Conclusión En primer lugar debemos reconocer que no todos los que dicen ser creyentes lo son. Solo Dios conoce el corazón de cada uno. Si un verdadero creyente desobedece a Dios y se aleja de Él, entonces Dios obra disciplinándole con el fin de que vuelva a Dios. Si el creyente le ignora y no responde correctamente a su disciplina entonces en algunos casos Dios lo lleva a su presencia quitándole su vida. El creyente alejado de Dios pierde su recompensa pero “será salvo, aunque así como por fuego”.
Posted on: Tue, 25 Jun 2013 22:15:58 +0000
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