Cumpliendo el Plan de Dios Philippians 3:14 & 1 Corinthians 1:28 - TopicsExpress



          

Cumpliendo el Plan de Dios Philippians 3:14 & 1 Corinthians 1:28 by Norman Holmes Un maravilloso cuerpo de Cristo está siendo levantado por Dios alrededor del mundo; pero antes de entrar en el mensaje, quiero contarles una historia: Hace 90 años, en la ciudad de Chicago, se reunieron de los 7 hombres más ricos y exitosos de los Estados Unidos. Ellos juntos controlaban más recursos económicos que el gobierno de los Estados Unidos. Series:Culto UnidoMore Sharing ServicesSharePrintEn este grupo estaba: Charles Schwab, presidente de la fundadora de acero de la más grande del mundo; Howard Hopson, presidente de la compañía de gas más grande de los EUA; Arthur Cutton, el comprador más importante de trigo; Richard Whitny, presidente de la bolsa de valores de Nueva York; Albert Fall, miembro del gabinete del presidente Calvin Coolidge; Jesse Livemore, el corredor de bolsa más exitoso de aquel tiempo; Leon Fraser, presidente del banco más importante de los EUA. La vida posterior de todos estos hombres luego de su éxito resultó un desastre. Charles Schwab vivió con préstamos los últimos 5 años de su vida; murió en bancarrota. Howard Hopson, se volvió loco. Richard Whitney estuvo preso en una cárcel de máxima seguridad, al igual que Albert Fall; recibió un permiso especial cuando era de avanzaa edad para poder morir en su casa. Jesse Livemore, Krueger y Leon Fraser se suicidaron. Estos hombres aparentaron ser los más exitosos del planeta por varios años pero sus vidas terminaron siendo un gran desastre. ¿Cual fue el error que cometieron todos esos hombres? Apuntaron a sus metas humanas nunca tuvieron como norte a Dios. Ellos fracasaron en adquirir metas celestiales, no sometieron sus vidas a la suprema autoridad de Dios. Ahora queremos adentrarnos a la palabra de Dios tal como el apóstol Pablo en Filipenses 3:14 que debemos proseguir a la meta. Fil. 3:14 Prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. Dios tiene una meta que se puede alcanzar sometiéndonos por completo a la suprema autoridad de Dios. Hoy tuvimos varias profecías, y todas ellas hablaban de este mensaje que vamos a compartir. Tenemos una meta a la cual debemos proseguir. Dios tiene un plan maestro que debemos perseguir. La Palabra nos muestra que Dios tiene una carrera para nuestras vidas. Jer 29:11 Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis. Hebreos 2:11 Porque el que santifica y los que son santificados, de uno son todos; por lo cual no se avergüenza de llamarlos hermanos. Dios está poniendo una carrera delante de nosotros, una vía, una senda delante de nuestras vidas. La veremos cada día con mayor claridad, y Dios quiere abrir nuestros ojos para que la veamos y nos podamos dedicar por completo a recorrerla. Cumplamos el plan de Dios en esta tierra, y preparémonos para recibir una recompensa eterna. Muchos pasajes nos muestran que nuestra posición eterna estará determinada por completar el plan de Dios para nuestras vidas en esta tierra, si nos sometemos o no a la autoridad del Dios Santísimo. ¿Cómo podemos asegurarnos de haber completado el plan de Dios para nuestras vidas? Los hombres de la anécdota del inicio, que se reunieron en Chicago, quienes aparentaban ser los más poderosos de su generación, trataron de hacer algo grande, pero su meta terminó en un gran desastre, y la mitad de ellos quitándose la vida. ¿Cómo podemos nosotros saber que perseguimos una meta segura, que podemos completar algo santo a lo cual podamos dedicar el resto de nuestras vidas? El llamado a completar el plan de Dios debe impactar nuestras vidas. Esta meta prendió el corazón de Pablo, quien afirmaba concentrarse en una sola cosa: “olvidando ciertamente lo que queda atrás, prosigo a la meta, al supremo llamamiento de Dios en Cristo”… Y al final de su vida, Pablo supo que había alcanzado la meta, pues en una de sus últimas cartas, dentro de sus últimas palabras afirmó: “He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, me espera una corona de justicia y gloria (2 Tim 4:7-8). Estaba seguro de haber completado el plan de Dios. Cristo también fue un hombre con una visión. Juan el Bautista declaro la misión de Cristo:”He aquí el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo” (Juan 1:29). Esa era su meta, y al leer sus últimas palabras mientras colgaba en la cruz: “Consumado es”, vemos que había completado el plan de Dios, se había convertido en el Cordero de Dios. Ellos sabían que habían completado el plan de Dios para sus vidas. Nuestra pregunta debe ser: “¿Estoy preparando para cumplir el plan de Dios para mi vida?”