre todo los pueblos que gozan de hábitos y entornos saludables, que permiten contar con capacidades fuertes de prevenir y mitigar problemas de salud relacionados con la violencia doméstica y estructural, con la contaminación de ecosistemas y fuentes de agua, con la pérdida de soberanía alimentaria. Por eso vemos con preocupación cómo en Ecuador hay una acelerado envejecimiento y abandono del campo, ya que en 1950, setenta y uno (71) de cada 100 ecuatorianos vivía en el campo, en 1962, sesenta y uno (61) de cada 100, en 1982 pese a que hubieron dos reformas agrarias la población rural disminuyó a 52 personas por cada 100. En 1990 en la época del zaqueo neoliberal 45 de cada 100 personas seguían en el campo, en el 2001 solo vivían 39 de cada 100, en el 2010, treinta y siete (37) personas de cada 100 y en el 2013, llegamos a 25 de cada 100 con el preocupante pronóstico de que en el 2015 solo 18 de cada 100 ecuatorianos viviremos en el campo y del campo. (INEC 2010) Por eso es necesario no claudicar en el esfuerzo de mostrar al mundo que la humanidad necesita una “vuelta a la ruralidad” como opción de vida digna, diversa, ecológica, sustentable y sostenible como dice la invitación de la CLOC Vía Campesina “fortaleciendo la lucha permanente contra las transnacionales, y sus modelos de agro-negocios, mega-minería, mega-represas. Combatiendo los desalojos y el acaparamiento de Tierras, el zaqueo de nuestros recursos y proponiendo e impulsando la Soberanía Alimentaria, la Agroecología y la Reforma Agraria” ejerciendo el derecho a la comunicación y educación permanente, popular y liberadora. La Vía campesina compañeros, para nosotros no es un discurso sino que es un camino, es una opción de vida y en este caminar como dice nuestro lema: “no daremos un paso atrás ni para tomar impulso”. Desde Sucumbíos, con el pesar de un nuevo derrame petrolero en el río Napo, Jesús Placencia Presidente
Posted on: Sun, 23 Jun 2013 01:36:32 +0000
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