Comentando a Raúl Wiener: entre la lucha y la abstención - TopicsExpress



          

Comentando a Raúl Wiener: entre la lucha y la abstención paralizante A seguir luchando mañana domingo y siempre Redactado por David Aguinaga C. 23-11-13 Ya era tiempo de escuchar su opinión, aunque fuere en la hora undécima, respecto al debate y el combate entorno a estas peculiares elecciones municipales complementarias, hija de la mafiosa revocatoria reaccionaria. Porque participamos de esa misma lucha, sabemos de los múltiples y urgentes problemas políticos que enfrenta y esclarece diariamente desde su columna el compañero Raúl Wiener, particularmente sobre la preocupante evolución de la crisis política nacional, empujada cada vez más descaradamente por la ultraderecha aprofujimorista y facilitada por la deserción del gobierno de Ollanta Humala, penetrado por los tentáculos del fujimontesinismo, en el marco de la continuada aplicación gubernamental del modelo neoliberal y las iniciales muestras de su agotamiento. De todas maneras, hubiera sido muy útil que el compañero Wiener se manifestara antes, ya que no solo la ultraderecha revocadora hizo lo indecible por aparentemente restarle importancia a estas elecciones y sobre todo invisibilizar a la izquierda y el progresismo en tan desigual combate, sino que en el propio seno de las izquierdas se produjo una gran confusión y podríamos decir que hasta un sector de ésta procesó en Lima una irreflexiva contraposición y una lamentable abstención electoral suicida. Por ello, en esta oportunidad no voy a comentar las acertadas críticas y denuncias del compañero Wiener al proceder de la ultraderecha en la revocatoria y las actuales elecciones complementarias, porque las comparto; quizás con el agregado de que el PPC, durante buen tiempo buscó también vacar desde dentro a la compañera Susana Villarán, pero luego se dio cuenta que ese propósito no prosperaba y se volvía más bien contra sí. Lo más importante para las fuerzas más progresistas y democráticas en estos momentos culminantes de la presente coyuntura política electoral en Lima, particularmente para las izquierdas, es comprender en medio de esta lucha política electoral cómo avanzan nuestras fuerzas en esta contienda y en vistas al 2014, 2016 y el conjunto de la lucha popular y progresista venidera, para seguir impulsándolas de mejor manera. Y es precisamente en este difícil trance que se ha venido manifestando una verdadera pugna entre el impulso a la lucha por la unidad sincera y efectiva para enfrentar esta contienda en Lima y un consciente e inconsciente divisionismo y parálisis suicida. ¿Constituye una trágica fatalidad griega o una mera casualidad que: “La izquierda que va a la elección de los nuevos regidores, con el nombre casi desconocido de Tierra y Dignidad, y con un extraño color verde y negro, evidentemente no ha podido impregnarse del espíritu del No de la revocatoria.”? La constatación de Wiener requiere de una ineludible evaluación de sus causas, ya que no constituyen ni una fatalidad ni una casualidad, sino el producto de la aplicación de determinadas ideas y conductas políticas. Es cierto, como señala Wiener, que esta contradicción se ha generado en el proceso de un lento reacomodo de fuerzas en la izquierda, que es una manera de aludir a la honda crisis de las izquierdas peruanas y al difícil y complejo proceso de su superaciòn, donde convergen y pugnan, en todos sus colectivos, naturales fuerzas emergentes y fuerzas decadentes, en el contexto de los grandes cambios y contradicciones mundiales y nacionales que han venido manifestándose desde fines del siglo XX. Pero ya no es tan cierto que en esta coyuntura política el obstáculo haya sido inmediatos “afanes electorales”, ya que el mayor número de colectivos políticos de las izquierdas ha manifestado más bien un real abstencionismo electoral, razonando equivocadamente que las presente elección complementaria no era importante y que mejor había que prepararse para el 2014 y el 2016 al margen de tal elección; lo que equivocadamente veían como “encajarse bien con los objetivos políticos” por fuera del reto electoral al que la derecha nos había metido. ¿Había acaso fuerzas suficientes para boicotear estas elecciones producto de la mafiosa revocatoria? No sé si el compañero Wiener tiene plena conciencia de las implicancias de sus muy acertadas conclusiones cuando señala