Casos, Cosas y Curiosidades Ecijanas. D. Antonio Siria Gonzalez - TopicsExpress



          

Casos, Cosas y Curiosidades Ecijanas. D. Antonio Siria Gonzalez (Edición 1.995) TOQUE Y REPIQUES DE NUESTRAS CAMPANAS ECIJANAS. Creo que fue, sobre el año 1.954, cuando un representante de tejidos, catalán, en ruta por Andalucía, tuvo que hacer noche en Écija y quedó hospedado en el añorado y célebre Hotel Central. Sobre las ocho de la mañana del día siguiente, este catalán, bajó presuroso, asustado y a medio vestir, buscando en la recepción a alguna persona. Encontró al dueño del hotel, Don Eduardo Martínez Isla, preparando el servicio del día. - Oiga ¿Dónde esta el incendio? - ¿Qué incendio? - No están tocando las campanas. ¿Habrá algún fuego en el pueblo? - Eduardo, sonriendo contestó: - No señor, no hay ningún fuego. Las campana que Vd. Oye, anuncian al pueblo la Víspera del Corpus. El representante catalán, pidió una copa de coñac y, mientras la saboreaba, le fue explicando Eduardo: Mire, esa que oye, es la “Socorro” de Santa Cruz. Esta que suena ahora, es la de “San Pablo” de la iglesia de Santo Domingo. Oiga..oiga, ésta que suena más cerca es la “San Lorenzo” de Santa Maria... y ésta otra un poco mas lejana es la “San Antonio” de la Parroquia de San Gil. El cliente del hotel, tras oír un buen rato el maravilloso concierto de las numerosas campanas, contesto: Dichosos los pueblos que despiertan a sus hombres con repiques de campanas y más dichosos los hombres que en ellos viven, ya que conocen por sus sonidos cada una de sus campanas, saben sus nombres y el de las Iglesias donde están instalada. Esta anécdota, sucedida no hace mas de 38 años, me hace meditar cómo, en tan poco tiempo, ha desaparecido por completo en esta Ciudad uno de los mayores y gratuitos placeres que teníamos. El disfrutar a cualquier hora, en cualquier día, del maravilloso sonido de las numerosas campanas que aún tenemos. Por la falta de dinero que padece la Iglesia y que impide pagar estos servicios, por falta de afición, porque los jóvenes emplean sus ratos libres en algo más rentable, por muchas causas, se ha ido perdiendo lastimosamente el arte, el mucho arte, de saber tocar nuestras campanas. Desde hace algunos años, se han instalado en los campanarios unos sistemas eléctricos, que hacen mover mecánicamente estas antiguas y bien templadas campanas, utilizándose en muy pocas ocasiones pero no es igual. Ni los toques, ni los signos, ni los repiques suenan igual que cuando, antiguamente, los fuertes brazos de un hombre joven, con su corazón impulsando esos brazos, tiraban con las pausas, el tiempo y el toque preciso de las cuerdas... Era un arte aprendido desde niño, con muchas horas de prácticas, que solo podía ejercitarse en un pueblo único, como lo es Écija, porque puede contar con más de 100 campanas en sus numerosas Iglesias, conventos y capillas, y cada una con un son distinto, de tal manera que al hacerlas revolotear por los aires, intercambiándolas, era un deleite para el oído, y componían partituras musicales, no escritas, sin pausas, que de memoria se sabían solamente los ecijanos. Para el recuerdo y ante la posibilidad de que, en un futuro, salgan muchachos que aspiren a practicar este arte de tocar las campanas ecijanas y así perpetuarlo para generaciones venideras, he recogido de D. Fernando Vega Ramos, Sacristán de Santa Cruz, entre otros toques, que se daban en casi todas las Parroquias conventos y capillas ecijanas, los siguientes: TOQUE DE ALBA. Se hacía al amanecer, todos los días y se compone de 7 golpes a la 3ª Campana, con repiquete, seguido de 5 golpes continuos a la gorda, más 2 ligeros a la misma campana gorda. TOQUE DE ÁNGELUS. A las 12 del día, y se tocaba directamente con 3 golpes a la campana gorda con pausa. TOQUE DE ORACIÓN. Todos los días al oscurecer. Iguales toques que el alba. TOQUE DE ANIMAS. Todos los días a las 9 de la noche. Se componía de 3 golpes a la gorda, 3 a la mediana y otra campana. Terminaba con 3 bis (tocan dos campanas a la vez). Al final 2 golpes a la campana mas chica. TOQUE DE AGONIA. Anunciaba la muera de un feligrés. Con la campana gorda, se daban 9 toques seguidos. Pausa pequeña y 2 toques más, si el fallecido era una mujer. Si la campana gorda, tocaba 9 veces seguidas y tras una pequeña pausa, daba 3 toques, indicaba que el difunto era un hombre. De tal manera, bien en su casa o en el campo cercano, el ecijano, sabía si había fallecido un hombre o una mujer y si reconocía la campana (cosa que era casi seguro), también sabía a que feligresía pertenecía el difunto. TOQUE DE DOBLES. Se hacía el día del entierro, y según la categoría de fallecido a la hora de pagar sus familiares los estipendios a la Iglesia, se dividían en entierros de: 1ª Clase ... Tres horas de doble general. 