Cuando dormía, mi corazón velaba. ¡La voz de mi amado oí!: - TopicsExpress



          

Cuando dormía, mi corazón velaba. ¡La voz de mi amado oí!: «¡Abre, hermana mía, ábreme paloma! Que mi cabeza está cubierta de rocío y mis cabellos del relente de la noche.» ¡Metió la mano por el agujero de la cerradura; y toda entera me estremecí! Me levanté corriendo, y mis manos destilaron mirra, mirra fluida mis dedo, por el pestillo de la puerta. OS CONJURO, HIJAS DE JERUSALÉN, SI ENCONTRÁIS A MI AMADO, DECIDLE QUE MUERO DE AMOR. Abrí, abrí a mi amado, pero no estaba, ya había pasado. Y el alma se me escapó en su huida. Lo busqué y no lo hallé, lo llamé, lo llamé, y no me respondió. Me encontraron los guardias, que hacen la ronda, me golpearon, me desnudaron los guardias de las murallas. OS CONJURO, HIJAS DE JERUSALÉN, SI ENCONTRÁIS A MI AMADO, DECIDLE QUE MUERO DE AMOR. ¡Ay, si tú fueras mi hermano! Te podría besar al encontrarte en la puerta. OS CONJURO, HIJAS DE JERUSALÉN, SI ENCONTRÁIS A MI AMADO, DECIDLE QUE MUERO DE AMOR.
Posted on: Thu, 19 Sep 2013 16:18:30 +0000

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