Cómo influenciar a las personas Por John C. Maxwell Cuando usted era niño, ¿qué deseaba ser al crecer? ¿Soñó con ser un famoso actor o cantante? ¿Quería llegar a ser el presidente de su país? Todos tenemos sueños y ambiciones. Sin duda, alcanzó algunas de las suyas. No obstante, sin importar cuánto éxito tenga ahora, todavía tiene metas y sueños por cumplir. Y nuestro deseo es ayudarlo a realizar esos sueños para que desarrolle su potencial. Comencemos realizando un pequeño experimento. Observe la siguiente lista de personas. Veamos si puede averiguar lo que todos tienen en común. John Grisham, George Gallup, Robert E. Lee, Brian Williams, Madonna, Alex Rodriguez, Jerry Y Patty Beaumont, Rich Devos, Madre Teresa, Pablo Picasso, Adolfo Hitler, Tiger Woods Anthony Bonacoursi, Alanis Morrisette Glenn Leatherwood, Bill Clinton, John Wesley, Arnold Schwarzenegger ¿Ya sabe qué es? Algunas de esas personas son famosas, quizá reconozca sus nombres. Pero, indudablemente jamás escuchó otros. La respuesta es que cada uno de ellos es una persona de influencia. Todo el mundo tiene influencia Creamos esta lista casi al azar, seleccionando personas conocidas así como algunas cercanas a nosotros. Usted podría hacer lo mismo con facilidad. Lo hicimos para ilustrar un punto: todo el mundo tiene influencia en otras personas. No importa quién o cuál es su trabajo. Un político, como el presidente de Estados Unidos, tiene tremenda influencia en cientos de millones de personas, no solo en este país sino alrededor del mundo. Y los artistas populares muchas veces influencian en toda una generación de personas en una o más culturas. Una maestra, como Glenn Leatherwood, que instruyó a John y a cientos de otros niños en la escuela dominical, impactó las vidas de sus estudiantes y también influyó indirectamente en todas las personas que esos niños llegaron a influir. Sin embargo, uno no tiene que ser importante para ser una persona de influencia. Es más, si su vida se vincula de alguna manera con otras personas, usted tiene influencia. Todo lo que hace en el hogar, la iglesia, su trabajo, o en el campo de pelota afecta las vidas de otras personas. Si desea tener éxito o afectar positivamente a nuestro mundo, necesita ser una persona influyente. Sin la influencia, no hay éxito. Por ejemplo, si es un vendedor que desea vender más productos, necesita poder influir en sus clientes. Si es gerente, su éxito depende de la habilidad para influir en sus empleados. Si es pastor, su habilidad de alcanzar personas y hacer que su iglesia crezca depende de su influencia en la congregación. Si desea criar una familia fuerte y saludable, tiene que influir en sus niños de manera positiva. No importa cuáles sean sus metas, usted las puede alcanzar más rápido, puede ser más efectivo y su contribución puede ser más duradera si aprende a convertirse en una persona de influencia. Un relato divertido acerca del impacto de la influencia nos llega del gobierno del presidente Calvin Coolidge. Un huésped de la Casa Blanca desayunaba con Coolidge cierta mañana y deseaba causar una buena impresión en el presidente. Notó que Coolidge, a quien le sirvieron el café, agarró la taza, vertió parte de su contenido en un platillo hondo, y calmadamente le añadió un poco de crema y azúcar. Como no deseaba violar ninguna regla de etiqueta, el visitante siguió el ejemplo del comandante en jefe: derramó parte de su café en su platillo, y le añadió crema y azúcar. Luego esperó que el presidente hiciera su próxima movida. Se horrorizó cuando lo vio poner el platillo en el suelo para el gato. Nadie informó qué hizo el visitante después…..
Posted on: Tue, 03 Sep 2013 06:52:28 +0000
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