Catorce señales que anuncian el retorno de Cristo por Roderick C. - TopicsExpress



          

Catorce señales que anuncian el retorno de Cristo por Roderick C. Meredith ¿Sabe usted lo que le depara el futuro? ¿Sabe lo que le depara a su país y al mundo? No vivimos en una época común y corriente. Nos estamos acercando al fin de una era, al fin de la civilización. ¿Sabe usted lo que le depara el futuro? ¿Sabe lo que le depara a su país y al mundo? No vivimos en una época común y corriente. Nos estamos acercando al fin de una era, al fin de la civilización. Nuestra generación, como dijo un célebre estadista, "¡tiene una cita con el destino!" Se esta fermentando una crisis de proporciones mundiales que en un futuro ya muy cercano hará estallar la apariencia de normalidad que aún queda en la civilización occidental. Los medios informativos nos transmiten trágicos sucesos que se registran aquí y allá; pero son pocos los que comprenden el rumbo y el significado de los acontecimientos del mundo. Los alarmantes relatos que oímos en las noticias no son inconsecuentes; antes bien, ¡presagian los acontecimientos específicos que en las próximas décadas van a transformar todo aquello que nos es familiar! ¿Cómo podremos conocer con certeza el futuro? ¿Quién tiene una visión clara de todo EL PANORAMA PROFÉTICO? Sólo hay una fuente de información que nos puede revelar el futuro con certeza. ¿Sabía usted que una cuarta parte de la Biblia es profecía y que aproximadamente el 90 por ciento de toda la profecía es para "el tiempo del fin" un tiempo que ya está a las puertas? Estas predicciones se cumplirán con absoluta certeza. Mucha gente no se interesa por la profecía bíblica, aunque debería interesarse, porque los acontecimientos que se avecinan afectarán su vida, la de su familia, su empleo y su futuro. Hay un Dios en los cielos que inspiró las palabras de la Biblia; y todas las profecías consignadas en ella tendrán un cumplimiento seguro. Debemos creer que lo que Dios ha dicho se cumplirá. ES HORA DE DESPERTAR. Cuando usted termine de leer este folleto podrá entender con claridad el significado de la actualidad mundial y el final hacia el cual nos acercan día a día los sucesos. Prestemos oído a lo que dijo el apóstol Pedro con respecto a las profecías de la Biblia: "Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro… entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo" (2 Pedro 1:19-21). ¿Por qué preservó Dios estas profecías para nosotros? Porque el gran Dios está cumpliendo un gran propósito aquí en la tierra, a escala internacional e individual. Es necesario estudiar las profecías que Dios inspiró para poder entender su propósito. ¿Puede lo inimaginable ocurrir? ¿Sabe usted cuál será la noticia más importante de nuestra generación? ¿Cuál es ese gran acontecimiento que va a estremecer al mundo entero en vida de la mayoría de los que leen esta publicación? La segunda venida de Jesucristo será el acontecimiento más importante de esta generación. ¡Jesucristo va a regresar! Que quede bien claro: que el regreso de Jesucristo no va a ocurrir secretamente en alguna cueva escondida sin que nadie lo sepa. Jesucristo va a regresar visiblemente a la ciudad de Jerusalén y sus pies se posarán en la cumbre del Monte de los Olivos. El propósito de su retorno es instaurar un gobierno divino a escala mundial. ¡La humanidad quedará estupefacta! Este acontecimiento se predice específicamente en toda la Biblia. La segunda venida de Jesucristo se anuncia en cada uno de los Evangelios, en el libro de los Hechos y en las Epístolas de Pablo, Santiago, Pedro y Juan. El retorno de Jesucristo es el tema central del Apocalipsis. Si usted cree que la Biblia es la palabra inspirada de Dios, entonces debe creer en la segunda venida de Cristo. Si el Rey de reyes va a regresar pronto a establecer el reino de Dios en la tierra, ¿no cree usted que es necesario prepararse para tal acontecimiento? ¿No cree que debe estar informado sobre la manera como este acontecimiento afectará su profesión, su futuro económico, su seguridad personal, y todo el mundo que lo rodea? Podemos saber cuáles son las señales que preceden al retorno de Jesucristo y estar atentos a su cumplimiento. No debemos seguir ignorando el significado de los acontecimientos del mundo que nos rodea. He aquí lo que Jesús ordena a sus verdaderos discípulos: "Velad, pues, en todo tiempo