Celos normales y celos anormales Después de definir los celos - TopicsExpress



          

Celos normales y celos anormales Después de definir los celos sentimentales y diferenciarlos de la envidia es preciso que hagamos otra distinción no menos importante entre celos normales y anormales. El análisis de los celos anormales nos llevará a considerar algunas de las formas más extremas que pueden adoptar los celos y a algunas de sus consecuencias más dramáticas. Los celos han producido dolor, dramas y tragedias a lo largo de la historia. Una amplia gama de acontecimientos hostiles, amargos y dolorosos han sido atribuidos a los celos: asesinato, agresión, odio, disminución de la autoestima, depresión, suicidio e intentos de suicidio, esposas golpeadas, destrucción de relaciones amorosas, problemas conyugales y divorcios. Una investigación de alcance nacional hecha en Estados Unidos por consejeros matrimoniales indica que los celos son un problema que se presenta en una tercera parte de todas las parejas que acuden a solicitar una terapia conyugal. La mayoría de las personas describe los celos como una experiencia "loca" y extremadamente dolorosa. Una mujer que participó en mis talleres dedicados a los celos afirmó que éstos representaban la experiencia más dolorosa que le había tocado vivir: "Lo intenté todo para tratar de controlarlos de alguna manera, pero nada, nada funciona. Ahora, lo único que me queda es la lobotomía. Y créame que la idea me tienta. No creo que pueda seguir viviendo con todo ese dolor a cuestas." No es raro que aun aquellas personas que experimentan los celos en forma extrema y a pesar de ello tienen suficiente control de sí mismas como para no incurrir en actos de verdadera violencia fantaseen con ese recurso. Una mujer que vio a su ex marido con su nueva esposa, que además había sido su mejor amiga, recuerda: "Un día, mientras estacionaba mi auto, los vi en su nuevo coche deportivo que estaba estacionado exactamente delante de mí. Era un auto que él nunca me había dejado manejar y ahora ella lo estaba usando. La rabia me encegueció. Me quedé sentada ahí, tratando de controlarme. Imaginé que ponía mi auto en marcha, apretaba a fon do el acelerador e iba directo a chocarlos con la mayor velocidad y potencia posibles. Podía sentir el impacto del choque en mi cuerpo y oír el estruendo del metal y los vidrios haciéndose añicos... No sé qué fuerza me ayudó a controlar el impulso de destruir todo." Casi todos nos hemos enfrentado a los celos en algún momento de nuestras vidas, aun cuando no los consideremos un problema. Cualquiera que haya experimentado celos intensamente es consciente del poder y la potencial destructividad que éstos entrañan. Esto ayuda a explicar nuestra fascinación con las historias que cuentan las barbaridades que algunas personas se ven impulsadas a hacer por obra de los celos. Una de esas historias se refiere a una mujer de edad mediana cuyo esposo la abandonó por una mujer más joven. Con la ayuda de un amigo, la esposa ofendida secuestró a su rival a punta de pistola, le afeitó la cabeza, la desnudó, la cubrió de brea y plumas, y la liberó en el basural de la ciudad. Leí la historia en el periódico y con posterioridad se la oí repetir una y otra vez, con gran regocijo, a mujeres que se identificaban con la venganza de la esposa abandonada.
Posted on: Fri, 26 Jul 2013 18:09:07 +0000

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