Cómo ayudar a una persona ciega Ayudar a una persona ciega es - TopicsExpress



          

Cómo ayudar a una persona ciega Ayudar a una persona ciega es facilitar algo que necesita o desea y no es exactamente suplirla en algo, ni en la forma que a Ud. le gustaría. Para guiar a una persona ciega. Ofrézcale su brazo y camine espontáneamente atendiendo al espacio que ambos ocupan. No es preciso dar instrucciones salvo en determinados casos, ya que el contacto de su brazo permitirá seguirle con el mismo detalle con el que Ud. se mueve. Para pasar por lugares estrechos. Eche hacia atrás el brazo con el que mantiene contacto la persona que le sigue, camine delante de ella y disminuya el paso cuanto estime necesario para evitar rozaduras o golpes fuertes. Utilización de escaleras. Indique dónde está la barandilla, preferentemente poniendo en contacto la mano más libre de la persona ayudada y anuncie el primer y último escalón. En lo posible respete la derecha. En medios de transporte. Condúzcale hasta la puerta de entrada o salida e infórmele de elementos de sujeción, como barras o barandillas, por si estimase oportuna se utilización. Avise también de la presencia de escalones y cuantas particularidades considere convenientes. Cuando tenga que ascender a un automóvil, basta con llevar la mano de la persona ciega a la manija de la puerta o, si ésta está abierta, a su borde superior. (Transcripto del folleto “Gracias por su colaboración” publicado por la O.N.C.E., septiembre 1989; con adaptación de algunos términos, más adecuados a nuestro medio) Buenos Aires, mayo de 1995.- Para ofrecer un asiento. Puede informar de la existencia de un asiento libre y preguntar si se desea utilizar. En caso afirmativo, indique su posición poniendo en contacto una mano de la persona ayudada con el respaldo o el brazo del asiento. Ayudar cuando sea necesario. Cuando una persona ciega camine normalmente con su bastón o perro-guía, no sufra por no ayudar, ni se apresure para hacerlo si no ve necesidad. Comunicar nerviosismo o apremio puede ser un inconveniente. Uso de palabras referentes a la visión. Ver se usa con un sentido general de percibir además de su significado específico; por eso, es correcta y familiar su utilización por personas que no ven; lo que sí se diferenciará de unas personas a otras es lo que hayan percibido y cómo, aunque lo hayan referido con el mismo verbo. Lo mismo sucede con mirar, ojear, etc., por tener un uso también habitual en el sentido de observar, comprobar,… Palabras relacionadas con dificultades visuales. Las palabras “ciego”, “no vidente”, “invidente”, etc., suelen ser familiares y de frecuente uso en personas que no ven, así que no deben ponerle en duda si las emplea con naturalidad. Posibilidades de autonomía. Cuando una persona ciega camina sola por la calle es porque tiene una preparación o posibilidad básica para hacerlo y puede sentirse incómoda si es tratada como si no la tuviera. Su ofrecimiento de ayuda siempre es valioso y no debe sentirse molesto si en ese momento no fuese necesario. No informar de lejos. Nunca informe desde lejos a personas ciegas, salvo para evitar un peligro claro, ya que pueden no darse por aludidas o ponerse nerviosas por lo apresurado de la comunicación. No elevar la voz. No eleve la voz cuando hable con personas ciegas, siempre que no lo exijan otras condiciones; de lo contrario, pensarán que Ud. cree que no oyen, no entienden o no les gusta la discreción. No seguir a la persona ciega. A nadie le gusta ser seguido; a las personas ciegas, tampoco, aunque esto sea para ayudarles. Para ayudar realmente, debe hacerles el ofrecimiento y actuar en función de la comunicación. Para cruzar una calle. Cuando se haya aceptado su ayuda ante un cruce, ofrezca su brazo para que le pueda seguir y únicamente avise al subir y bajar la acera. Técnicas concretas. Una persona ciega utiliza unas técnicas basadas en la seguridad tanto con bastón como sin él y serán la causa de que algunos comportamientos de su movilidad no se asemejan a los que Ud. emplearía. Por ejemplo, en los espacios amplios, para no desorientarse, es aconsejable que camine por los laterales. Utilidad del bastón. Un bastón se