Con una cabeza en la mano, cuyo cráneo roía, subí los peldaños - TopicsExpress



          

Con una cabeza en la mano, cuyo cráneo roía, subí los peldaños que ascendían a una elevada torre. Llegué, con las piernas cansadas, a la plataforma vertiginosa. Contemplé el campo, el mar; contemplé el sol, el firmamento; empujando con el pie el granito, que no cedió, desafié a la muerte y a la venganza divina con un supremo abucheo, y me precipité, como un adoquín, en la boca del espacio. Los hombres oyeron el choque doloroso y resonante que resultó del encuentro del suelo con la cabeza de la conciencia, que había abandonado en mi caída. Me han visto descender, con la lentitud de un pájaro, llevado por una nube invisible, y recoger la cabeza, para forzarla a ser testigo de un triple crimen que yo debía cometer ese día, ¡mientras la piel de mi pecho estaba inmóvil y serena como la lápida de una tumba! (Fragmento de "Los Cantos de Maldoror", Lautréamont).
Posted on: Thu, 08 Aug 2013 05:12:58 +0000

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