Como en Madrid las autoridades sanitarias comunitarias se han - TopicsExpress



          

Como en Madrid las autoridades sanitarias comunitarias se han mantenido firmes en sus intenciones de mejorar los rendimientos de la Sanidad Pública, parece ser que los agitadores que actúan dentro de los colectivos médicos y sanitarios, han decidido dar un paso más en sus reivindicaciones, de tal modo que, aprovechando el lamentable percance sufrido por la Delegada del Gobierno en Madrid, señora Cristina Cifuentes, –quien mientras circulaba en moto ( no en coche oficial como muchos otros políticos utilizan) fue atropellada por un automóvil que la dejó gravemente herida, de modo que tuvo que ser traslada, de urgencia, al Centro Médico de La Paz –; no han tenido mejor idea ni torpeza mayor que salir a protestar, como hacen cada jueves sólo que, en esta ocasión, la han emprendido con la señora Cifuentes, que permanece muy grave en la UCI, pidiéndole que se vaya de la Paz y se la ingrese en una clínica privada. Una actitud penosa, salvaje, intolerable y bochornosa que, por si sola ya demuestra la catadura moral de todos los que han intervenido en esta mascarada y la de los sindicatos que los jalean y apoyan. Lo malo, señores, es que ya estamos empezando, en este país, a perder el respeto por los demás, a olvidarnos del derecho de los otros a opinar en sentido contrario y a respetar el derecho de los gobernantes elegidos por un amplia mayoría en las urnas, a poder dirigir sus políticas de acuerdo con la ideología que tengan. Si se empieza a dar pábulo a cualquier grupo, corpúsculo, minoría o grupo de alteradores del orden, entonces, señores, vamos a entrar en la misma espiral de caos y desorden que fue causa de que se produjera el levantamiento del 18 de julio de 1.936. Estos signos de falta de respeto por el dolor ajeno, de carencia de contención, de aprovechamiento de la situación crítica de una persona para ensañarse con ella, lo único que demuestran es que, al menos una parte de esta izquierda española, está dispuesta a volver a la situación de lo que fue el Frente Popular. Se pueden tener ideas políticas enfrentadas; se puede opinar en contra del Gobierno y se puede criticar cualquier acto público con el que se esté en desacuerdo pero, lo que no puede ser, señores, lo que es inadmisible e intolerable es que se llegue a la depravación moral y ética de utilizar la desgracia ajena como leitmotiv de una protesta. ¡Ah! señor Llamazares, si siempre nos ha parecido usted un ser impresentable, hoy lo hemos confirmado al conocer su inoportuno comentario sobre la señora Cifuentes: "Cuando se juegan la vida, saben que su garantía es la sanidad pública, cuando se trata de hacer negocio con los demás la privatizan". ¡Vergonzoso y lamentable!
Posted on: Wed, 11 Sep 2013 09:36:19 +0000

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