Creo que ya lo he contado pero tiempo después de que yo fuera violada la policía encontró e identificó a mi violador. Ni siquiera me llamaron a mí, me enteré de esta historia más tarde, a través de un vecino. El violador dijo que yo había consentido, y eso fue todo. Se le dejó libre. Yo era extranjera y divorciada. Por supuesto que la policía sabía que me había violado. ¿Por qué una mujer guapa, guapa según criterio marroquí, y rica, rica según criterio marroquí, iba a querer hacer el amor con un hombre al que no conocía de nada, al que nunca había visto, al que nunca iba a volver a ver, teniendo como tenía a toda la urbanización dispuesta ya no solo a acostarse con ella, sino a casarse con ella para conseguir papeles? Claro que sabían que me habían violado, claro que no le creyeron, pero era mi culpa. Yo me lo había buscado. Divorciada, extranjera, paseando sola y con una falda corta. Era mi culpa. No iban a enviar a prisión a un tipo solo porque a una perra le hubiese dado por salir a pasear sola a la playa. Que se joda la perrra. La culpa no es del agresor, el agresor tiene derecho a hacer lo que hace, el agresor es un hombre con necesidades, así que lo lógico es que viole. Es responsabilidad de las mujeres el protegerse de esa violación. Así es como se piensa en Marruecos, y aquí es como se piensa aquí. Por LUCÍA ETXEBARRIA.
Posted on: Wed, 09 Oct 2013 08:58:01 +0000
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