Castro y el FSLN El New York Times , en el artículo que ya hemos citado anteriormente, señalaba que “ las dos últimas semanas, Cuba y Nicaragua han estado enviando señales que podrían indicar su disposición a comenzar serias conversaciones con Estados Unidos. La administración Reagan ha estado escuchando y respondiendo, pero continúa escéptica”. Y como conclusión señala que Cuba, “ de facto ha aceptado la condición de Washington de frenar el envío de armas ” a El Salvador y Centroamérica en ayuda a los guerrilleros. El FSLN ha respondido de la misma manera que Fidel Castro a las presiones del imperialismo yanqui. No sólo no envía armas a El Salvador sino que ha suprimido en sus publicaciones, concretamente en Barricada, toda alusión a las guerrillas salvadoreña y guatemalteca y los llamados a la solidaridad con ellas. Por el contrario, sólo llama a defender la revolución nicaragüense y cubre con un silencio criminal las luchas de los pueblos salvadoreño y guatemalteco. Esto muestra a las claras la política burocrática y pequeño burguesa, tanto de la dirección cubana al frente de un estado obrero como del FSLN al frente de uno burgués. Casto ya ha cumplido un rol de primera magnitud de tipo político en Africa al ser la herramienta más útil que ha tenido el imperialismo yanqui para frenar el proceso revolucionario, principalmente en Angola. El castrismo ha ido a Africa no sólo para fortificar sus posiciones ante la presión indiscutible que el imperialismo yanqui ejerce contra el estado obrero cubano, sino también para mostrarle a Washington que la dirección castrista está por mantener dentro del capitalismo los distintos países donde hay procesos revolucionarios. Esa es la razón por la cual el ejército cubano ha sido fundamental para reestructurar el estado capitalista y para mantener la economía burguesa en Angola. Esto le ha sido agradecido por un sector de la administración Carter, concreta mente por un gran amigo de este, el ex‑embajador yanqui Young en las Naciones Unidas, que ha insistido, al igual que hoy David Rockefeller, en el rol pro imperialista y pro capitalista de los regímenes africanos que son defendidos por el ejército cubano y por el castrismo. Lo mismo está haciendo hoy día Fidel Castro y el FSLN en Centroamérica. Infinidad de datos demuestran como Castro y el FSLN insisten en la necesidad de que no se superen las barreras de la propiedad privada capitalista y de los regímenes burgueses en Centroamérica, y por todos los medios tratan de evitar que se origine una sola revolución centroamericana. Aceptan así el juego imperialista de mantener cada revolución en las estrechas y limitadas repúblicas centroamericanas en lugar de abarcar todo Centroamérica, uniendo el proceso revolucionario regional, que lo llevaría inevitablemente al triunfo. Estos pasos del castrismo y del FSLN en favor de la política contrarrevolucionaria del imperialismo yanqui y sus socios, los Portillo y Trudeau, como de la Segunda Internacional y los imperialismos europeos, es lo que permite estas negociaciones secretas entre el imperialismo yanqui y Castro. Negociaciones secretas en donde Castro quiere que se le solucione la crisis económica o se le ayude a intentar paliarla y el imperialismo yanqui exige que Castro deje de tener una política contrarrevolucionaria a medias para adoptar una abierta y consecuente hasta el final. El crimen de la burocracia gobernante en este caso de Cuba, no sólo es imponer un régimen totalitario a los trabajadores cubanos, sino tan o más grave, el de no desarrollar la revolución mundial, limitándose a desarrollar el socialismo en un solo país. Es la otra cara de una política pequeño burguesa, burocrática.....Nahuel Moreno
Posted on: Sun, 27 Oct 2013 07:12:11 +0000
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