¿Cuánto le debe Europa al Caribe? Por Boris Leonardo Caro | - TopicsExpress



          

¿Cuánto le debe Europa al Caribe? Por Boris Leonardo Caro | Yahoo/Blog de Noticias | 16 agosto del 2013 Más de un siglo después de la liberación del último esclavo en el Caribe, los países de la región parecen decididos a obtener una compensación por las consecuencias de la trata. Los gobiernos caribeños reclaman a sus antiguas metrópolis no solo una disculpa histórica, sino también una reparación económica. La demanda, dirigida por el momento solo contra los Países Bajos, Francia y el Reino Unido, ha ganado impulso con el acuerdo de la Comunidad del Caribe (Caricom) de crear Comités Nacionales de Resarcimiento en cada uno de los países miembros. Los presidentes de cada comité ocuparán un puesto en la Comisión de Reparaciones del Caricom, según el consenso de la Cumbre celebrada en Puerto España a inicios de julio. “El legado de la esclavitud y el colonialismo en el Caribe ha deteriorado gravemente nuestras opciones de desarrollo”, afirmó Baldwin Spencer, primer ministro de Antigua y Barbuda. En opinión de Spencer, las naciones caribeñas alcanzaron la soberanía con lazos de dependencia que han lastrado su desenvolvimiento económico, social y político. Sin embargo, varias interrogantes enturbian el futuro de una reclamación sustentada por hechos históricos irrebatibles. En medio de la crisis económica en Europa, ¿qué posibilidades reales tienen las excolonias de obtener alguna indemnización de Londres, París o Ámsterdam? ¿Cómo calcular la magnitud financiera del desagravio? Y si se acordase una reparación material, ¿quiénes deberían gestionar estos recursos y cómo deberían utilizarse? La culpa de Europa El primer ministro de San Vicente y las Granadinas, Ralph Gonsalves, es uno de los más fervientes impulsores de la demanda a Europa. “La principal razón del subdesarrollo en el Caribe y América Latina es el legado del genocidio nativo y la esclavitud africana”, afirmó en un discurso el 26 de julio pasado en Cuba. Gonsalves basa sus argumentos esencialmente en las investigaciones de Hilary Beckles, vicerrector de la Universidad de las Indias Occidentales, uno de los más reconocidos especialistas en los estudios sobre el impacto del colonialismo y la esclavitud africana en el Caribe. Su libro “La deuda negra de Gran Bretaña: las reparaciones debidas al Caribe por la esclavitud y el genocidio indígena” se ha convertido en la guía del nuevo movimiento a favor del resarcimiento. Beckles ha insistido en el papel de la esclavitud en la acumulación de riquezas del Imperio Británico, que creó para este fin un sistema de trabajo forzado dependiente de la mano de obra africana. Cuando Londres abolió oficialmente la esclavitud en 1833, los principales afectados no recibieron indemnización monetaria alguna e iniciaron sus vidas como personas libres sin recursos para prosperar. En declaraciones al diario español El País, la historiadora jamaiquina Verene Sheperd anunció que llevarían el caso a la Corte Internacional de Justicia para negociar los términos de la compensación. “Antes que nada, queremos que Europa se disculpe, pues hasta ahora han emitido declaraciones de arrepentimiento, pero ningún país se ha disculpado. Luego queremos infraestructuras para el desarrollo: escuelas, centros de salud, carreteras, hospitales. Y queremos que acabe el racismo”, señaló la directora de la Comisión de Reparaciones de Jamaica. Una deuda multimillonaria La University College London (UCL) puso en línea este año la primera enciclopedia del proyecto Legados de la Propiedad Británica de Esclavos. Los investigadores del Reino Unido exploraron durante tres años alrededor de 46.000 registros de compensaciones entregadas a los propietarios de esclavos tras la abolición en 1833. Según el estudio, Londres entregó unas 20 millones de libras esterlinas a los dueños de plantaciones en el Caribe, Mauritania y la actual Sudáfrica (entonces Colonia del Cabo), que poseían en esa fecha alrededor de 700.000 esclavos. Esa indemnización representó casi la mitad los gastos del gobierno británico aquel año y equivaldría a 200.000 millones de libras esterlinas hoy (más de 310.000 millones de dólares). En un artículo publicado por The Guardian, la académica Catherine Hall descartó que el propósito del proyecto fuera avergonzar a los descendientes de más de 3.000 familias esclavistas beneficiadas por la abolición en el siglo XIX. Se trata, más bien, de “reconocer las formas mediante las cuales los frutos de la esclavitud son parte de nuestra historia colectiva, integrados en casas, instituciones filantrópicas, colecciones de arte, bancos de inversión, firmas de abogados, ferrocarriles y en las maneras de pensar sobre el tema de la raza.” La UCL estima que entre el 10 y el 20 por ciento de la riqueza actual del Reino Unido tiene una relación significativa con la esclavitud. Por otra parte, aclararon los expertos, la revisión de los archivos y por tanto las conclusiones derivadas no comprenden a los propietarios de esclavos de los siglos XVII y XVIII desvinculados de la trata antes de 1833. Además, las compensaciones solo representan solo una parte de los beneficios obtenidos por la explotación de millones de seres humanos durante tres siglos. En Surinam, antigua colonia de los Países Bajos, el economista Armand Zunder ha estimado en unos 125.000 millones de euros (más de 166.000 millones de dólares) la riqueza extraída de ese país sudamericano durante el período colonial. Ámsterdam decretó el fin de la esclavitud en sus colonias en 1863 y entregó a los propietarios el equivalente a 100 millones de euros, según los cálculos de Zunder. El Comité Nacional de Reparaciones de Surinam presentó en junio pasado una petición formal de indemnización al encargado de negocios holandés en Paramaribo, Ernst Noorman. “Queremos discutir sobre los prejuicios materiales e inmateriales”, anunció Zunder, presidente de la comisión surinamesa, quien aspira a que su país reciba una disculpa oficial y reparaciones económicas. Una larga disputa a la vista El Caricom ha contratado a la firma británica de abogados Leigh Day, que este año obtuvo una victoria en los tribunales en el caso de la indemnización a las víctimas de la represión inglesa en Kenia. Londres aceptó entregar cerca de 20 millones de libras esterlinas a los sobrevivientes de torturas ejecutadas por la administración colonial durante la rebelión Mau Mau en las décadas de 1950 y 1960. No obstante, tanto el Reino Unido como los Países Bajos han descartado por el momento la entrega de una compensación económica. El alto comisionado británico para Jamaica, David Fitton, declaró a la radio que su gobierno se opone al resarcimiento por las consecuencias de la esclavitud y advirtió que la reparación a los kenianos no representaba un precedente para casos similares. Por su parte Ernst Noorman reconoció que su país no desea ignorar la historia de la esclavitud, pero no aseguró a los demandantes surinameses la entrega de una compensación. Por el momento los principales voceros del reclamo caribeño han insistido en que su primera intención es abrir un diálogo entre excolonias y antiguas metrópolis. Como ha dicho Hilary Beckles, el concepto de reparación en este caso trasciende el tema financiero, pues se sustenta “en la búsqueda de un nivel más alto de humanidad y está dirigido a sentar las bases para curar las heridas de la familia humana.”
Posted on: Sat, 17 Aug 2013 11:33:02 +0000

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