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Consejos para los trastornos alimentarios comunes Pude ser que tenga suerte y su bebé sea un campeón a la hora de comer. Pero si es como la mayoría de los bebés, probablemente tendrá hipo (y muchas otras cosas). Aquí puede encontar algunos de los trastornos alimentarios comunes y como tratarlos. Hipo La mayor parte de los bebés tienen hipo después de las comidas, especialmente en los primeros meses. El hipo no es necesariamente un signo de dolor de estómago o indigestión. Es natural y frecuente después de las comidas y no es doloroso. Consejos: Intente hacerle eructar, en caso de que tenga aire en la tripa. Camine con él tranquilamente en los brazos Déle un poco de agua o leche para chupar Regurgitación/reflujo Los bebés regurgitan habitualmente después de las tomas. Es muy frecuente en los bebés y afecta a prácticamente la mitad de los bebés pequeños*. Es posible que haya tragado aire al comer. Quizá se le estimuló en exceso, se le alimentó excesivamente o se le metió prisa durante una toma. O bien está respondiendo a un cambio en el ambiente. No obstante, la regurgitación se produce principalmente debido a la inmadurez del estómago o cuando la fórmula para bebés pasa con demasiada rapidez a la boca de su bebé. En la mayoría de los casos no es intensa y en la mayor parte de los bebés desaparece durante el primer año. Siempre que su bebé esté aumentando de peso, normalmente no hay nada de qué preocuparse, aunque puede resultar molesta y genera muchas coladas de más. *. Vandenplas et al. J. Am. Coll. Nut. 1998;17(4):308-316. Si está alimentando con biberón, el profesional sanitario quizá le recomiende que espese las tomas de su bebé. Una toma más espesa tiene menos probabilidades de ser devuelta y tiende a permanecer en el estómago de su bebé*. Consejos: Haga cada toma lo más tranquila y relajada posible. Alimente a su bebé lentamente en pequeñas cantidades y haga pausas de vez en cuando. Evite alimentarle en exceso. Déle tomas más pequeñas y frecuentes. Hágale eructar más a menudo. Asegúrese de que, por lo menos, se tira un buen eructo después de la toma. Procure evitar distracciones, como luces brillantes y ruidos inusuales, durante una toma. Asegúrese de utilizar la tetina del tamaño adecuado para evitar que la fórmula pase rápidamente. Si su bebé está llorando por hambre, intente calmarlo antes de la toma. Esto podría evitar que tragara aire. Ponga el biberón boca abajo para comprobar el flujo. Debe salir una gota cada vez, no un chorro continuo. Cambie el flujo ajustando la estanqueidad de la rosca de la parte superior del biberón, o cambiando a una tetina de flujo más lento. Mantenga al bebé en posición vertical durante e inmediatamente después de la toma. Evite dar saltos o jugar activamente con él después de la toma. Si persiste la regurgitación, consulte al pediatra sobre las fórmulas con espesantes indicadas para reducir la regurgitación. Si no resultan eficaces, coménteselo al profesional sanitario, quien podría recomendar una fórmula con espesante. Incomodidad y gases Cuando un bebé nace, su sistema digestivo aún está madurando y continúa desarrollándose durante los primeros meses. Debido a ello, algunos bebés manifiestan incomodidad o tienen gases. No es infrecuente. Es algo completamente normal. Estos síntomas pueden ser resultado de una intolerancia o sensibilidad a la alimentación. Si está preocupada, hable con su profesional sanitario. Consejos: Déle tomas más pequeñas y frecuentes.Alimente a su bebé lentamente y haga pausas de vez en cuando. Incorpore a su bebé durante la toma. Intente que eructe, por si tiene aire en la tripa. Haga cada toma lo más tranquila y relajada posible. Si su bebé está tragando demasiado aire durante la toma, mire la tetina para comprobar si está obstruida, o si está preparado para una tetina de flujo más rápido. Compruebe también el ángulo en el que mantiene el biberón durante la toma. Incline siempre el biberón hacia la boca de su bebé en un ángulo de 45° con la tetina llena de leche, no de aire. Asegúrese de que, por lo menos, se tira un buen eructo después de terminar la toma. El exceso de gases también puede deberse a una sensibilidad a la lactosa presente en la fórmula de su bebé. Si está preocupada, hable con su profesional sanitario, quien podrá recomendarle una fórmula sin lactosa o reducida en lactosa. Cólicos Los cólicos pueden ser tan molestos para usted como para su bebé. Su bebé tiene períodos prolongados de llanto enérgico e incomodidad repentinos, dificultad para dormir y dolor intenso por gases sin motivo aparente. Su bebé da gritos, se mueve inquieto y dobla hacia arriba las piernas sobre el estómago. Si todo ello le suena familiar, su bebé puede tener un cólico, debido posiblemente a una alergia a proteínas, por lo que debe hablar con el pediatra al respecto. Los cólicos son muy frecuentes en los bebés pequeños y afectan por igual a los alimentados a pecho y a los alimentados con biberón. Sin embargo, aparte de llorar, los bebés con cólicos están, por