usa para determinar las características del suelo y la presencia de obstáculos, pero siempre que esté debidamente en contacto. Por eso no es preciso adelantarse a él para avisar de lo normalmente detectado mientras no haya cierta dificultad o peligro. Para dirigirse a una persona ciega. Diríjase de forma que no le quepa duda que se refiere a ella (utilizando su nombre, estableciendo un leve contacto con el brazo,…) ya que todo el mundo se siente molesto cuando no sabe si se dirigen a él. Si se conocen, identifíquese lo antes posible. Nunca juegue a ver si le reconocen. La voz es perfectamente reconocible, pero está sujeta a frecuentes cambios por afecciones respiratorias, variaciones de tono, etc. No evite el saludo. No deje de saludar a una persona ciega por el hecho de haber perdido la visión o por que no lo ve: eso significaría contribuir a un aislamiento social y añadir una pérdida innecesaria a la ya relevante de lo visual. Al dar la mano. Si, al saludar extendiendo la mano, observa que una persona ciega duda o no le corresponde, piense que puede ignorar su gesto y pídale sin reparos que le dé la mano. Para entrar o salir de un lugar. Haga notar su entrada y salida a una estancia en la que se halla una persona ciega; de esta forma, podrá tomar la iniciativa para comunicarse con Ud. Dirigirse siempre al interesado. Si tiene que entrar en contacto con una persona ciega, no se dirija a su acompañante pensando que le será más fácil. Cada persona es responsable de sí misma y es quien mejor sabe lo que le concierne. Si, por el contrario, se ignora al interesado, se alarga el proceso de comunicación. Elección del tratamiento. Guíese por las razones que habitualmente utiliza para elegir la forma de tratas a una persona cuando ésta sea ciega: no se distancie porque una vez no se entendió demasiado bien con otra persona ciega, ni dé muestras de excesiva confianza a alguien que no conoce por el simple hecho de que le recuerda a un amigo ciego. Cada persona ciega es única. Las personas que no ven no son por eso iguales: no tienen por qué opinar lo mismo ante un determinado asunto, ni actuar de forma ni siquiera parecida en una misma circunstancia; lógicamente, pueden coincidir entre sí al igual que con otras personas que ven. Por eso, no presuponga cosas de una persona en base a otra que conoció. La ceguera no lo es todo. No se puede atribuir a la ceguera todo lo que sucede a las personas por ellas afectadas. Factores de toda índole (personales, ambientales, sociales, etc.) siguen interviniendo. Para colaborar en una compra. Procure dar el nivel de información que se espera o al menos, hacerlo con una amplitud que permita a la persona ciega ser realmente quien elija. Conteste a las preguntas y no informe sólo de las características que a Ud. le interesan ni de lo que Ud. compraría. No hacer público lo personal. Cuando informe a una persona ciega ante una compra o para realizar una actuación determinada, procure retirarse discretamente a una situación en la que no haya espectadores y donde la intimidad quede garantizada. Al recibir dinero. Cuando una persona ciega le entregue dinero, comente la cantidad como prueba del acuerdo de ambas, ya que una vez en su mano deja de ser percibido por la otra persona. Para entregar algo a una persona ciega. Puede utilizar varias formas: poner en contacto el objeto con una de sus manos, hacer sonar cuidadosamente el objeto en el lugar en el que se deposita o cerciorarse de si queda entendida adecuadamente la forma de localizarlo. Para mostrar un objeto. Ponga el objeto al alcance de la persona ciega y deje que explore libremente durante el tiempo que necesite. Si considera relevante llamar la atención en aspectos que cree no se han tenido en cuenta o que no pueden percibirse, indíquelo. Y, sin embargo, nunca se dirija a su forma y en su ritmo a otra persona que no puede requerir condiciones distintas a las suyas ya que podrían producir incomodidades e interferencias. La importancia del orden. El orden siempre puede facilitar la búsqueda de las cosas y se hace fundamental en el caso de personas que no ven ya que, de no respetarse el lugar asignado a un objeto, tendrían que tocar por todas