César Luis Menotti, técnico campeón del mundo en Argentina 78, - TopicsExpress



          

César Luis Menotti, técnico campeón del mundo en Argentina 78, definió a Carlos Valderrama como ‘ un mago de la inteligencia que sabe la ubicación de sus compañeros casi sin mirarlos y que les entrega el balón como con la mano’. El ‘pibe’, quien nació el 2 de Septiembre de 1961, se convirtió en todo un símbolo de una generación, en Colombia, que vivió los mejores momentos del seleccionado nacional de fútbol. Las polvorientas calles del barrio ‘Pescaito’, a una cuadra de la ‘Castellana’ templo del fútbol en Santa Marta, sirvieron como premonición en su vida. Ese barrio es el más fértil en producción de jugadores de fútbol que hay en el país. Todos son hijos del potrero y de la calle. Es todo un espectáculo ver a esos niños haciendo malabares con la pelota de trapo, o con el balón roído y casi desinflado, eludiendo piedras o sacándoles el cuerpo a los árboles, bajo un sol inclemente. De esa escuela surgió Valderrama. Y también sus hermanos Roland y Alan ex jugadores profesionales. Así como sus primos Didí- quien jugó en la Selección mayor- y Pablo, además de Julián y Miguel Palacio, apellido materno de El Pibe. El no podía ser, entonces, odontólogo que era la profesión que le gustaba: si había nacido en Pescadito; si era el hijo de Jaricho – ex jugador del Unión- y el sobrino de Pablo Valderrama- conocido como Toto y quien fuese un habilidoso puntero izquierdo en el Unión Magdalena y Atlético Bucaramanga; si su madre Juana, era hermana de Justo y Aurelio Palacio, figuras también del Unión...tenía que ser jugador, porque el Pibe Valderrama llevaba fútbol en sus venas, puro fútbol. El apodo del genio de la camisa número 10 de la Selección Colombia tiene su historia. Carlos Valderrama- padre- formaba parte del Unión Magdalena, allí se destacaba como un fuerte zaguero central, a quien le gustaba hacer chilenas espectaculares. ‘Jaricho’ como lo llamaban sus compañeros era dirigido por un futbolista argentino llamado Rubén Deibe, apodado El Turco, quien cumplía una doble función: dirigía y jugaba. Él sería el responsable de que el hijo de Jaricho, también llamado Carlos, se le conociera para siempre con otro nombre... Es que casi desde el día en que Carlos junior nació –fue el 2 de septiembre de 1961-, Jaricho andaba con su hijo por todas partes, mostrándolo con orgullo. A veces, hasta lo llevaba a los entrenamientos del Unión. Había algo muy llamativo y era el contraste de la piel morena de su padre con la tez blanca del pequeño. Y cuando el niño no aparecía, siempre, invariablemente, el Turco Deibe le preguntaba por él con estas palabras: ‘¿y el pibe cómo está?’. Así nació el apodo que años más tarde le haría famoso internacionalmente. El padre, la madre, y los demás familiares también dejaron de llamarlo por su nombre de pila. Ya era el Pibe. Carlos Valderrama transcurrió su infancia en Santa Marta como un niño normal. Admirando a Pelé, su ídolo de la niñez, estudiando la primaria en el colegio Jhon F. Kennedy, en donde se vistió de futbolistas por primera vez y graduándose de bachiller en el Liceo de Celedón, a finales de 1979. A partir de ahí, terminado sus estudios, todo giró en torno al balón. Transcurría el año de 1981 cuando “El Pibe” debutó en primera división con el Unión Magdalena, el equipo de su corazón. Allí, Perfecto Rodríguez, un ex goleador de Independiente Medellín, era el técnico del ‘ciclón’ y él fue el encargado de darle la oportunidad en el profesionalismo. La camisa afuera del pantalón, las medias abajo y la melena rubia estilo afro, eran las características de aquel muchacho que no parecía un jugador de fútbol. Su figura se asemejaba más a un cantante de música moderna, o a un vagabundo cualquiera, desocupado. Muy lejanamente podría pensarse que es un futbolista exquisito, ubicado en la cancha para poner orden, guiar a sus compañeros y para deleitar al público con su arte, con pases que penetran por espacios increíbles y con amagues geniales. Ese mismo año integró su primera Selección, la Juvenil, dirigida por Eduardo Julián Retat. Valderrama, con 20 años, tuvo también momentos complicados. Uno de ellos fue sobre los albores de 1981. Estuvo cuatro días en la cárcel de Santa Marta por golpear a un policía. Lo llevaron al ‘Panóptico’ al lado de asesinos y