orando que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán, y de estar en pie delante del Hijo del Hombre" (Lucas 21:36). Pronto se desatarán acontecimientos que van a trastornar el sistema de vida que hemos conocido hasta hoy. En los evangelios de Mateo, Marcos y Lucas hay tres relatos donde Jesucristo les enseña a sus discípulos las cosas a las cuales deben estar atentos antes de su regreso. "Así también vosotros, cuando veáis que suceden estas cosas, sabed que está cerca el reino de Dios. De cierto os digo, que no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca. El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán" (Lucas 21:31-32). Jesucristo mencionó una serie de señales que deben cumplirse antes de su regreso. Es evidente que la profecía de Jesucristo se cumplirá en el lapso de una generación una vez que empiecen las señales relacionadas con esta profecía específica. Así que Jesucristo sí va a regresar a la tierra ¡pero primero deben cumplirse estas señales! Los que proclaman sus propias ideas y predicciones de que Jesucristo va a regresar "esta noche" son falsos profetas, pues hacen caso omiso de las palabras de Jesucristo. Las señales que Jesucristo enumeró tienen que ocurrir primero. El mundo pronto verá la guerra más devastadora y encarnizada de la historia humana, formando parte de lo que en terminología bíblica se llama "la gran tribulación". "Habrá entonces gran tribulación, cual no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá. Y si aquellos días no fuesen acortados, nadie sería salvo; más por causa de los escogidos [aquellos que se han arrepentido y obedecen a Dios] aquellos días serán acortados" (Mateo 24:21-22). El profeta Daniel se refirió también a este acontecimiento: "En aquel tiempo se levantará Miguel [un arcángel], el gran príncipe que está de parte de los hijos de tu pueblo; y será tiempo de angustia, cual nunca fue desde que hubo gente hasta entonces; pero en aquel tiempo será libertado tu pueblo, todos los que se hallen escritos en el libro [de la vida]" (Daniel 12:1). Ese "tiempo de angustia" será la gran tribulación. Después de describir aquella época terrible de guerra, Dios le dijo a Daniel: "Anda, Daniel, pues estas palabras están cerradas y selladas hasta el tiempo del fin" (Daniel 12:9). Estas cosas no se entenderían hasta el tiempo del fin. Actualmente estamos entrando en ese tiempo del fin, y Dios está revelando lo que antes estaba sellado. "Muchos serán limpios, y emblanquecidos y purificados [Dios nos está examinando y probando para ver si estamos dispuestos a obedecer su palabra], los impíos procederán impíamente, y ninguno de los impíos entenderá, pero los entendidos comprenderán" (Daniel 12:10). Entendamos que nuestros países decadentes y corruptos se encaminan hacia una gran catástrofe. Además, el estado de endeudamiento y de crisis económica se agrava día a día. Cuando se rompa la represa habrá pánico en todo el mundo. La acumulación de la deuda nacional de los Estados Unidos, país cuya moneda es el medio de intercambio de la economía internacional, puede producir un derrumbamiento de la economía de esa nación, lo que dará lugar a un nuevo orden económico y político mundial. Y este no es más que uno de los problemas que pueden desatar una crisis de proporciones mundiales. Si usted se considera un seguidor de Jesucristo, debe prestar especial atención a las instrucciones que Él nos da: "Velad, pues, en todo tiempo orando que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán, y de estar en pie delante del Hijo del Hombre" (Lucas 21:36). Continúe leyendo y asi podrá saber cuáles son aquellas cosas sobre las cuales debe velar. 1. Guerras, violencia y anarquía Esté atento a las guerras grandes y pequeñas, guerras étnicas, guerras de toda especie; y a la intensificación de la violencia y la anarquía en el escenario mundial. Muchos piensan que las cosas van a mejorar. Muchos gobernantes hablan de "un nuevo orden mundial" como si se fuera a iniciar una nueva era de paz. El período que ha sucedido a la "guerra fría" es sumamente inestable y peligroso. Una de las revistas más prestigiosas del mundo dice que la nuestra es una época "extraña y de mucha incertidumbre; una época en que los leones no pacerán juntos con los corderossino que las guerras continuarán". Lo que "el nuevo orden mundial" está produciendo es una paz titubeante y un ambiente