Casi al final se construyó otro puente, cuando Mátenme porque me muero nos llevó al viejo Rockotitlán, al Margos, al Blanquita, a despojarnos de todo mal carnal. En los Dioses Ocultos Marcovich tomó la delantera, mientras que Saúl se arrodilló ante el público, a su costado, de pie, Sabo le esperó, le ayudó y le dijo al oído algo, como un levántate y anda “no mames” (imaginación de quien esto escribe).
Posted on: Tue, 25 Jun 2013 05:36:35 +0000
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