Cierto día entré apurado y con mucho apetito a un - TopicsExpress



          

Cierto día entré apurado y con mucho apetito a un restaurante. Escogí una mesa bien alejada del movimiento, porque quería aprovechar los pocos minutos que tenía, utilizarlos para comer y concretar algunas ideas de programación de un sistema que estaba desarrollando, además tenía ganas de planear mis vacaciones, que hacía mucho tiempo que no podía disfrutar. Pedí un plato de salmón con alcaparras, ensalada y un jugo de naranja. Mientras esperaba, abrí mi notebook y ya me disponía a trabajar, cuando sentí detrás de mi hombro una suave voz que me decía: ¿Señor, tiene una moneda para darme?...(clic en la imagen para seguir leyendo)
Posted on: Sun, 01 Sep 2013 08:18:36 +0000

Trending Topics



Recently Viewed Topics




© 2015