lo general, sanos y se desarrollan con normalidad. Los cólicos suelen desaparecer espontáneamente en un plazo de tres meses sin producir efectos a largo plazo, así que trate de no preocuparse. Evidentemente, si su bebé tiene síntomas de cólicos, consulte siempre al pediatra. Identificación de los cólicos del recién nacido: uno de los signos de un cólico son los episodios frecuentes y repetidos de llanto excesivo durante largos períodos de tiempo, especialmente cuando el llanto aparece aproximadamente a la misma hora todos los días. Muchos padres de bebés con cólicos observan el llanto excesivo a última hora de la tarde o al comienzo de la noche (aunque puede aparecer en cualquier momento del día). Causas de los cólicos: nadie parece conocer exactamente lo que causa los cólicos en muchos casos. Muchos creen que la contracción dolorosa del intestino debido a una acumulación de gases podría ser un factor causal. El gas se puede acumular si su bebé traga aire cuando está alimentándose o llorando. Como alternativa, podría deberse a una intolerancia o alergia alimentaria. Los cólicos son más frecuentes durante los 3-4 primeros meses de vida cuando el intestino del bebé aún es muy inmaduro y tiene más propensión a presentar problemas de alimentación. En algunos bebés, los cólicos pueden guardar relación con una intolerancia a la leche de vaca. Algunos bebés son incapaces de digerir completamente todo el azúcar de la leche, denominado lactosa, que se encuentra de forma natural en la leche materna y en las fórmulas para bebés. Otros tienen una sensibilidad o alergia a las proteínas de la leche. Dado que las alergias a proteínas cursan con tantos síntomas diferentes, es importante que informe lo mejor que pueda al médico acerca de la enfermedad de su bebé. Basándose en esta información, podrá recomendarle la dieta mejor adaptada para su bebé. Consejos: Controle su ansiedad; se trata de una afección benigna que desaparece espontáneamente en unos meses No deje de moverse: sostenga en brazos a su bebé muy cerca de usted y dé un paseo, o llévelo a dar un paseo en el cochecito para niños. Otro consejo popular es poner a su bebé en el asiento del coche y dar una vuelta. El movimiento y el zumbido del motor pueden funcionar. Mézalo continuamente: a veces, la aplicación de una presión suave sobre el estómago del bebé resulta útil. Trate de poner el estómago de su bebé en su regazo o brazo. A continuación, mézalo lenta y suavemente. Envuélvalo: a veces, el movimiento de los propios brazos y piernas de su bebé puede molestarlo. Envuélvalo bien con una manta o portabebés. A continuación, acérqueselo y mézalo suavemente. El hecho de envolverlo ayuda a simular el entorno en el que se encontraba el bebé dentro del útero. Haga algún ruido: no cualquier ruido; ponga música para crear un ruido de "fondo" suave que calme a su bebé. Otras sugerencias son pasar el aspirador o poner el lavavajillas. Alguna de estas opciones puede funcionar. Háblele en un toco amable y muy suave. Horario de alimentación: hasta que establezca un horario de alimentación regular, su bebé puede tener hambre en cualquier momento. En tal caso, ofrézcale un biberón. No deje que pase hambre durante períodos prolongados. La toma tiene que ser un momento de paz, que tenga lugar sin interrupciones y con el ritmo del niño. Verifique la cantidad de leche y la posición del bebé durante el agarre del biberón para evitar la ingestión de aire. Pruebe con un chupete. En caso de que no funcione ninguno de estos trucos, el cólico de su bebe podría guardar relación con la dieta. Consulte al pediatra acerca de las fórmulas hipoalergénicas para bebés con cólicos debidos a alergia a las proteínas de la leche de vaca o acerca de una fórmula con bajo contenido en lactosa, mejor adaptada al aparato digestivo inmaduro de su bebé. »Más información sobre los problemas de vientre Problemas relacionados con las deposiciones: diarrea y estreñimiento Los bebés alimentados con fórmula generalmente hacen una deposición al día, como mínimo, aunque el número puede variar cada día. Es algo completamente normal. Las deposiciones de su bebé también pueden cambiar en número, color y consistencia. Aunque su bebé haga deposiciones frecuentes, no significa que tenga diarrea. La mayoría de los médicos piensan en diarrea cuando hay deposiciones frecuentes que son acuosas y huelen mal, así como en caso de deposiciones que contienen moco. Causas de diarrea: la causa más frecuente de diarrea es una infección por un virus o bacteria. La diarrea también puede ser un signo de que su bebé tiene problemas para digerir la lactosa, el hidrato de carbono presente en la mayoría de las fórmulas a base de leche. O bien puede ser alérgico a las proteínas de la leche de vaca presentes en la fórmula. Cuando su bebé tenga alguno de estos síntomas, póngase en contacto con un profesional sanitario, quien podrá recomendarle una fórmula sin lactosa. Continuacion en comentrio #1
Posted on: Mon, 09 Sep 2013 02:11:13 +0000

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