que: “Por eso no hay una alianza por la gobernabilidad y continuidad de Susana, que esté a la vista de todo como lo estaba en marzo. Ni ha habido una identificación clara con la gestión, a la que recién en los últimos días se le ha querido subsanar con la fórmula ‘el nuevo equipo de Susana’, pero sin poner énfasis ni en la filosofía ni en las obras de la gestión.” El cuestionamiento de Wiener es clarísimo y los estrategas y responsables tal situación deben meditar profundamente. Tan acertada constatación me exoneran de mayor argumentación respecto al error de quienes en las izquierdas pugnaron por reducir la alianza a solo las izquierdas, contraviniendo el tipo de amplio frente que concretamente se requería para la actual correlación de fuerzas políticas nacional y en Lima. Y me exonera también de recordar la nefasta actitud de no permitir proclamar la identificación de la Confluencia con la gestión de municipal que encabeza la compañera Susana Villarán y sobre todo con las importantes reformas que están impulsando. Pero siempre hay que seguir luchando hasta el último segundo. Esperemos que el artículo del c. Wiener y sobre los hechos que siempre terminan abriéndose camino en medio y a través de las contradicciones, esclareciendo nuestro pensamiento y mejorando nuestro accionar, nos permitan no solo estampar mañana nuestro voto por TD, a pesar del deprimente y “extraño color verde y negro”, sino que todos los hombres y mujeres de izquierda y de progreso cumplamos nuestra jornada como personeros defensores de tal voto. Las elecciones del domingo Raúl Wiener, en La Primera Las encuestas adelantan que los candidatos de izquierda a regidores de Lima van a obtener pocos votos, lo que ya está haciendo frotarse las manos a los derrotados de la revocatoria que andan diciendo que el resultado va a ser un equivalente de la censura a Villarán que no se produjo hace ocho meses. La especulación puede ir tan lejos como se quiera. Por ejemplo como para decir que la culpa de todo la tienen los “electarados” de Miraflores, San Isidro y La Molina, que no votaron para echar a la alcaldesa y que por eso tenemos unas elecciones insulsas en las que la gente no muestra casi ningún interés. Se olvida adrede que no hubiéramos tenido ni esta, ni la anterior votación, con el efecto de mantener a la municipalidad más grande del país amarrada de manos, sino hubiera existido la maniobra de la revocatoria, impulsada por las peores mafias que han usufructuado el poder a nivel nacional y municipal. Más aún, cuando ahora se invoca al PPC, como la legítima oposición por la que habría que votar, se hace olvido redondo de que se acusaba al partido de Lourdes Flores de ser el principal responsable de la “taradización” de los electores de los barrios acomodados que marcaron el No en la revocatoria. Entonces el PPC era villaranista, mientras sus dirigentes decían que ellos se jugaban por la gobernabilidad de la comuna capitalina. Ahora la derecha los ve como el voto antivillaranista (ante la vergonzosa corrida de los partidos que generaron el actual escenario: Solidaridad Nacional, APRA y fujimorismo), y los mismos pepecistas ya se creen los autores del milagro de convertir a Lima en el primer Consejo Municipal en el que la persona encargada de la alcaldía va a tener que funcionar en franca minoría, es decir sin gobernabilidad posible. La izquierda que va a la elección de los nuevos regidores, con el nombre casi desconocido de Tierra y Dignidad, y con un extraño color verde y negro, evidentemente no ha podido impregnarse del espíritu del No de la revocatoria. Tal vez porque en la izquierda todo se está reacomodando con demasiada lentitud y porque los afanes electorales no logran aún encajarse bien con los objetivos políticos. Por eso no hay una alianza por la gobernabilidad y continuidad de Susana, que esté a la vista de todo como lo estaba en marzo. Ni ha habido una identificación clara con la gestión, a la que recién en los últimos días se le ha querido subsanar con la fórmula “el nuevo equipo de Susana”, pero sin poner énfasis ni en la filosofía ni en las obras de la gestión. Con toda certeza el resultado va a ser más complejo y discutible que lo que puede ver la derecha revocadora que ahora mira desde el balcón. A pesar de todo mi voto será TD. 23.11.13
Posted on: Tue, 26 Nov 2013 04:00:38 +0000

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