Cómo colgarse de la sotana del Papa POR OSVALDO - TopicsExpress



          

Cómo colgarse de la sotana del Papa POR OSVALDO PEPE COMPARTIR Votar0Email0 2 ETIQUETAS Del editor al lector 29/07/13 Una gigantesca multitud, la mayor de una semana de muchedumbres conmovidas y conmovedoras, acompañó ayer al Papa en su misa de despedida de Brasil, donde combinó su tarea esencial de pastor de almas con sus artes de un auténtico militante social (Pág. 3). En ambos casos ratificó el compromiso de la Iglesia que él asume como propia, la de la opción preferencial por los pobres. Podría decirse que Francisco, a su modo, hizo campaña al instar a los jóvenes a que movilicen su fe en las calles, a que rompan la atadura de la liturgia encerrada en la soledad de los templos. Les pidió “no tener miedo” en la ruta de la vida y ante los obispos ratificó la necesidad de “renovar la Iglesia”, con el telón de fondo de una curia romana esclerosada y envuelta en escándalos varios. La Presidenta, que estuvo ayer en Río junto a otros jefes de Estado, decidió c olgarse de la sotana del Papa para sacar réditos domésticos y coló en el protocolo el saludo (y la foto) con Martín Insaurralde, su gran apuesta electoral en la estratégica provincia de Buenos Aires. Bergoglio conoce de almas y de la piedad del perdón, quizá por eso más que por reglas de diplomacia y cortesía hizo lugar a ese viejo estilo de quienes pretenden hacer campaña con una foto. Sólo que todos sabemos que el Papa es el mismo hombre de la Iglesia al que ella y Kirchner alguna vez quisieron descalificar como “el jefe de la oposición” y al que creyeron castigar trasladando el Tedeum de su histórica sede de la ciudad de Buenos Aires, sólo porque Bergoglio, su arzobispo, se había atrevido a mencionar la existencia de los pobres en pleno auge kirchnerista. El mismo hombre de fe al que la Presidenta ni siquiera mencionó por su nombre, sino por su condición de argentino, cuando el Cónclave vaticano lo ungió Papa. El giro que siguió fue notable: la Presidenta y las encuestas advirtieron que el Pontífice mejoraba su imagen. Ahora quizá s e especule con que pueda dar votos. Aquella vez, lo visitó y le regaló un simpático juego de mate. Francisco le dio un libro con el pensamientos de los obispos de la región “para que usted pesque un poco en qué andan” . Los ejes principales de la agenda de los obispos allí señalados eran la pobreza y la corrupción. Ayer, en Río, fue menos elíptico y eligió la ternura: zapatitos para Néstor Ivan, el hijo de Máximo que transformó a la Presidenta en abuela. El manual de la vieja política enseña que hay que hacer anuncios y dar beneficios en campaña. Los hizo y hace la Presidenta, también Macri. Es un estilo que atrasa más de medio siglo. Cristina llegó a decir que con la metáfora papal de “hacer lío en las calles”, Francisco está proponiendo lo mismo que Kirchner ya había pedido a sus cuadros jóvenes. Pero en la secuencia del viaje papal omitió el fuerte rechazo a la corrupción que mencionó Bergoglio en una favela. La lección está a la vista y no es difícil discernir quién es sincero y quién no. El poder no son obras ni fotos en campaña. Francisco ya lo había dicho en sus primeros días de papado: “El poder es servicio”.
Posted on: Mon, 29 Jul 2013 11:05:27 +0000

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