. Necesitamos alcanzar una visión de que hemos sido creados para propósitos eternos. Ec 3:11 Todo lo hizo hermoso en su tiempo; y ha puesto eternidad en el corazón de ellos, sin que alcance el hombre a entender la obra que ha hecho Dios desde el principio hasta el fin. Dios tiene un propósito eterno para cada una de nuestras vidas, y no obstante nuestra vida terrenal es muy breve, es un inicio temporal. Santiago dice que nuestra vida es como neblina (Santiago 4:14). Por la salvación en Cristo recibimos una vida que será eterna. ¿Cuán larga es nuestra vida presente en comparación con nuestra vida eterna? Al ponerla en una grafica, no obstante se trate de una persona de 80 años, veremos que los mismos no son más que un punto, comparado con la eternidad de miles y miles de años. Nuestra vida presente es un punto en comparación con la vida eterna que nos aguarda. Sin embargo, es de una importancia crucial, ya que establece el curso de nuestra vida eterna. Nos prepara para nuestro posicionamiento y recompensa, que nos aguarda en el reino venidero. Debemos alcanzar algunas cosas en estos años que no se podrán repetir en las eras por venir. Cuando esta vida se acabe no habrá más pecado, ni sufrimiento; ni luchas contra principados y potestades. Es solo en este tiempo de vida que tenemos el privilegio de cargar la cruz de Cristo. Y si no aprendemos a llevar nuestras vidas bajo Su suprema autoridad, sino aprendemos a llevar la cruz en esta vida no recibiremos recompensa, porque sin cruz no hay corona. Nuestro Señor Jesucristo en Apoc. 3:11 nos exhorta a no dejar que ninguno robe nuestra corona. Entonces, no te auto descalifiques para que otro ocupe tu lugar, y tome tus recompensas y bendiciones en el tiempo por venir. Como esos 70 hombres que pensaban que adquirían todo, y la realidad era que lo estaban perdiendo todo. Hubo un hombre muy poderoso en África, Cecil Rhodes (1853-1902), magnate, fundador del estado de Rhodesia. En el lecho de muerte dijo: “He adquirido muchos bienes, minas de oro y diamantes, y grandes cantidades terrenos. Ahora dejo este mundo y no he hecho nada para prepararme para el mundo venidero. Dejo todos mis logros atrás, y voy con manos vacías hacia la eternidad”. Lo más importante en esta vida es cómo nos estamos preparando para la eternidad que nos aguarda. Nuestra vida presente nos prepara para la eternidad, o nos preparamos para el cielo o nos vamos al infierno. La mayoría en este lugar aquí somos cristianos, estamos enfocados a ir al cielo, pero ¿qué haremos allá? Cuando era un muchacho pensaba en cómo seria. Me imaginaba que estaríamos sentados siempre en una nube, tocando un arpa de 10 cuerdas y tomando limonada. Pero después de unos años de estar tocando la misma arpa, las mismas canciones, etc. habrás hecho ya muchas veces todas las cosas que pudieras hacer con ese instrumento. Esta concepción nos muestra una existencia tan repetitiva y aburrida, que no refleja para nada la imagen correcta del cielo, sino que parece más bien una fotografía de lo que es el trabajo hoy día. El reino de los cielos es un “reino”, y un reino está lleno de actividades, y se basa en muchas posiciones de autoridad. No servimos a Dios para llegar al cielo, sino para poder tener y ocupar posiciones mayores; para declarar su gloria y poder en formas más maravillosas, porque nos hemos preparado en esta vida y tierra para mayores responsabilidades y tareas en el reino de los cielos. Dios nos ha creado con todos los talentos y habilidades para obtener una gran recompensa. Algunos cristianos se sientan en una iglesia y dicen: “yo nunca seré un gran apóstol o salmista”. El quiere abrir nuestros ojos para que nos demos cuenta como le podemos servir de manera efectiva. Unos años atrás Rusia estaba siendo dirigida por un régimen comunista. En este tiempo era una meta perseguir el cristianismo, pero había personas que trabajaban en la iglesia cristiana clandestinamente. Se traducían libros cristianos para esparcirlos por toda Rusia, y esto ayudaba a los cristianos a mantenerse firmes en su fe, no obstante las persecuciones. En un día