Continuación!!! La voz de aquella niña tenía un tono tan dulce - TopicsExpress



          

Continuación!!! La voz de aquella niña tenía un tono tan dulce que nadie imaginaria que dentro de ella habitaba el espíritu más maligno en ese momento sobre la tierra. Mauricio y Cecilia se abrazaron a Gertrudis temblando de miedo. La pequeña se sentó encima del ataúd y comenzó a jugar con sus trenzas. -¿Que es lo que quieres Socorro? ¡Por más que intentes negarlo tu estas muerta...! ¡Podrás seguir en este mundo sólo viviendo en cuerpos ajenos! ¡Matando cada tercer día, eso te condenara aún más de lo que ya estamos hermana! -Acaso eso te preocupa? ¡Tu estas creando a dos monstruos, educándolos para matar, para destruir todo a su paso y ellos son hijos de tus entrañas, preocúpate por eso! sabes ahora que estoy en otro nivel me di cuenta que Francisco esta completamente equivocado, la secta de los siete jamás a funcionado, fue una más de tanta mentiras que a través de los siglos a inventado la iglesia para hacerse los importantes y seguir manipulando a la humanidad... -¿No serás tu la que intenta manipularme con ese cuento? ¿Cómo puedes decir que no funciona cuando tu misma eres lo que eres por haber tomado el alma de Estela? -¡Pero yo estoy muerta, tu me mataste que no se te olvide! ¡Ustedes quieren hacer lo mismo pero con tus hijo y ellos viven, no es fácil entregarle el alma al diablo en vida te lo puedo asegurar! Mucho menos cuando no es la tuya, cuando no tienes conciencia de lo que esa acción conlleva! -¡Ya cállate nada de lo que digas va a hacer que cambie de opinión! ¡Desde que comenzamos con esto he echo lo impensable por conseguir un lugar en el grupo asta acabar contigo, así que nada ni nadie me va a detener mis hijos van a llegar a ser los líderes que este mundo espera! -¡Y tu la llorona que penara por las calles por la estupidez de haber entregado a sus hijos! Gertrudis como siempre intolerante a todo tipo de bromas se lanzo contra la pequeña, la cual con movimientos muy ágiles la esquivaba mientras reía muy divertida. Mauricio que se estaba comenzando a desesperar hizo a un lado a su hermana y comenzó a seguir con la mirada los movimientos de las dos, repentinamente y con la misma rapidez que la niña de un sólo salto alcanzo a tomarla de una pierna quedándose con ella en la mano, luego Gertrudis la tomo de un brazo y paso lo mismo, los miembros del pequeño cuerpo se desprendían con mucha facilidad cayendo al piso. Al caer la cabeza rodó entre el agua pero no dejaba de reír. Eso ya era demasiado para Gertrudis pues temía que aquella risa la estuvieran escuchando las personas desde sus casas y eso afectara al grupo. Tomo de las trenzas la cabeza la alzo y tapo su boca con mucha presión, las risas cesaron la piel se comenzó a poner morada repentinamente comenzó a girar con mucha fuerza, en ese momento Gertrudis la soltó y salió volando el espíritu de Socorro, se detuvo por un momento encima de ellos, aparecía y desaparecía sin forma alguna. -¡Te equivocaste Gertrudis! ¡Toda tu vida te has equivocado conmigo de igual manera que un día lo hiciste con Francisco! ¡Así como te estas equivocando con tus hijos, te deuda es muy alta hermana, la eternidad no te alcanzara para pagarla! Los gritos del doctor Mario hicieron que Gertrudis se fortaleciera, tomo a los niños intentando calmarlos. La niebla se fue desvaneciendo para darse cuenta de que muchas personas se habían acercado a ellos, muchos los veían con miedo y otros llenos de ira les gritaban que se fueran del pueblo. Con la llegada del doctor los ánimos se calmaron, Mario no daba crédito a lo que sus ojos veían, el ataúd entre el agua y lodo rodeado del cuerpo de la niña descuartizado. -¿Que paso aquí Gertrudis? -¡No pretenderás que nos sentemos a platicar de lo ocurrido verdad! ¡Ayúdame a salir de aquí antes de que estas personas nos maten a pedradas! -¿Pero que puedo hacer yo? -¡No lo se piensa en algo pero rápido! ¡Los doctores siempre son Autoridad en los pueblos! Era un grupo muy pequeño de personas las que se atrevieron a enfrentar aquella situación, pero poco a poco se arrimaban más a ellos gritándole asesina a Gertrudis. Mario les pedía calma intentaba explicarles cualquier cosa pero ni siquiera lo dejaban hablar. Para su fortuna llego corriendo Felipe, todos sabían que se estaba postulando para alcalde y a falta del comandante de alguna manera le tenían algo de respeto. -¿Que esta pasando aquí? -¡Es una asesina don Felipe! -¡Tenemos que sacarlos del pueblo! -¡Tienen pactó con el demonio! -¡Escuchamos que mato a su propia hermana! -¡Cálmense! ¡Cálmense todos yo les prometí velar por la tranquilidad de este pueblo y lo voy a cumplir! ¡Pero todo bajo la ley, a esta mujer la voy a encerrar en la comandancia mientras investigo que fue lo que sucedió hoy! Por lo pronto regresen todos a sus casas les prometo que ya sea Gertrudis o quien allá sido va a pagar por sus delitos. Entre mucha confusión aquellas personas se retiraron no muy convencidas de hacerlo, una ves que se quedaron solos Mario comenzó a meter el cuerpo de la niña al ataúd. -¡Es el cuerpo de la niña que mate en San Geronimo! -¿Estas seguro Mario? -¡Completamente Gertrudis! -¿pero como lo encontró Socorro? -¡No lo se, pero escondimos a los cuatro cuerpos juntos por lo tanto tu hermana en este momento puede estar dentro de cualquiera de los tres restantes! -¡Algo tenemos que hacer para detenerla! -¡Tu nada Gertrudis! ¡Lo siento mucho pero por tu bien y el mío es mejor que estés tras las rejas un tiempo! -¡No me puedes hacer esto Felipe! -¡Entiéndelo Gertrudis si no lo hacemos así después de lo de hoy las personas del pueblo te echarían de aquí! ¡En la comandancia estarás más segura mientras nace el hijo de María para realizar la entrega! -¿Y mis hijo, que va a ser de ellos? -¡Ellos se pueden quedar con Francisco! -¡Francisco! ¿Por que con él? -¡Quien mejor que él para cuidarlos! ¿Él es su padre no? Gertrudis no supo que contestar, su mente se perdió entre las palabras que le dijo el espíritu de su hermana, te vas a arrepentir de entregar a tus hijos, no confíes en Francisco. Su respiración se comenzó a acelerar al igual que los latidos del corazón, le quedaba claro que no era el echo de que le quitaran a sus hijos lo que la llenaba de furia, si no de que le quitaran la única oportunidad de ser alguien en la vida. -¡No! ¡Antes de que me separen de mis hijos tendrán que matarme! ¡No se los voy a dejar para que toda la gloria sea para ustedes! Continuara!!! Martín Mora
Posted on: Wed, 11 Sep 2013 05:13:24 +0000

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