delincuentes, todo ocurrió en diciembre y lo recuerda como “uno de los peores momentos de mi vida”. En El Pibe con Redín en El Cali 1984 arribó a Millonarios. El equipo que más estrellas ha ganado hasta el momento. Tenía 23 años y no fue capaz con la responsabilidad que se le entregó en aquél momento. No culpa a nadie de su mal paso por Bogotá. El técnico Jorge Luis Pinto le ofreció oportunidades. “Fui yo quien no pudo jugar bien. Estuve en un mal momento”, recuerda. Millonarios lo vendió al Deportivo Cali, un año después, por la misma cifra que había invertido en su compra. $10.000.000 de pesos colombianos, unos U$ 25.000 dólares para aquella época. La vida futbolística de Valderrama se dividía en dos. El éxito en el ‘equipo verde’ no tuvo techo, fue allí en donde no paró de cosechar elogios y en donde encontró el socio de su vida dentro del rectángulo de juego, Bernardo Redín. El equipo era dirigido por el yugoslavo Vladimir Popovic. El ‘pibe’ Carlos Valderrama y‘cuntaquinta’ Redín formaron una dupla sin par en Colombia. Ambos jugaban con la camisa por fuera y con las medias caídas, uno blanco y otro negro. Pero en la cancha se buscaban y jugaban de memoria. El Deportivo Cali se hizo un equipo arrollador impulsado por la magia de esta dupla que recibía aplausos en todas las canchas del país. En 1987 la pareja Valderrama-Redin hizo parte de la Selección Colombia que participó en la Copa América que se jugó en Argentina. El fútbol que desparramaron por tierras gauchas será inolvidable. Colombia debutó contra Bolivia y lo derrotó 3 a 0 en Rosario. Luego vino Paraguay y lo venció 2 a 0. Colombia se convirtió en la Selección sorpresa del torneo y candidata a ganar el título. Pero en Córdoba se atravesó Chile quien derrotó al seleccionado nacional 2 a 1, en tiempo suplementario con un gol de Fernando Astengo y la mandó a jugar por el tercer puesto contra Argentina. El Monumental como escenario y 40.000 personas de testigos vieron como Colombia de la mano de Valderrama derrotaba 2 a 1 a la Argentina que contaba con Maradona y Caniggia, por la disputa el tercer puesto de aquella Copa América. Después de ese partido un periodista argentino escribió: “En el Monumental había magia. Fútbol pintado de casaca amarilla y densa melena rubia. Flaquito, medias caídas, algo chueco, brazos sueltos, pinta extraña, brillante con la pelota en los pies, espléndida su muestra futbolística. Carlos Valderrama, sabe lo que debe saber un número 10 y escribe la historia de un primer tiempo lleno de toques, tacos, gambetas y pelotazos, con toda la precisión”. El equipo colombiano fue escogido como el mejor del torneo; Francisco Maturana el más destacado entrenador; Arnoldo Iguarán, el goleador, y Carlos Valderrama, la figura. Se obtuvieron todos los honores, menos el título máximo. En ese año, Valderrama también fue aclamado por ‘El País’ de Montevideo y ‘El Nacional’ de Caracas, que en sus encuestas anuales lo eligieron como el mejor futbolística de América. El fútbol europeo vino por él. Montpellier, un desconocido equipo francés, puso 2’500.000 dólares a mediados de 1988 y se llevó a ‘El Pibe’. Hasta ese momento, el único jugador colombiano contratado por un equipo europeo había sido Ernesto Díaz, quien jugó en segunda división para el Estándar Lieja en Bélgica. Valderrama antes de enrolarse al club francés realizó su primera gira europea. Fue invitado al Torneo ‘Sir Stanley Rous’, donde enfrentó a Escocia (0-0), luego a Finlandia (3-1) y finalmente, en una noche maravillosa, igualó 1-1 contra Inglaterra en la catedral del fútbol. El mítico estadio de Wembley se deleitó con el toque justo, maravilloso y sorpresivo del equipo colombiano. El ‘mono’ fue la figura de la gira. Ya toda Europa hablaba de él. Pero no le fue fácil triunfar en el fútbol francés: el director técnico, Pierre Mosca, no había aprobado su contratación y lo relegó al banco de suplentes. Valderrama regresó a Colombia en 1989 para jugar la Copa América de Brasil y luego las eliminatorias. En ese momento, fue cuando se consiguió la clasificación al mundial de Italia, donde la Selección pasó la primera fase y fue eliminado en octavos de final por Camerún, después del famoso error de René Higuita ante Roger Milla. Al regresar a Montpellier, Valderrama encontró un nuevo técnico, el polaco Henri Kasperczak, quien lo hizo titular. Pasaron