Carta de despedida Perdón, se bien que esto es una inesperada sorpresa, pero tenía que despedirme. He muerto, la ausencia me sofocaba y mi mente no encontraba paz, además eso de colgarme desnudo con un crucifijo atado a mi miembro me pareció una muerte blasfema y divertida. Te preguntaras de que estoy hablando, seguro crees que estoy loco, puedo verlo en tu expresión (sí, estoy frente a ti, aunque no me ves) , la situación es esta : tal como he dicho, me he suicidado. Como yo bien sabia ,en caso de existir un más allá mi alma no tendría lugar el dichoso paraíso, por lo cual me tocaría penar, así que podría venir a entregarte mi carta y mira, justo así fue. De hecho, la carta la he escrito aquí mismo, en tu escritorio mientas tu leías sentada en el poff. Para esta hora seguro ya alguien me encontró. Seguro su susto debió ser cruelmente cómico. Y pues bien, como último favor, si alguna vez me amaste como yo a vos, te suplico sigas mis instrucciones: 1.- No quiero irme muy formal ¿recuerdas aquel saco de pana café que tanto detestabas por que se le pegaban siempre los pelos de Dylan, tu antiguo gato? , pues eso quiero usar. También cerciórate por favor de que me sean colocados mis Ray Ban oscuros, no quiero que vean las ojeras con las que cargue mis penas los últimos días. La camisa a cuadros que me regalaste en París encajaría excelente, junto con los jeans de mezclilla café. Trata de rociar sobre mí un poco de mi Hugo Boss de uso regular por si a algún ingrato le da por estar destapando el ataúd. 2.- Que ni se les ocurra: nada de rituales religiosos por favor, ni uno solo. Qué seguridad saque de ahí a quien ose despedirse de mí con esa grosería 3.- Quiero ser incinerado y que mis cenizas sean arrojadas al lago aquel que visitamos en nuestra última visita juntos a la naturaleza. 4.-Ocultas bajo mi cama permanecen todavía mis libretas y plumas, quiero que esas tu las conserves, al igual que mis libros y mis discos; lo que no te guste puedes venderlo, quemarlo, regalarlo, lo que tú quieras. 5.- Vagaré por todos lados con la cruel intención de impregnar el aire de melancolía. Los miércoles a media noche te visitaré para observar mientras juegas con tus dedos en tu intimidad como de costumbre. Deja sobre el buró un cigarro encendido y una vaso de whiskey, no quiero olvidar ese olor, también no olvides por favor usar prendas atrevidas. Bien, me marcho. Mil gracias por todo el amor y el placer que me has otorgado en vida, hasta el miércoles, vida mía. Y no me llores por favor, siempre dijiste que no lo merecería . P.d.- Por sí tenías duda, Dios no es como lo pintan: es un obeso, de piel rojiza, rasgos vulgares y sonrisa pervertida,
Posted on: Sun, 08 Sep 2013 07:38:05 +0000
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