Charlas de Candi - 6/08/2013 -Este mundo no debió ser una inmensa olla a la que son echados los seres que lo habitan para ser cocinados; no fue creado con tal intención. La creación no fue pensada como un lugar de sufrimiento, sino como un pasaje destinado a cumplir con determinados propósitos, dos especialmente: perpetuar lo creado y evolucionar. Pero no puede negarse que la naturaleza contempla cierto grado "mínimo" de penar que, indudablemente, tiene un sentido: evolucionar. Quien a partir del dolor no mejora su vida y ayuda a mejorar la vida de los demás, se pierde tarde o temprano. Lo que ocurre es que ha habido un ser que construyó la olla, le puso agua, la hirvió y arrojó a ella a cuanto prójimo, a cuanto ser de su misma especie y de otras le sirviera para saciar sus diversos apetitos. No hace falta que aclare de qué criatura estoy hablando. -Hay quienes se escandalizan porque en el curso de la historia humana hubo civilizaciones que fueron antropófagas, practicaron el canibalismo ¡Vaya! ¿Es que hoy no se practica? Por supuesto que sí, hay seres humanos que comen no ya la carne humana, sino que devoran derechos de otros semejantes para saciar su hambre de... Y al devorar derechos, sumen al prójimo en la pena. Es una falacia, además, decir que no existe en estos tiempos la esclavitud. Yo todos los días veo esclavos por todas partes, atados por cadenas invisibles, pero no por eso menos irrompibles que las de acero. Esclavos de la pobreza, del hambre, de la enfermedad, de la desocupación. Esclavos de salarios indignos, de condiciones de trabajo injustas, de trato desconsiderado. Pero los esclavistas, pobrecitos, también son esclavos de sus pasiones. Lo comprenderán (algunos) determinado tiempo antes de su muerte, tiempo suficiente para pagar aquí y ahora según sus obras y cuando nada sea posible revertir.
Posted on: Tue, 06 Aug 2013 13:34:40 +0000