partes para poder encontrarlo. Para cambiar objetos de lugar. Compruebe si queda suficientemente clara la nueva ubicación del objeto o dé la oportunidad de cambiarlo a la persona interesada, todo con el fin de hacer eficaz la localización. Ante gestos que no puedan percibir. A través de la voz se perciben muchas más cosas que las palabras, por ejemplo, los estados de ánimo, pero cuando haga un gesto que no crea vaya apoyado en la voz, en el sonido que producen sus movimientos, etc., piense en cómo informar de él para que no se pierda del proceso de comunicación. Palabras que necesitan del gesto. Existen palabras, como “ahí”, que necesitan apoyarse en un gesto para concretar su significado. Cuando hable con personas ciegas no percibirán en gesto y, por lo tanto, esas palabras perderán su significado; en estos casos, es mejor informar acerca de posiciones relacionadas con la persona en cuestión: “a su derecha”, “la puerta a la que está tocando a su izquierda”, “detrás de la figura del estante”,… Prevención de obstáculos. Hay ocasiones en las que puede convenir dar una información preventiva, como “las escaleras mecánicas no funcionan”, “después de cruzar la próxima calle hay una obra en la acera por la que va”,… No obstante, no insista cuando su interlocutor no muestre demasiado interés, porque a lo mejor esa información le es familiar. Evitar obstáculos. Procure no dejar obstáculos y especialmente en lugares de paso. Si no puede evitarse, trate de disponer la situación de la forma menos peligrosa previendo posibles golpes o caídas. Tenga en cuenta que los obstáculos elevados pueden no ser detectados, aun cuando se utiliza bastón. Deje paso o indique. Cuando esté en el paso de una persona ciega, retírese o anuncia su presencia en lugar de guardad silencio y, si le propone modificar su dirección, cuide no dirigirse a otro obstáculo. Abra o cierre las puertas. Las puertas ofrecen la mayor seguridad para las personas ciegas cuando están totalmente cerradas o abiertas; debe evitarse la posición de “a medias” por ser la más difícil de detectar y la que genera más accidentes. En los baños. Acompañe a la persona ciega e infórmele con naturalidad de la posición e higiene de los distintos elementos, así como de cuantas cosas piense conviene tener en cuenta: si falta algo, el tipo de mecanismo de obtener el jabón o secarse, etc. Espere cuando la persona ciega necesite ayuda para volver. Si tiene algún inconveniente, no dude en colaborar buscando otra persona o informando en la medida de sus posibilidades. Puntualidad. Ser impuntual es disponer del tiempo de otra persona sin su consentimiento, pero, cuando una persona ciega espera considerablemente, puede agravarse por no contar con recursos de carácter inmediato para paliar la situación, tales como leer un diario, mirar carteles y vidrieras, etc. Al leerle a una persona ciega. Hágalo estrictamente y no interprete, de manera que se evite atribuir al texto aspectos que no contiene. Ante correspondencia o documentos personales. Lea el remitente o la referencia que permita identificar el documento y sólo proceda a su lectura cuando así le sea solicitado. Evite los comentarios. Procure no apremiar ni alarmar a otra persona, sobre todo si es un niño, al prevenir del paso o presencia de una persona ciega: tómese el tiempo necesario y actúe con prudencia para evitar la asociación entre la impresión de intranquilidad que se podría producir y la imagen de las personas ciegas. No se prive de preguntar. No pierda la oportunidad de preguntar a una persona ciega lo que a cualquier otro transeúnte, ya que también puede disponer de la información que Ud. necesita, como por ejemplo nombres de calles, recorrido del colectivo, etc. Facilite una relación. Cuando observe dificultades en la comunicación con una persona ciega, no utilice expresiones que contribuirían al alejamiento como “es ciego”, “déjelo, que no ve”,… y actúe a nivel práctico como, por ejemplo, informando a un niño sobre cómo debe dar un objeto a otro que no ve, cómo ayudarle a cruzar una calle, indicarle la parada de un colectivo, etc.
Posted on: Fri, 25 Oct 2013 14:02:07 +0000

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