hicieron una redada en toda la ciudad, en sus casas y lugares de reunión, para detener la traducción de libros. Desplegaron cientos de policías buscando por cada rincón, pero obviaron un apartamento al que no entraron, porque la persona que vivía ahí era una persona paralítica, confinada a silla de ruedas. No había ido a la iglesia por años. Ellos la obviaron por su edad y condición, pensaron que era ella era inofensiva. Buscaron en todo lugar, menos ahí, pero si hubieran ido a su casa hubieran visto que todas las mañanas, su esposo la levantaba de la cama, la cargaba y la ponía en su silla de ruedas, la llevaba a un escritorio y le colocaba una maquinilla al frente, junto con un pedazo de papel y un libro al lado. Y ella se sentaba ahí y con mucha dificultad movía sus manos: Clic, clic…clic…y lo hacía muy lentamente pero todo el día; día tras día, semanas tras semana, mes tras mes. Traduciendo libro tras libro. Dios usa lo vil y lo menospreciado para avergonzar a lo que se creen sabios (1 Co. 1:28). Todos calificamos para realizar las obras que Dios ha designado para su pueblo. Cierta vez un hombre fue llevado al cielo y le fueron mostradas cosas maravillosas. Entre lo que vio estaba una mansión más grande y gloriosa que las demás, y maravillado preguntó quien vivía en ella: “¿Es la casa de un gran predicador?”- inquirió. Y el ángel le dijo: “Esa es la casa de la viuda pobre de los evangelios, la que dio las dos blancas para la casa de Dios”. Una vez un ángel me mostró un lugar en el cielo. Lo puedo describir como un museo. En ese lugar había una especie de vitrina que mostraba las “Armas Poderosas de Dios”. En la tierra, las naciones tienen por lo menos un día del año, en el cual hacen un despliegue militar mostrando su arsenal militar. Tratan de mostrar el avión más rápido y potente, la bomba más poderosa. Pero en el cielo, pude ver lo que Dios considera sus armas más poderosas. La primera que vi era un hueso viejo de un animal. ¿Qué se puede hacer con algo como eso? No se puede hacer mucho, pensé. Pero ese había sido la quijada de asna con la cual Sansón mato a más de 1000 filisteos, bajo la unción del Espíritu Santo. Luego vi un pedacito de madera con un final puntiagudo. Esa era la estaca con la Jael mató a Sísara (Jueces 4:21). En las manos de un siervo ungido de Dios, fue un arma poderosa. Luego vi la espada de Goliat…. pero si él era un enemigo!!! Si estudiamos toda la historia vemos que luego que David lo tumbó con la pedrada, David tomó su espada, y le cortó la cabeza. En las manos de David, la espada del enemigo se convirtió en un arma poderosa de Dios. Lo último que vi fue un palo de madera. En las manos de Moisés fue puesta en alto y el Río Nilo se convirtió en sangre, lo levantó al sol y se oscureció por tres días. También frente al Mar Rojo, y se partió en dos. Solo un pedazo de madera en las manos de un siervo de Dios!!!! Dios nos ofrece a todos, instrumentos que se pueden convertir en armas poderosas en nuestras manos. Puede ser una guitarra, tu empresa, tu estufa, una conexión de Internet, una voz de influencia en tu comunidad…Dios puede hacer que cualquier cosa se convierta en un arma poderosa, si nos sometemos a la suprema autoridad de Dios!!! Y entonces sucederán cosas importantes. Muchos primeros serán últimos y viceversa, dijo el Señor Jesús. En el reino milenial que ha de venir, Cristo quien fue rechazado, reinará como Rey de Reyes. Esto significa que habrá reyes de menor rango debajo de él. En Ezequiel y Jeremías dice que David será levantado para ser rey sobre Israel. La Biblia nos dice del llamado de Israel. Para de las demás naciones, la Biblia no revela quien será. La tumba de la reina Ester aún es venerada en Irán, la Persia de hoy día, quizás ella llegue a ser su reina. No sabemos. ¿Quién quiere ser el rey de la Republica Dominicana? La Biblia no lo dice. ¿Cuál será nuestra recompensa? Jesús dijo que en la resurrección cuando se sentara en su trono, sus discípulos se sentarían a juzgar con él sobre las doce tribus de Israel. Ellos pasarían a ser doce gobernantes en el reino milenial. Judas perdió su trono y Hechos 1 muestra que Matías tomó su lugar. ¿Quién reinará sobre los territorios de la República Dominicana? La Biblia no nos dice, solo nos dice de Israel, porque esta fue la nación cercana a Dios en el A.T. Era la era de los judíos, y varios calificaron para las