2ª Clase ... Tres horas con doble de 2ª o sea, sin campana gorda. 3ª Clase ... Tres horas con tres campanas chicas. 4ª Clase ... Tres horas con las dos campanas chicas. TOQUE DE VISPERAS. Se solían hacer las Vísperas del Corpus, o del titular de la parroquia, y se componían: Repique a las 11,30 con campana gorda. Repique general, a las 12 hora. Este repique general se componía a su vez de 4 tiempos que eran: 1º Tiempo. Repique y vueltas a las campanas. 2º Tiempo. Repiquete general de 10 minutos. 3º Tiempo. Igual que el anterior. 4º Tiempo. Repiquete y signo bueno (último) 1 y 3. Hay que señalar, que si no había sucedido algún percance humano o fallo en el sistema del campanario, a la campana que se la había tirado del signo bueno, se le daban 2 golpes de gracia. Esto sólo se hacía en Santa Cruz, nuestra Parroquia Mayor o Catedral, y era necesario que todos los repiques hubieran salido limpios y con los requisitos necesarios, para poder dar estos dos golpes de gracia. Se le llama signo bueno, cuando la soga queda recogida de forma tal que es más rápido el volteo. TOQUES DE CALENDAS. Sólo en Nochebuena. Tenía estos toques: 1º. 7 golpes y repiques de campana 3ª. 2º. Terminado el repiquete, se dan 5 golpes, con pausa a la gorda y después 2 seguidos. Al final del 2º golpe, se lanza las campanas al vuelo. Se para un momento el campanario. Tras este silencio, se empieza con las 3 campanas grandes unidas, en un toque bajo, vá ascendiendo hasta el máximo de las fuerzas del campanero y llegado a este, de nuevo se va descendiendo en intensidad, hasta el mínimo.. (Todo un arte). Este conjunto armonioso de toques se repite dos veces. Empieza de nuevo con las tres campanas al mínimo, para llegar al máximo y al final, se lanzan alborozadamente todas las campanas que hay, al vuelo. Termina este festejo de sonidos de campanas, con 5 golpes a la gorda y 2 a la mediana. Después de un signo bueno a la mediana. También era costumbre en Santa Cruz, que si todos los toques y repiques habían salido conforme a la previsto, o sea sin incidentes, con la limpieza y el arte exigido, a la campana que había tirado el signo, se le daban dos golpes de gracia. Amigo lector ¿ era o nó un verdadero espectáculo musical, el poder oír la tarde-noche del 24 de Diciembre, en la Plazuela de Santa Cruz, en la de Santiago, o en la de Santa María, este complejísimo y único concierto de sones de campanas, con sus altos y bajos, entre mezcladas unas y otras ?. Era, creo yo, un singular homenaje que Écija rendía al Niños-Dios que estaba naciendo, como hace miles de años en un portal. TOQUE DE DIFUNTOS. Sólo la víspera del día de los difuntos. Se empezaba a las 2 de la tarde de los Santos, con doble general en 3 partes y terminaba a las 3 de la tarde. A continuación y hasta el toque de oración, repiten los TRIANES, que se componen de un golpe a la gorda y otro a las dos campanas menores, a la vez. El día de los Difuntos, después del toque del alba, prosiguen los trianes, hasta la hora del funeral, que se celebraba sobre las 12 de la mañana, donde comienza con doble general, terminando con un fuerte golpe a la gorda. TOQUE DE VISPERAS DIARIOS. Todos los días de vísperas de alguna festividad de la Iglesia. Empieza a las 3 de la tarde, con 3 golpes y 2 mas seguidos a la campana gorda, a la mediana y otra campana de las chicas. Se termina con 5 toques a la gorda, 5 a la mediana y 5 a la chica. TOQUE DE ENFERMOS E IMPEDIDOS. Anunciaba la salida del Santísimo Sacramento a visitar los enfermos e impedidos. Consistía en 7 golpes con pausa a la mediana, 7 signos a la campana de Su Majestad (cada iglesia tiene una campana señalada para el toque del Santísimo), terminando con 2 golpes a la mediana. REPIQUE GENERAL. Anunciando bien la visita del Sr. Cardenal, la elección de Hermano Mayor de alguna Hermandad de la Parroquia o el parto y nacimiento del primogénito de los Reyes (sólo el primogénito), o en algún hecho o acción de gracias. TOQUE A FUEGO. En caso de incendio, bien en el pueblo, caserío heredad o sembrado cercano. Se hacía con la campana gorda con un toque seguido y prolongado. TOQUE A