Crónica de una caraqueña desubicada en Maracaibo de mi querida - TopicsExpress



          

Crónica de una caraqueña desubicada en Maracaibo de mi querida amiga Rosa Di Falco ********************************** ¡VERGACIÓN!... CARACAS: ¡TE QUIERO! Por: Rosa DiFalco Esta expresión -que para algunos/nas podría parecer algo vulgar- sólo desea denotar el profundo amor que siento por la ciudad de la cual, muchas veces, denigramos cuando nos hallamos entre una fuerte cola o caeos en un hueco. La Caracas a la que hago referencia en este escrito es a la circunscrita al Municipio Bolivariano Libertador del Distrito Capital. En estos días estuve en Maracaibo por razones de trabajo y me regalé unas horas de caminata por varias calles y en especial por el casco histórico, adicional al traslado regular que debí hacer desde donde me encontraba en actividades, hasta donde estuve alojada Una mezcla de impotencia, tristeza y rabia hacia una ciudad muy hermosa pero hostil. Su hermosura la ofrece el patrimonio arquitectónico que se encuentra en riesgo dentro de una centralidad que observa la competencia entre sostenes, pantaletas y “bluyines” de Maicao que cuelgan entre ventanas y paredes de una –aún hermosa- arquitectura que nos recuerda la ciudad bañada de puerto. Hostil, doble y triplemente hostil. En Maracaibo Ud. no cuenta con ninguna forma estable de transporte. Lo que más se acerca a ello es el Metro de Maracaibo (previsto a que crezca hacia una segunda y tercera etapa gracias al Gobierno Nacional). Sólo cuesta 0.50 Bs su boleto, pero cierra a las 7pm los días de semanas y a las 6pm los días de fines de semana. Si Ud. se encuentra en el centro de la ciudad (¡si!….ese de las pantaletas, sostenes y “bluyines” en la basílica de La Chinita) y se le hacen las 6pm tiene dos opciones; 1) si es caraqueño/ña muy seguramente piensa en caminar hasta el metro, 2) tomar un transporte tipo buceta, “porpuesto” taxi o similar. Nunca se imagina que una 3ra opción es quedar paralizado/da a punto de llorar. No piense que es exageración…¡Yo lo viví! Ud. pregunta: ¿hacía cuál calle debo enrumbarme para llegar al Metro? y la respuesta al unísono es: NOOO! No camine hacia allá, ni hacia acullá porque es peligroso. Tampoco hay una ruta complementaria (similar al Metrobus…!). Bueno, entonces vamos con la opción 2: Ud. participará en un round robin para zamparse dentro de un “porpuesto” o taxi, que por cierto parece cada uno como salido de un película de terror (vehículos con promedio de 30 años, absolutamente destartalados). El taxista lo parará en seco porque –por inseguridad- no recogen pasajeros/ras en el centro. Llegados todos a este punto, podrá imaginarse cómo van las bucetas. Mientras camino hacia una laaaaarga cola en una parada en la que comparto mis pesares con maracuchos y maracuchas, una voz me dice: no se le ocurra meterse en esta buceta porque la asaltan adentro. Mientras se resolvía este conflicto ya casi existencial (“qué hago yo aquí y a esta hora”) mi otro lado racional preguntaba: ¿cómo los y las que viven en esa ciudad pueden asumir que esa situación puede ser normal? Si alguien de verdad desea vivir una sensación de inseguridad absoluta, pues vaya a Maracaibo. Ud. ni siquiera puede estar seguro de saber en qué calle se encuentra porque ninguna está identificada, muy pocas están debidamente iluminadas. A estas calles, se le suman los caños (o grandes quebradas) que llegan absolutamente contaminadas al lago. Hasta ahora, todo lo que relato corresponde a la completa incompetencia de quien detenta el cargo de Alcaldesa… ¡Impresionante! Cuando por fin logro resolver mi básica necesidad urbana de poder llegar a mi lugar de destino, abandoné mi estado de angustia existencial y retomé la cordura cartesiana. Una vez más se confirma que el modelo de ciudad de los ineptos e incapaces de la oposición que ostentan cargos de alcaldes y alcaldesas es aquella en la que lo público queda disminuido a su mínima expresión (en cantidad y calidad) y en la que la división de la ciudad del viejo centro histórico queda inundada en basura, inseguridad, caos, oscuridad. No piense que ese caos es efecto de crecimiento poblacional, la tasa de crecimiento de la capital zuliana es de las menores en el estado. Tampoco piense que es efecto de la pobreza (solemos echarle la culpa de todo a la pobreza): Maracaibo (al igual que el Edo. Zulia y el resto del país) ha superado los niveles de pobreza en los últimos 10 años. En el Zulia, del total de 21 municipios, 15 de estos son -en promedio- 29% menos pobres extremos y ha aumentado en un promedio de 121% los hogares No Pobres. Maracaibo está por debajo del promedio de estos 15 municipios que han superado la pobreza extrema, pero ciertamente la ha superado en un 12% menos y tienen 41% más hogares no Pobres. Por supuesto, no podía dejar de pensar en ti, la Caracas rescatada, en la que podemos caminar armoniosamente, reencontrándonos con las cuadrículas históricas, desde el Foro Libertador, hasta Capitolio, el Silencio y más allá, pasando por el Parque Ezequiel Zamora (o El Calvario) Maracuchos y maracuchas: si se puede salvar a Maracaibo. Una palabra mágica bastará para sanarles: COORDINACIÓN entre poder público nacional, estadal y municipal. Eso no será posible con la señora que ni sabe hablar. La expresión con la que inicio se debe a que este viaje me hizo mucho bien, porque revitalicé mi amor urbano hacia Caracas, la circunscrita al Municipio Bolivariano Libertador del Distrito Capital. En Miranda, a los municipios metropolitanos no se les reconoce un casco histórico o estos no tienen vida y fueron desplazados por centros comerciales, el transporte o movilidad es un caos, la basura y su hedor forma parte de la cotidianidad. No hay duda: es el modelo de gestión de la MUS que supervive por la obra y gracia de los medios y del odio hacia el chavismo.
Posted on: Tue, 26 Nov 2013 15:11:07 +0000

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