tareas del reino milenial. La Biblia nos habla de la parábola de los talentos. Los cristianos fieles que usaron sus talentos para multiplicarlos recibieron ciudades para gobernar. Serán alcaldes y gobernadores. Ahora vivimos en el tiempo de los gentiles. Dios todavía está aceptando aplicaciones de trabajo. Si padecemos con Él, también reinaremos con Él. Si llevamos nuestra cruz, obtendremos una corona que perdurará para siempre. Habrá diversos niveles de autoridad en el reino por venir. Se necesitarán consejeros, y muchos niveles de autoridad. ¿Cuál será el nivel menor de autoridad? La Biblia no lo muestra tan claramente, pero en lo personal considero que pueden ser los que ejerzan como jardineros. Sino calificamos para gobernantes para reinar sobre personas, dominaremos sobre las plantas. Mi opinión se basa en el libro de Génesis. Cuando Dios creó al hombre le dio autoridad y dominio sobre el planeta. Pero Adán y Eva no tuvieron a la altura de la responsabilidad que se les dio. Entonces fueron puestos sobre un huerto. Pero no debemos tener como meta el huerto. El hombre comenzó en un huerto, pero en el Apocalipsis dice que descenderá la Nueva Jerusalén, con sus dimensiones, entre ellas, unas 1400 millas de alturas!!!! Un rascacielos!!! Una ciudad tan alta!!! Como 200 niveles de alturas o más!!!! 1 Co 2:9 Ni ojo vio, ni oído oyó, las cosas que Dios ha preparado para los que le aman. Dios nos preparara para cosas grandes y maravillosas y debemos anhelar lo mejor y más excelso de Dios para que ningún hombre tome nuestra corona. Mientras adquirimos una visión de los propósitos eternos de Dios, debemos dedicar nuestras vidas para llevar a cabo los propósitos de Dios. Pablo dijo: “Una cosa hago”. Puso la ilustración de un corredor, corriendo con los ojos puestos en la carrera. Al final de la carrera, el juez, le entregaba el galardón. Ellos corrían hacia el galardón. La Biblia dice que debemos correr nuestra carrera con nuestra vista puesta en Jesús. Jesús es el galardón y tiene el galardón. No debemos distraernos con otras cosas, propósitos y metas mundanas que no alcanzan las metas de Dios. Lo que intentamos hacer en nuestras propias fuerzas, solo se hará polvo. Debemos asegurarnos de estar bajo la suprema autoridad de Dios. Dios me llamo a ser misionero en Asia, y he podido comenzar 5 institutos bíblicos. En algunas de ellas son naciones en las que el cristianismo está prohibido. En esas hemos iniciado escuelas bíblicas secretas. Jesús dijo que toda autoridad le había sido dada, en los cielos y la tierra, así que vayan y prediquen. Lo hacemos bajo la suprema autoridad de Dios, bajo su voluntad, nadie te puede detener. Bajo la suprema autoridad de Dios somos invencibles. Pero debemos estar seguros de que estamos enfocados en cumplir el plan de Dios, pues hay cosas que parecen buenas pero que nos impiden llevar a cabo el plan de Dios. Lyndon B. Johnson, cuando ganó las elecciones de Estados Unidos, antes de tomar posesión del cargo llamó a su amigo Billy Graham para ofrecerle el puesto que quisiera dentro de su gabinete, como embajador o cualquier otro puesto que el deseara, pero el Pastor Graham le dijo: “Gracias por tu confianza y ofrecimiento. Pero no puedo ser embajador de los Estados Unidos porque ya estoy empleado a tiempo completo como embajador del Reino de los Cielos”. Debemos estar enfocados en servir al Señor. Pablo dijo: “No he sido rebelde a la visión celestial”. (Hechos 26:19). Josué dijo: “Elijan a quien servirán, pero yo y mi casa serviremos a Jehová”. (Jos. 24:15). Cuando era un joven estudiante, muchos estudiantes se quedaban despiertos hasta altas horas de la noche. Un grupo desobedecía la orden de apagar las luces y dormirse por esta jugando un juego de mesas llamado Risk, el cual consiste en ir derrotando ejércitos hasta quedarse como gobernante del mundo. El que ganaba se consideraba “el gobernante del mundo”, pero le duraba muy poco, pues pronto era derrotado. Había otro grupo que también se acostaba tarde, pero sin quebrantar el reglamento de apagar las luces. En ves de jugar Risk, orábamos por situaciones, iglesias, naciones. De forma más lenta pero más segura, íbamos adquiriendo autoridad. De este grupo, muchos hombres y mujeres de Dios salieron. Uno, inició más de 60 iglesias en México. Otros desarrollaron el cuerpo de Cristo en toda Asia. Fueron levantados hombres y mujeres