HERMANOS. Anunciado para Cabildo o salida procesional de las Imágenes en Semana Santa. Con la campana gorda se daban 2 golpes seguido y uno con pausa, durante media hora. Caso de que en algún Cabildo hubiese resultado elegido Hermano Mayor nuevo, se hacía repique general sin signo bueno. TOQUE DE AGONIA DEL PAPA. Se anunciaba el fallecimiento del Primado de la Iglesia con 33 trianes a las 3 campanas mayores. Estos 33 trianes, se hacían en memoria y recuerdo de los 33 años que tenía Cristo en su muerte. TOQUE DE AGONIA DEL CARDENAL DE LA DIÓCESIS. Se anunciaba la muerte del Sr. Cardenal de la Diócesis con 12 trianes con pausa, con las 3 campana mayores. REPIQUE DE LAS 40 HORAS. Este tríduo solemne, que se celebra en las Iglesias ecijanas, y con el cual se adora permanentemente al Santísimo Sacramento, se anunciaba: El sábado a las 11,30 horas con signos parados. A las 3 de la tarde, repique chico. A la oración, repique general. El Domingo, repique general a las 12 horas con signos parados y a las 3 de la tarde con la campana chica. El lunes iguales toques. TOQUES DE MISA. Anunciaba a los feligreses, la celebración de la Santa Misa en cualquier Iglesia, Convento o Capilla. Se dan tres toques continuos, con intervalo de ¼ de hora. El primero, media hora antes del comienzo de la misa y termina este toque, con pausa y un solo golpes a la misma campana. (El primer aviso). Al ¼ de hora, el mismo toque, solo al final, tras pausa, se dan 2 golpes (Segundo aviso) y momentos antes del comienzo de la misa, el mismo toque a la misma campana, sólo que, tras la pausa, se dan tres toques o golpes. TOQUE DE MATRACA. Antiguamente los Jueves, Viernes y Sábado Santo. Hay que destacar que junto con estos numerosos toques y repiques, los muchísimos conventos de monjas, con sus más humildes campanas, también alegraban los cielos ecijanos, tocando a coro, todos los días en que conmemoraban las festividades de sus titulares o celebraciones especiales. Hasta hace menos de medio siglo eran famosos, algunos entre otros ecijanos que sabían interpretar a la perfección, sin papel escrito, ni pauta alguna, sólo de memoria y con verdadero arte, todos y cada uno de los toques antes citados, según la festividad, la celebración eclesiástica, o aviso a los feligreses. Recuerdan los mayores, a “Federico” en la Iglesia de la Victoria, que incluso horcajaba sobre las campanas, daba vueltas, abrazados a las mismas, sacando todo su cuerpo, por fuera del campanario, con verdadero riegos y peligro. Igualmente fue célebre, tocando las campanas,“Barea” en Santa Cruz, como “el Riza” y Francisco Vargas. También eran unos verdaderos maestros, José de la Rosa, “el gordo”, Fabián, Miguel Gordillo, Rojitas, Fernando Ojeda, Pepe Hache, etc, etc. Hoy día es difícil encontrar persona alguna que sepa y recuerde estos toques y repiques, y más difícil aún, que sepa tirar de las cuerdas de un campanario y con las fuerzas justas, los golpes necesarios, y las pausas reglamentarias, haga teñir con agrado y buen gusto, conforme a las normas, alguna de las numerosas campanas que, gracias a Dios, todavía se conservan en los numerosos campanarios y espadañas de Écija. Buena e interesante tarea cultural, repito cultural, seria, que los responsables eclesiásticos, con la ayuda económica de las autoridades civiles, al igual que hoy día se crean, fomentan agrupaciones musicales, coros, murgas, etc. Tuvieran la feliz idea de crear un grupo de campaneros, formado por personas jóvenes que bajo la maestría de una de las pocas personas que aún conocen todos estos toques y repiques (bien podía ser Fernando Vega Ramos, el único Sacristán que nos queda, y que él, de seguro se prestaría), aprendieran a tirar de las cuerdas con la fuerza, el temple necesario, la pausa requerida y el arte que lleven dentro, hagan mover los numerosos badajos de nuestras campanas, haciéndolas teñir al aire, componiendo las maravillosas sinfonías de antaño, para el placer de todos, propios y extraños, y así, algún que otro visitante, pueda decir, como aquel viajante de tejidos catalán en el año 1.954. “Dichosos los pueblos, que son despertados, al toque y repique de campanas, y más dichosos los hombres que en ellos viven, pues al oírlos, no sólo conocen la campana de donde salen esos maravillosos sones, sino que también conocen sus nombres y el de las iglesias donde están”. .
Posted on: Wed, 31 Jul 2013 03:27:27 +0000

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