inestable, donde en vez de mejorar, las cosas tienden a empeorar. ¿Por qué escasean en nuestra civilización soluciones viables que produzcan cooperación global y pacífica entre las naciones y los grupos étnicos? Norman Lear, famoso productor de televisión y activista político de 71 años de edad lo resumió en estas palabras: "En ninguna época de mi vida había estado nuestra cultura tan desprovista de valores espirituales… La raíz de nuestros problemas está más allá del alcance de la política". En el evangelio de Mateo leemos la profecía que Jesucristo les dijo a sus discípulos con respecto al estado del mundo inmediatamente antes de su segunda venida. "Y oiréis de guerras y rumores de guerras; mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca; pero aún no es el fin. Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino" (Mateo 24:6-7). Si bien es cierto que la guerra ha sido parte de la historia humana a lo largo de los siglos, la capacidad destructiva de los armamentos de hoy y la posibilidad de una escalada masiva de los conflictos han creado un estado de cosas que no tienen paralelo en la historia. El versículo 22 del capítulo en mención es una aclaración profética que sólo puede referirse a nuestra época de alta tecnología y de armas aterradoras de inmensa capacidad destructiva. "Y si aquellos días no fuesen acortados [los días en que estas armas serán utilizadas], nadie sería salvo [significaría la extinción del género humano]; mas por causa de los escogidos [aquellos que se han arrepentido y obedecen a Dios] aquellos días serán acortados". El mundo de hoy está lleno de guerras y de rumores de guerras. Hay guerras étnicas no solo en la antigua Yugoslavia, sino en la antigua Unión Soviética y en muchos lugares del África y del Asia. ¡En estos momentos hay alrededor de 29 guerras en el mundo! Sabemos bien que el continente americano no es inmune a los conflictos raciales. Estas luchas intercomunitarias irán en aumento. Habrá guerras entre las naciones y guerras civiles a medida que se desintegren antiguas amalgamas de pueblos. Habrá guerras grandes y pequeñas. Y todas estas luchas y contiendas redundarán finalmente en la gran guerra que culminará en la batalla de Armagedón en el valle de Jezreel en la tierra de Israel, y aquél será el momento del retorno de Cristo. Muchos pensarán que lo que hemos dicho es alarmista y pesimista y que no está de acuerdo con la bondad inherente del ser humano. Estas personas irradian un optimismo ingenuo cuando dicen: "las cosas van a mejorar". Pues bien, de parte de Dios tengo la misión de decirles que las cosas NO van a mejorar hasta el retorno de Cristo. Sí, hay buenas noticias, se acerca un mundo maravilloso, pero la realidad es que la situación se tornará muy oscura y angustiosa antes del amanecer de esa nueva era de paz que instaurará Jesucristo a su regreso. ¿Ha observado el lector los brotes inexplicables de violencia, los disparos al azar, los homicidios y las matanzas? Jesucristo predijo la desintegración social que precedería a su retorno. "Y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará" (Mateo 24:12). La violencia, la lujuria, y la perversión que abundan hoy en la televisión, los videos y las películas están envenenando el espíritu de nuestra sociedad. Los medios de comunicación han facilitado la "multiplicación de la maldad". El apóstol Pablo escribió inspirado por Dios: "También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos. Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de los bueno, traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios, que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella" (2 Timoteo 3:1-5). Hoy hay muchos que tienen apariencia de religiosidad, pero no se someten a la voluntad de Dios. Con respecto a estas personas, la palabra de Dios nos dice: "A éstos evita" (2 Timoteo 3:5). Dios nos dice que nos apartemos de aquellos que hablan de religión pero niegan la autoridad de Dios, porque lo que hacen es engañar y confundir a las personas. Esta sociedad que se caracteriza por el cinismo, el sarcasmo y la lujuria va rumbo hacia su propia destrucción. Debemos entender esto y no ir con la corriente del mundo. Las guerras, la intensificación de la violencia y la maldad son la primera señal a la cual debemos estar atentos.
Posted on: Thu, 29 Aug 2013 16:41:43 +0000

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