Crítica musical de Pablo J. Vayón (Diario de Sevilla) sobre el concierto que el grupo TRICORDES realizó el pasado martes 13 de agosto en Noches en los Jardines del Real Alcázar de Sevilla. .................................. En sus orígenes el ciclo del Alcázar pretendía ser reflejo y muestrario de las distintas edades musicales vinculadas al recinto palaciego, lo que ha supuesto año tras año una presencia continua de espectáculos en los que quedaban representadas las famosas tres culturas del medievo español (musulmana, cristiana, judía). Pues bien, el concierto del conjunto Tricordes ha superado esta vieja concepción al sumar una cuarta cultura, ¡la china!, lo que parece añadir al cóctel un toque de plena actualidad. Liderado por Abdelaziz Samsaoui, habitual de este ciclo con distintos grupos, el trío mostró algunas fusiones ciertamente curiosas, pues durante casi todo el recital sonaron a la vez instrumentos de tradiciones diferentes, como el guzheng, una hermosa cítara china, el kanun, una especie de salterio del Medio Oriente, el ud árabe, y diferentes cordófonos de tradición occidental, especialmente el arpa y la tiorba. Las escalas pentatónicas chinas se cruzaron así con los modos de las nubas andalusíes, la ornamentación orientalista aplicada a las canciones sefardíes y las monodias y polifonías de la Iberia medieval, sin que en ocasiones fueran apreciables los límites estilísticos entre unas y otras: por ejemplo, el Stella splendens del Vermell sonó casi como una danza que hubiera sido escrita en el recinto de la Ciudad prohibida y el Ay, linda amiga de Juan del Enzina pareció una melodía que viajara desde antiguo con los cruzados. Además de mostrarnos la hipnótica sonoridad del guzheng, Abigaíl Horro puso voz a Sefarad con la natural hondura del desgarro producto del exilio.
Posted on: Wed, 28 Aug 2013 01:54:23 +0000
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