¿Cómo surgió la vida? No hay otro asunto de tan tremenda - TopicsExpress



          

¿Cómo surgió la vida? No hay otro asunto de tan tremenda importancia para nosotros que la cuestión de cómo criaturas vivientes, sensibles y pensantes surgieron de la materia inorgánica. Este enigma ha ocupado la mente humana desde los tiempos más remotos y ha sido respondido de diferentes maneras. Podemos identificar tres tendencias principales: 1ª teoría - Dios creó toda la vida, incluyendo los seres humanos. 115 2ª teoría - la vida surgió de la materia inorgánica, por generación espontánea, como los gusanos surgen de la carne podrida, o los escarabajos en un estercolero (Aristóteles). 3ª teoría - la vida llegó del espacio exterior en un meteorito que cayó a la tierra y entonces se desarrolló. Esta transformación de la materia inorgánica en materia orgánica es un punto de vista relativamente reciente. En contraste la teoría de la generación espontánea ¬ el surgimiento de la vida desde la nada ¬ tiene una larga historia. Desde el antiguo Egipto, China, India y Babilonia vemos la creencia en la generación espontánea. Podemos verlo en los escritos de los antiguos griegos. Aquí surgen gusanos en un estercolero y de la carne podrida, aquí salen los piojos del sudor humano, aquí salen luciérnagas de las chispas de una pira funeraria, y finalmente en la tierra húmeda de rocío salen ranas y ratones. Para ellos la generación espontánea era simplemente un hecho obvio, empíricamente establecido cuya base teórica era de importancia secundaria, escribe Oparin. 13 La mayor parte de esto estaba vinculado a las leyendas y mitos religiosos. Sin embargo el punto de vista de los griegos era de carácter materialista. Fue el punto de vista idealista de Platón, reflejado en Aristóteles, el que dio a la generación espontánea una calidad sobrenatural y más tarde formó la base de la cultura científica medieval y dominó las mentes de la gente durante siglos. No es que la materia contenga la vida sino que esta imbuida de ella. A través de las escuelas filosóficas griega y romana, la primitiva iglesia cristiana tomó prestada esta concepción para desarrollar su concepción mística del origen de la vida. San Agustín vio en la generación espontánea una manifestación de la voluntad de divina, la animación de la materia inerte por el espíritu creador de la vida. Como Lenin plantea, los escolásticos y clérigos se apoderaron de lo que estaba muerto en Aristóteles y no de lo que estaba vivo. Más tarde fue desarrollado por Santo Tomás de Aquino de acuerdo con las enseñanzas de la iglesia católica. La iglesia ortodoxa tiene un punto de vista similar. El obispo de Rostov, Dimitrii explicó en 1708 que Noé no metió en su arca aquellos animales capaces de generación espontánea: Esos perecieron en el Diluvio y después del Diluvio surgieron de nuevo de tales principios. Esta era la opinión predominante en occidente hasta mediados del siglo XIX. El gran T. H. Huxley en su conferencia de Edimburgo en 1886 explicó claramente por primera vez que la vida tenía una base física común: protoplasma. Insistió en que era funcional, formal y substancialmente el mismo para todo el espectro de seres vivos. En función, todos los organismos tienen movimiento, crecimiento, metabolismo y reproducción. En su forma están compuestos de células nucleadas; y en sustancia, están todos formados de proteínas, un compuesto de carbono, hidrógeno, oxígeno y nitrógeno. Esto refleja gráficamente la unidad subyacente de la vida. El científico francés Louis Pasteur, el padre de la microbiología, en una serie de experimentos finalmente desacreditó la teoría de la generación espontánea. La vida sólo puede venir de la vida, dijo Pasteur. Los descubrimientos de Pasteur dieron un golpe de muerte a la teoría ortodoxa de la generación espontánea. El triunfo de la teoría de la evolución de Darwin forzó a los vitalistas (la idea de la fuerza vital) a mirar el origen de la vida de una manera diferente. Desde ese momento su defensa del idealismo vino del argumento de la imposibilidad de entender este fenómeno sobre la base del materialismo. Ya en 1907 el químico sueco, Svente Arrhenius en su libro Worlds in the Making (Mundos en formación) planteó la teoría de la panspermia, que concluía que si la vida no podía surgir espontáneamente en la tierra tenía que provenir de otros planetas. ƒl describía esporas viajando a través del espacio para sembrar la vida en otros planetas. Cualquier tipo de esporas de la vida que entrasen en nuestra atmósfera, al igual que los meteoritos, se quemarían. Para contrarrestar estas críticas, Arrhenius argumentó que por lo tanto la vida era eterna y no tenía origen. Pero la evidencia estaba en contradicción con esta teoría. Se demostró que la existencia de rayos ultravioletas en el espacio destruiría rápidamente cualquier tipo de esporas bacterianas. Por ejemplo se colocó algunos micro organismos seleccionados por su resistencia en la cápsula espacial Gemini 9 en 1966, y expuestos a la radiación espacial. Sólo duraron seis horas. Más recientemente, Fred Hoyle pensó que la vida había sido traída a la tierra en las colas de los cometas. Esta idea ha sido remendada por Francis Crick y George Orgel que sugieren ¡que la tierra puede haber sido sembrada deliberadamente por vida inteligente del espacio exterior! Incluso si aceptamos que la vida llegó a la tierra desde otro planeta, esto sigue sin resolver la pregunta de cómo surge la vida, sino que simplemente la pone en otro estadio anterior, el hipotético planeta de origen. No hace falta viajar al espacio exterior para encontrar una explicación racional a los orígenes de la vida. Se pueden encontrar los orígenes de la vida en los procesos en funcionamiento en la naturaleza de nuestro planeta hace tres mil millones de años, en condiciones muy especiales. Este proceso no se puede volver a repetir porque estos organismos estarían a merced de las formas de vida existentes que darían cuenta de ellos rápidamente. Sólo podrían surgir en un planeta en el que no existiese vida, y en el que hubiese muy poco oxígeno, ya que el oxígeno se combinaría con los elementos químicos necesarios para formar la vida rompiéndolos. La atmósfera de la tierra en ese momento estaba formada principalmente de metano, amoníaco y vapor de agua. En experimentación en laboratorios se ha demostrado que una mezcla de agua, amoníaco, metano y hidrógeno, sometida a radiación ultravioleta produce dos aminoácidos simples, y rastros de algunos más complicados. En los 60 se descubrieron moléculas complejas presentes en las nubes gaseosas en el espacio. Por lo tanto es posible que, en un estadio muy inicial de la formación de la tierra, los elementos para el surgimiento de la vida, o casi vida, estuviesen ya presentes en forma de aminoácidos. Experimentos más recientes han demostrado más allá de cualquier duda que las proteínas y los ácidos nucleicos que son la base de toda vida pueden haber surgido de cambios químicos y físicos normales en la sopa primordial. 116 Según Bernal, la unidad de la vida es parte de la historia de la vida y consecuentemente está implícita en sus orígenes. Todo fenómeno biológico nace, se desarrolla y muere según leyes físicas. La bioquímica ha demostrado que toda la vida sobre la tierra es lo mismo a nivel químico. A pesar de la enorme variedad de las especies, el mecanismo básico de enzimas, coenzimas y ácidos nucleicos aparece en todas partes. Al mismo tiempo forman un conjunto de partículas idénticas que se mantienen unidas por los principios de auto unión en las estructuras más elaboradas. Razón y revolución - Alan Woods y Ted Grants.
Posted on: Wed, 04 Dec 2013 01:15:46 +0000

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