entonces dos años durante los cuales fue figura del equipo, jugador insignia y referente de la institución. En mayo El Pibe con la camiseta del Montpellier de 1990, el equipo ganó la Copa de Francia y luego participó en la Recopa de Europa con relativo éxito, pues llegó hasta los cuartos de final, donde fue eliminado por el Manchester United. ‘El Pibe’cumplió un ciclo en el fútbol francés y recibió una oferta interesante del fútbol español. Valladolid, un equipo chico, dirigido por Francisco Maturana con relativo éxito, pensaba en grande. El técnico chocoano, pidió refuerzos y llevó una armada de jugadores, completamente nacional. El ‘pibe’ era imprescindible para el esquema que pretendía Maturana. Valderrama arribó entonces al fútbol español, se puso a órdenes de ‘Pacho’ y comenzó así una nueva experiencia europea. Valladolid se convertía en el quinto equipo profesional, del ‘mono’. Junto al estratega chocoano estaba el preparador físico Barragán, el guardavalla René Higuita y el mediocampista Leonel Álvarez. Con el tiempo no se dieron los resultados, salió Maturana y detrás de él todos los jugadores nacionales. Valderrama regresó a Colombia a comienzos de 1992. Deportivo Independiente Medellín adquirió su pase por $U500.000 dólares. Allí jugó un año y luego fue adquirido por el Júnior de Barranquilla en U$1.000.000 dólares. Muchos pensaron entonces que fue una suma exagerada porque estaba poniéndose viejo y posiblemente iniciaba su declive. 1993 fue uno de los mejores años en su vida futbolística. La Copa América, que se disputó en Ecuador y que derivó en un injusto tercer lugar lo catapulta como uno de los mejores volantes del torneo. Luego, vinieron las eliminatorias premundialistas, camino al mundial de EEUU en 1994. La Selección Nacional practicaba el mejor fútbol e incluso llegó a ser catalogada como la mejor Selección del mundo. El mundial de Estados Unidos fue un sueño que durante su disputa se convirtió en pesadilla. Valderrama, líder del equipo, aún no se explica que ocurrió en aquél momento. La Selección Colombia llegó como favorito para ganar el título Y fue eliminada en primera ronda. El ‘pibe’ recuerda que fue uno de los momentos más tristes de su carrera futbolista. “Nunca había fracasado de esta forma. Fue el momento más triste de mi vida como jugador”, recuerda Valderrama. A la llegada de Estados Unidos, tras la disputa del mundial, los jugadores parecían villanos. Se fueron como héroes y cuando regresaron mucha gente los tildó de fracasados y sólo los epítetos e insultos fueron los términos que recibieron en todos los estadios de nuestro país. Valderrama necesitaba una revancha. El fútbol su máxima pasión no se la podía negar. Así fue como el ‘pibe’ se dedicó exclusivamente a practicar y entrenar con su equipo Junior y en un experimento de torneo colombiano, fue campeón con el equipo costeño en seis meses. Este era el segundo campeonato en el torneo local que sumaba Valderrama es su recorrido futbolistico. En 1997, Valderrama fue convocado nuevamente a la Selección Mayor. Hernán Darío Gómez, técnico de aquél equipo, lo convenció y le entregó la cinta de capitán. Carlos, aceptó y fue el mejor jugador del equipo. Con gran fútbol se clasificó al mundial. Colombia le tocó un grupo realmente difícil. Inglaterra, Rumania y Túnez eran sus contrincantes. Se perdió en el debut contra Rumania 1 a 0. Contra Túnez, se ganó 1 a 0, luego de una gran maniobra de el ‘pibe’ quien recuperó un balón y milimétricamente se la entregó a Leider Preciado, quien marcó el gol del triunfo. Por último había que ganarle sí o sí a Inglaterra. Se perdió 2 a 0 en un juego que significó la despedida de Valderrama, a lo que fue su máxima pasión: La Selección Nacional. La Major League Soccer, liga americana de fútbol, estaba naciendo. Se fijaron en Valderrama como un jugador insignia y el encargado de que el campeonato de fútbol en Estados Unidos comenzara a crecer. Desde aquél momento Carlos Valderrama hace parte de ese fútbol. Ellos lo disfrutan cada domingo. Sus jugadas lo hacen recordar como el más grande futbolista que dio Colombia, es por esto, que Carlos ‘El pibe’ Valderrama, siempre quedará en la retina de los amantes del fútbol y de todo aquel que lo vio en un terreno de juego.
Posted on: Thu, 03 Jul 2014 16:18:35 +0000

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