Con el fin de motivar a otras personas, la mayoría de los directores técnicos ponen en práctica dos aptitudes pesimistas: en primer lugar, se abruman porque creen que no alcanzan sus objetivos; luego, descargan en su equipo la energía negativa que eso les provoca. Esta estrategia no da resultado. No es lo mismo estresarse a causa de los objetivos de equipo, que ocuparse de ellos. El estrés no es una forma de motivación útil. Ninguna persona puede desempeñarse adecuadamente en un cargo, si se encuentra tensa o estresada. Esto incluye a los directivos, los futbolistas que meten goles o patean un tiro libre y a los padres. Un individuo en ese estado solo puede aprovechar un diez por ciento de su capacidad e inteligencia. Si disfrutamos del partido de nuestro equipo, no nos gusta observar la tensión de los jugadores antes de meter un gol de media cancha o patear un tiro libre en los últimos minutos anteriores al final del partido. Por el contrario, preferimos ver que confían en sí mismos, que están tranquilos y dispuestos a asumir el desafío que se les presenta. La mayor parte de la gente recurre al estrés para mostrar (o simular) que este realmente dispuesta a alcanzar cierto objetivo. No obstante, eso no es señal de buena disposición, sino que transmite tensión. La tensión empeora nuestro desempeño, mientras que la buena disposición lo enriquece. De ahí que sea fundamental, para un directivo, conocer la enorme diferencia que existe entre ambas. La buena disposición implica relajación, concentración y utilización de todos los recursos disponibles: esa magia sosegada, esa dinamita pacifica que se alcanza cuando nos centramos en un tema con nuestra mente en calma. La mejor actitud frente al trabajo es la que implica tranquilidad y atención plena. El estrés es básicamente un estado de desconexión respecto de la tierra. Implica olvidarnos de respirar y es producto de la ignorancia. Nos hace creer que todo es urgente, pero nada en este mundo tiene la importancia de relajarse. No es necesario tensionarnos, sino mantenernos concentrados. Cualquier cosa a la que le prestamos suficiente atención lograra crecer. No debemos perder tiempo en cosas del pasado, sino con los que nos permita obtener los mejores resultados. Debemos ser implacables e íntegros, pacíficos y poderosos de una manera relajada y con buen humor. De ese modo, cumpliremos nuestros propósitos. Seamos cordialmente implacables. Entreguémonos amuestra magnifica obsesión de llegar a la cima.
Posted on: Sun, 04 Aug 2013 11:09:03 +0000
Trending Topics
Recently Viewed Topics
© 2015