de Dios que salieron a llevar el reino a las naciones. Si muchos de los que se dedican a jugar en las computadoras, y perseguir demonios los virtuales de un juego, aprendieran a orar…. Hubo una viuda en la Alemania de los 1930, a quien el espíritu de Dios inquietaba: “Toma todo tu dinero y dáselo a tu pastor”, pero ella luchaba. Ese dinero era todo lo que tenía para su vejez, sin embargo, el espíritu santo la inquietaba diariamente, hasta que un día se decidió a obedecer. Sacó el dinero y lo llevó al pastor. El pastor la miró con tristeza y le dijo que podía llevarse su dinero de vuelta, pues esa misma mañana había sucedido un colapso financiero en la nación, y hoy no valía ni para comprar una fundita de fruta, solo podía usarlo para echarlo en su chimenea y calentarse por un rato. Si ella hubiera estado presta para llevar a cabo la voluntad de Dios hubiera adquirido un gran galardón eterno. El Señor me habló y me dijo que sacudiría primero a las naciones musulmanas y demostraría que el Islam no tenía la solución a los problemas de la humanidad, y lo hemos estado viendo cumplir. También me dijo que posteriormente, también sacudiría a las naciones democráticas, gobiernos y economías, y mostrara que la democracia tampoco tiene la solución. Solo es el reino de Cristo que tiene la solución. Vivimos en días de grandes dificultades pero también de grandes oportunidades. Debemos estar bajo la suprema autoridad de Dios par que nuestras obras sean efectivas. Debemos preparar nuestras vidas para vivir la eternidad. Después de la guerra contra Corea 1953, el país quedó muy empobrecido. Muchos se mantuvieron comiendo hasta grama. Peor había un avivamiento de las iglesias de la capital, y ya el edificio de una de ellas no era tan grande para el crecimiento de la iglesia. Los pastores decían que debían ofrendar, rogaban para que cooperaran. Pero la economía estaba muy difícil y la gente no quería. Un día, luego de presentar un clamor, pasó al frente del altar una mendiga a ofrendar su pozuelo y sus palitos chinos. Los dejó ahí, y aunque solo valían unos centavos, toda la congregación sabía que era lo único que esta pobre mujer tenía. Cuando lo demás vieron su ofrenda de sacrificio, muchos fueron tocados, y entonces las mujeres pasaron la frente a dar sus joyas. Un hombre dio una propiedad, pero fue la ofrenda sacrificial de esa pobre mujer, que desató el espíritu de ofrenda de toda la congregación. Hoy en día se trata de la iglesia más grande del mundo. Cada uno puede alcanzar el plan de Dios y ganar una gran recompensa eterna. Es el propósito de Dios. “El que venciere se sentará conmigo en mi trono”. Dios nos invita a alcanzar coronas y galardones eternos, pero la decisión es nuestra. Hubo un hombre en Manila, en sus 30, muy enfermo; los hermanos oraron por él, pero no había sanidad. Su pastor le hizo una última visita, como lo atribulado, le dijo: “No tienes por qué temer la muerte, diste tu vida a Jesús, y tus pecados fueron perdonados”. Pero el hombre le dijo: “Pastor, sé que soy cristiano y voy al cielo, no temo morir. ¡Estoy avergonzado de morir, he vivido toda mi vida para mí mismo, rara vez oro o leo la Palabra!!! No he hecho nada para Dios!!! ¡No tendré temor para ir ante mi Salvador, sino vergüenza!!!! Todos tenemos por lo menos un dedo como la inválida parapléjica rusa del relato anterior: “Clic, clic….”. Quizás tengamos más dedos, o miembros de nuestro cuerpo funcionales, Dios nos está dando la oportunidad para reinar y gobernar en su reino. Vivamos nuestras vidas consagradas a Dios, de modo que estemos listos para las recompensas eternas y no nos avergoncemos de pararnos frente a nuestro Creador, sino oír estas palabras: “Bien, buen siervo y fiel, has sido fiel en lo poco, en lo mucho te pondré, entra con regocijo en el reino”. Al reflexionar en todo lo que hemos oído, toda la autoridad es del Señor, pero se la dará a los que sean obedientes. Dios nos puede dar un arma poderosa para su reino. Si nos sometemos a su suprema autoridad, el poder de Dios estará en nuestras vidas. Ofrezcamos hoy nuestras vidas al Señor, para que la cruz sea impregnada en nuestras vidas, para ver un atisbo de la gloria venidera. Consagremos nuestras vidas al Señor, para que Dios nos prepare para su gobierno, poder y gloria. Amén
Posted on: Wed, 14 Aug 2013 12:15:06 +0000

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